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Hijo de un boliviano, en tragedia del submarino
El padre de Jorge Mealla es tarijeño; la madre, de Jujuy.
Familia. Jorge Luis Mealla (c) con su papá Cirilo y su mamá Zulma. Fotos: Familia Mealla
La Razón (Edición Impresa) / Erick Ortega / La Paz
07:45 / 01 de diciembre de 2017
El teniente de corbeta Jorge Luis Mealla Altamirano es hijo del tarijeño Cirilo Mealla; él es uno de los 44 tripulantes del submarino argentino Ara San Juan que desapareció en el Atlántico hace 13 días. Su familia en Tarija reza por él.
“Desde niño Jorge soñaba con ser marino”, cuenta su prima Cristina Isabel Vargas, desde Tarija. Allí la incertidumbre ha tocado la puerta de la familia del marino, pues no saben qué ha sido del paradero de él y de sus 43 compañeros.
Jorge nació en San Salvador de Jujuy el 31 de diciembre de 1986. Aquel poblado fronterizo entre Argentina y Bolivia fue el sitio que escogió su padre Cirilo Mealla para buscar mejores horizontes fuera de Bolivia.
La familia completa del teniente de corbeta está compuesta por su madre Zulma y sus tres hermanos menores: Mauricio, Catalina y Valeria. Todos jujeños.Cuando era niño, Jorge solía visitar Tarija —recuerda Vargas— junto con su padre tarijeño. Pero luego, el muchacho se dedicó por completo a hacer realidad su sueño: ser un navegante.
Acabó sus estudios secundarios en Jujuy y de ahí fue a la Armada Argentina. Vargas recuerda de Jorge su carácter jovial. “Era un querendón de la familia, con sus hermanos, una persona sociable, alegre y amiguero que le gustaba compartir con los suyos”.
Ella no puede creer lo que ha sucedido con el submarino Ara San Juan y la incertidumbre que genera la desaparición. “Todos estamos consternados porque Jorge tenía todo un futuro por delante, no tuvo novia y no tenía hijos”.
En Tarija queda la esperanza de tener noticias del sumergible y de sus tripulantes, por eso rezan los familiares para que pronto haya una señal en el Atlántico, cerca de la Patagonia.
Cirilo y Zulma, padre y madre del teniente de corbeta con sangre boliviana, no se quedaron en Jujuy y fueron hasta Mar del Plata para tener información de primera mano respecto a la búsqueda del submarino. Allí están todas las familias de los tripulantes del sumergible.
“Estamos esperanzados en que algo pase. Es lamentable que recién se haya dado a conocer la noticia (de la desaparición) una semana después”, cuenta Vargas.
Con todo, ella no pierde la fe en que pronto “algo pase” y que se tengan noticias de su primo, aquel que soñaba con convertirse en marino argentino.
Etiquetas
Hijo, boliviano, tragedia, submarino