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Cine
‘Ciudadela’: espacios de distribución.
El jueves se proyectará Ciudadela en el Centro Cultural de España y desde el 7 de diciembre en centros culturales y cineclubes.
La Razón (Edición impresa)
00:00 / 25 de noviembre de 2012
El director boliviano Diego Mondaca se consolida con Ciudadela como un gran explorador de los espacios. Tanto en esta película como en su cortometraje La chirola, el cineasta intenta demostrar que los lugares de la libertad o el cautiverio no necesariamente están bien definidos. Así, en Ciudadela Mondaca muestra la cárcel de San Pedro como si fuera un barrio más de la cuidad de La Paz; con los techos de la prisión como montañas, la vida parece seguir más o menos su curso, aunque el espectador sienta algo que inquieta en este tan curioso barrio: una violencia subyacente.
Sin embargo, estos interesantes temas que toca Mondaca (temas que se han abordado y seguramente otros críticos lo seguirán haciendo) sólo nos muestran una dimensión del trabajo de este realizador. El cineasta también aborda un espacio que se podría llamar extrafílmico, pero que tiene una importancia capital para el cine: el de la distribución. A diferencia de la gran mayoría de los cineastas, Mondaca busca que su filme se maneje en los márgenes de la institucionalidad cinematográfica del país. El cineasta decide que Ciudadela no debe entrar en las grandes salas, sino que más bien debe exhibirse en centros culturales y en cineclubes. La elección es muy importante para el discurso que nos propone Mondaca: el cineasta pretende hacer que su filme no se quede simplemente en la banalidad, que no sea simplemente un artículo de rápido consumo que se pierda en la selva de las imágenes que se ven todos los días.
Acompañada de una exposición de fotos de Juan Gabriel Estellano (en el Centro Cultural de España en La Paz) Ciudadela busca convertirse en un fenómeno cultural que demuestre que el cine tiene la capacidad de despertar la reflexión del público a partir de una poética de la imagen. Es decir, se trata de explorar los espacios y los lugares para otro tipo de cine, que no tiene su cabida (y tampoco le interesa tenerla) en las salas comerciales de cine, puesto que su interés es otro: el placer estético, el cine como arte. (Sebastián Morales Escoffier)
(El jueves se proyectará en el Centro Cultural de España y desde el 7 de diciembre en centros culturales y cineclubes).
Películas en pocas palabras
007 Operación Skyfall
Daniel Craig vuelve a interpretar al agente 007, el más famoso del rubro, el más internacional de todos. James Bond vuelve a la pantalla grande y su retorno es espectacular. Una película de acción que desmitifica el mito y lo hace mayor a la vez. En Skyfall asistimos a la muerte y resurrección de Bond, pero no del modo en el que tantas veces lo hemos visto sobrevivir, sino de una manera mucho más dramática en la que la propia estructura del Servicio Secreto parece estar en total decadencia. Es que ha llegado el momento del relevo generacional. El director Sam Mendes logra complejizar la psicología de Bond y le asigna un halo de dolor que pocas veces hemos visto en las espaldas de 007. Para alcanzar un equilibrio ideal en este tipo de filmes, es necesario tener un villano a la altura del conflicto: aquí, Javier Bardem encarna al malo de un modo arrollador. El actor español supera con esta nueva interpretación aquella que hizo para los hermanos Coen en No es país para viejos (2007). Skyfall es una cinta destacable. (Claudio Sánchez )
Crepúsculo – Amanecer Parte 2
Es difícil poner en duda la rentabilidad comercial de la idea de dividir la última entrega de la saga Amanecer en dos partes, pero es igual de difícil validar su rentabilidad narrativa. El suspenso crecía desde el final de la primera parte de esta película: un crimen estaba a punto de cometerse con el nacimiento de la hija de Bella y Edward, los nuevos Cullen. Pasó un año y las intrigas amorosas del dúo protagónico de la saga hicieron crecer las expectativas de un público fanático como pocos: los adolescentes. Llegó el estreno y, con él, la decepción. No por el final mediocre de una saga mediocre, sino por la mediocridad de las intensidades, en lo comercial y lo narrativo. En pocas palabras, en esta película no pasa nada, o casi nada. Somos testigos de uno de los recursos más pobres a la hora de contar una historia: el del sueño o la visión de un personaje que sitúa lo probable, pero no lo real. Nada de lo que tiene que ocurrir ocurre. Todos viven felices y para siempre. Detestable final para una historia de vampiros. (Mary Carmen Molina Ergueta)
La desconocida (cine italiano)
El cine italiano ha creado tendencias diferentes: el neorrealismo es quizás la más importante y reconocida, aunque se han desarrollado subgéneros cinematográficos propios como el giallo, una exaltación del suspense y el terror. Las películas inscritas en este estilo tienen uno de sus más grandes exponentes en Dario Argento (El gato de las nueve colas, 1971) y su auge entre los años 70 y 80. En La desconocida, Giuseppe Tornatore recupera el giallo y pone en vigencia sus códigos y formas. En la película, la vida de una mujer es retratada con un manejo sorprendente del flash back: una migrante ucraniana en Italia recuerda constantemente el pasado y permite reconstruir la historia a partir de sus traumas. Tornatore vuelve a sus personajes infantiles como catalizadores de la trama y, en este caso, una niña es quien mira el mundo de los adultos sin verlo. Además, este director tiene un cómplice en todas sus películas: el compositor Ennio Morricone, que en este filme no defrauda. (Claudio Sánchez)
Etiquetas
películas, Ciudadela