- Publicidad
-
-
Lo más
-
Inscriben candidatura presidencial de hija del exdictador guatemalteco
-
Morales: 'Aguas de manantiales del Silala fluyen artificialmente hacia territorio chileno'
-
Río Aruntaya se lleva una vida
-
Adenda con IEASA establece multas por incumplimiento
-
Putin invita a Morales a visitar Rusia en julio
-
Cata de vinos Infinitum, de bodegas La Concepción
-
Las bibliotecas más importantes del mundo
-
Senado sanciona la ley del SUS y la remite al Ejecutivo para su promulgación
-
Salvatierra renuncia a su nacionalidad chilena y cierra la polémica
-
Chile presenta réplica por el caso del manantial Silala; Ampuero ve un giro en la postura de Bolivia
-
Madre de 19 años dio a luz de pie y en puertas del hospital Francés de Santa Cruz
-
Mujer de 60 años muere aplastada en el derrumbe en la Villa Primero de Mayo de Cochabamba
-
Bolivia y Argentina negociarán en 2027 un nuevo contrato energético
-
Morales saluda renuncia de Salvatierra a nacionalidad chilena; la polémica persiste
Ediciones anteriores
Suplementos
© LA RAZÓN - 2017
Colinas de Santa Rita, Alto Auquisamaña (Zona Sur) - La Paz, Bolivia
Bosque asado
El 65% de los focos de calor que originan los incendios forestales es propiciado por la ganadería
La Razón / Raúl Pérez Albrecht
00:02 / 28 de agosto de 2012
Cuando uno está a punto de comer una carne asada, generalmente no sospecha que en realidad el asado es el bosque. En efecto, los datos que nos proporciona la Autoridad de Bosques y Tierras (ABT) son una gran llamada de atención, pues indica que el 65% de los focos de calor que originan los incendios forestales en Bolivia es propiciado por la actividad ganadera.
Si sumamos al menú ensaladas, verduras o guarniciones, más el azúcar para los postres y jugos que acompañen el asado, todos éstos, productos de la agricultura nacional, estaremos contribuyendo (según el informe señalado) con el otro 12% de fuego generado en el país.
¡Provecho a todos y todas!, ya que estas deliciosas jornadas culinarias nos cuestan el 77% del total de la quema del bosque boliviano. En especial de los bosques benianos, departamento que por su condición ganadera representa la mitad del fuego nacional.
Estas cifras no buscan indigestar al lector, sino motivar la reflexión sobre la estrecha relación entre nuestra vida diaria con aquellas grandes, hermosas y valiosas extensiones de áreas naturales con las que aún contamos como nación.
El fuego fue, es y será siempre, una herramienta de trabajo para varios rubros de nuestra agroindustria, pero el problema es que los pequeños, medianos y grandes empresarios (oficialistas, opositores e independientes) agroindustriales del país no conocen o bien no intentan implementar las técnicas y controles que supuestamente deberían cumplir, para no acabar con nuestra ya maltratada y mercantilizada Madre Tierra.
Frente a estas infracciones, nuestra ley de bosques tiene penalizaciones “simbólicas”, de allí que si no tenemos mano dura, en poco tiempo no tendremos ni bosque ni asado. Para que se pueda hacer una idea, imagínese el manzano de su casa, ahora imagínese 1.000 manzanos parecidos al de su casa. La ley dice que si usted quema un manzano (una hectárea) sin autorización, le cobran Bs 1,30 aproximadamente. Por tanto, quemar mil manzanos le saldría Bs 1.300; barato económicamente, pero caro ambientalmente hablando.
Ahora volvamos nuevamente a la ciudad, y miremos el fuego con otros ojos: el tener humo en nuestras ciudades responde a nuestra necesidad de consumir carne, algunas verduras, frutas y azúcar. ¿Qué hacer? En realidad, es un desafío grande que tenemos como país, y que debería llevarnos a cuestionar nuestra forma de vida y nuestra concepción de desarrollo, porque, queda una vez más constatado que, a mayor consumo de carne, menos bosque.
Etiquetas
Opinión