Sociedad

Wednesday 15 May 2024 | Actualizado a 03:12 AM

‘El ser padre me cambió toda la vida’

Historias. En el día dedicado a ellos, seis papás comparten su experiencia con La Razón

Por La Razón

/ 19 de marzo de 2011 / 05:00

Jorge venció al cáncer y ahora lucha por la ‘niña de sus ojos’

«Si estoy en este mundo es por ella, la niña de mis ojos; hoy mi lucha en la vida es por ella y por mi esposa», afirma Jorge Lea Plaza (24), padre de Hadassah Lea Plaza (5 meses) y esposo de Tatiana Cabezudo (22).

En febrero del 2003, Jorge supo de los médicos que sólo le quedaban cuatro meses más de vida. Un tumor maligno que había afectado su rodilla izquierda se expandió y llegó a su hígado y pulmones. Para él, vivir ya no tenía sentido porque además de su condena de muerte los médicos le informaron que producto del tratamiento podría quedar estéril, pero él nunca perdió la fe.

Tras la amputación de su pierna izquierda y un año de sesiones de quimioterapia, venció a la enfermedad. Era el 2005 y su primer milagro se había cumplido. «Pesaba 36 kilos, me estaba muriendo pero vi la mano de Dios», cuenta.

REgalo. Superado el mal nada parecía más importante, pero de pronto se produjo el segundo milagro, tal cual lo había soñado su madre: Jorge tendría una hija, y en efecto así sucedió.

El 16 de octubre del 2010 Hadassah vio la luz y llenó de felicidad la vida de sus padres. Ya no había razones para entristecerse. «Mi hija es uno más de los motivos que tengo para luchar en la vida, (su nacimiento es) una de las cosas más bellas que me pasó, es mi motor de cada día», afirma con una sonrisa.

Hoy Jorge realiza su proyecto de grado en Ingeniería Ambiental, trabaja en una empresa minera y tiene planes, junto a Tatiana, de convertirse en pastores y viajar por diversos lugares para transmitir su experiencia y difundir la palabra de Dios. Ese Dios que, dice, le hizo conocer México para hacerse tomografías y Francia para adquirir una prótesis.

Hasta que Arnold nació, Freddy no soportaba a los niños

«Antes de que mi hijo naciera, y desde que tengo uso de razón, no soportaba a los niños pequeños, no toleraba que lloren, no aguantaba el ruido que hacían cuando jugaban, perdía la paciencia cuando hacían sus berrinches, realmente quería que alguien los callara», confiesa Freddy Quintanilla (30).

El abogado de profesión jamás pensó que ver a su hijo salir del quirófano y acariciar su pequeña mano por primera vez le cambiaría la forma de ver la vida.

«El nacimiento de mi hijo me ha cambiado completamente, me he vuelto mucho más sensible y paciente», afirma.
Freddy afirma que la intolerancia hacia los infantes era en todo momento, cuando estaba con sus amigos que llevaban a sus hijos e incluso cuando se reunía con sus primos.

Freddy recuerda que la vez en que su pareja, Teresa Carrasco (40), le dijo que sería padre, lo primero que se le vinieron a la cabeza fueron los cambios que debía enfrentar de ahora en adelante en la vida. Eran pensamientos «muy ligeros», afirma, sin embargo, cuando el niño nació todo tuvo sentido y hasta comenzó a hacer planes para su futuro.

‘El jefe’. Freddy Arnold Quintanilla (3) nació el 1 de octubre del 2007. «Dejé de ser hombre en muchos aspectos para convertirme en papá, todo lo que hago y quiero hacer es por él, para él», dice el papá. Tal es así, agrega, que ha decidido llamarlo «mi pequeño jefe». Freddy admite que siempre sucumbe ante cualquier pedido que el niño le hace. De hecho se convierte en su genio de la lámpara: «Me dice algo, yo lo complazco».

Los familiares cuentan que padre e hijo dependen mucho uno del otro, comparten cosas, gustos y hasta se esperan mutuamente en casa. Hoy, Freddy dice que aprendió a apreciar a los niños, y que disfruta mucho de la compañía de otros niños.

Hoy que es padre, Diego aprendió a valorar a los suyos
Mientras conversa con La Razón, Diego Claure Durán (32) entretiene a su niña, Adriana Micaela Durán (2), que está resfriada y con desgano. Junto a su esposa, Daniela Castellón (27), visitaron el hospital Materno Infantil para que su pediatra la atienda.

«Recién, por cosas como ésta, me doy cuenta del sacrificio que han hecho mis padres y eso es algo muy importante. Lo que rescato de ambos son las atenciones que han tenido conmigo, especialmente cuando de niño enfermaba, sin contar los gastos que implica ello».

Ahora que es papá, la experiencia le ha enseñado a valorar el trabajo. Recuerda la paciencia que sus padres le brindaron cuando él hacía berrinches, los momentos alegres que pasó cuando festejaban su cumpleaños y las sorpresas que le brindaban cada Navidad con su regalo favorito.

«Todo empezó con el nacimiento de mi primer hijo, Gabriel Ignacio Durán, de seis años. Es una experiencia tan interesante, uno no nace sabiendo ser padre, sino que aprende las cosas, es poco a poco», afirma.

Familia. Diego asegura que ahora su mundo gira en torno a su familia, la que siempre soñó, desde que estudiaba Filosofía, junto a Daniela. Él no lo niega, le fue un poco difícil aceptar su nuevo rol. Antes de asumir este compromiso, sólo pensaba en él, en terminar sus estudios y divertirse con sus amigos.

«Ser padre es tan interesante, no voy a mentir que representa cierto grado de dificultad, pero es una experiencia muy linda y tiene sus connotaciones, tanto biológicas como sociales, porque repercute en el pensamiento de una persona, ya que se vuelve adulto».

Diego y Daniela son maestros, ambos se comprometieron a trabajar por el bienestar de sus hijos porque desean que ellos tengan una vida tranquila. «Estamos luchando junto a mi esposa, ahora vivimos por ellos», enfatizó.

La entrevista se interrumpe porque Adriana empieza a llorar, entonces papá la carga en los hombros y mamá le hace mimos y sonidos para que sonría pese al malestar.

‘Soy padrastro, pero mis hijas me enseñaron a ser responsable’

Juan Carlos Venegas (44) recuerda que cuando aún era soltero su mundo sólo giraba en torno a él. «Al no estar comprometido, uno puede disponer de su tiempo y hacer lo que más le gusta, pero cuando acepté ser padre me di cuenta de la responsabilidad que debía asumir».

Fiorela (10) y Matiel García (16) son las hijas de su esposa Lourdes Vera, con quienes vive hace un año. La palabra «padrastro» no existe en su hogar, pues ellas lo consideran su padre y a la vez, él, sus hijas.

Juan Carlos nunca tuvo hijos, pero en la práctica ya es padre de tres, el primero de un antiguo compromiso y dos más en la actualidad. «Yo siempre he tenido debilidad por los niños, me llevo bien con ellos», dice.

«A medida que las conocí me fui encariñando con ellas, me enamoré de la que va a ser mi esposa, y por ende de las niñas, este amor vino en paquete», sonríe. Afirma que, al igual que Lourdes, él está pendiente de la educación de las niñas, de su salud, les aconseja cuando considera necesario e intenta darles un buen ejemplo.

Una de las cosas que más disfruta Juan Carlos es jugar con Fiorela. Antes de empezar la entrevista cuenta uno de esos momentos: «Llegué del trabajo al mediodía y quería descansar, pero no pude porque Fiorela comenzó a rozarme la cabeza con un plato lleno de helado, sentí el frío, me levanté y empezó a jugar con mi cabello, me llevo muy bien con ella». Al ser Matiel adolescente, él mantiene una distancia.

Regalos. Juan Carlos ya recibió su regalo por el Día del Padre. Fiorela le hizo una artesanía con botones y ligas. Éste es el segundo obsequio que la niña le entrega para celebrar esta fecha. El año pasado «fabricó» un bonito  portalápices donde se lee «Para mi papá Juan».

Algo que el padre, su compañera y las niñas disfrutan es salir de viaje a Coroico, donde tienen una propiedad de descanso. Son momentos agradables, dice el papá, más cuando Fiorela y Matiel le piden jugar juegos de mesa como Dominó y ver películas toda una tarde, junto a su mamá.

Gracias a su hijo, Yhony se convirtió en un papá cariñoso

Yhony Yasmany (26) abraza con ternura a su hijo Franz (3) cuando éste le dice «Papá, te quiero». Entonces se ponen a jugar con su celular. «Hola, ¿quién es?», pregunta el pequeño. »Soy yo, tu papi», responde él y ambos ríen. Entonces, Julia Quispe, la mamá, llega a su encuentro. Ambos la esperaban en puertas del Hospital Materno Infantil.

«Desde que tengo 23 años siento que soy más cariñoso», dice Yhony. El 28 de agosto del 2007, a las 23.00 horas, la vida de este migrante de la provincia Pacajes dio un giro de 360 grados. Ese día escuchó el primer llanto de su bebé en un hospital de la zona Santa Rosa (El Alto) y su comportamiento cambió. «Era para no creer», señala.

Recuerda que de niño veía a su padre sólo en las noches para intercambiar un saludo, ya que éste trabajaba todo el día en la agricultura para mantenerlo a él y a sus otros ocho hermanos.

«Mi papá no me daba mucho cariño, más se preocupaba de trabajar; no tengo tan bonitos recuerdos con él, más recuerdo a mi mamá, cuando me cuidaba y cocinaba para todos», indica. Ahora el es completamente distinto.

Dice que el cariño con su hijo «es automático» y que «el amor se gana con amor». Su fórmula es sencilla: «Le doy todo mi cariño (a mi hijo) complaciéndole en lo que se pueda, dándole muchos besos y abrazos, (diciéndole) palabras de aliento; no le dejo de decir ‘hijito te quiero mucho’ todo el tiempo».

Actitud. Yhony recuerda que antes de tener a su primogénito era bastante serio, incluso torpe para expresar sus sentimientos, además de rebelde. «Sólo pensaba en bailar y también consumía bebidas alcohólicas con amigos».

Sin embargo, esa etapa quedó atrás, «ahora mi Franz entiende mis actos, si tomo me pregunta: ‘¿Por qué estás tomando papá?’. Se preocupa, entonces ya no lo hago más y evito darle un mal ejemplo, realmente ahora entiendo el amor que uno puede sentir hacia el otro».

El también vendedor de autopartes en la zona de San Pedro espera traer al mundo un hermano para Franz, aunque por el momento planea su boda con Julia, también pensando en su niño. «Pienso  tener más bebés, pero esto va a depender de nuestra economía; si me va bien en mi negocio de repuestos para autos, lo tendré;  ahora no se puede pensar mucho en eso», expresa y se sonroja.

Una hija enferma alimentó el amor y fortaleza de José

José Velasco (28) ama ser padre. Disfruta cada minuto que pasa con sus hijos y esposa, y no se cansa de decir que «vivir con ellos vale la pena».

José es comunicador y tiene una pareja de niños: Aylín Velasco (7) y Alexis Velasco, de cinco semanas. Está casado con Wendy Lazarte (28) y recuerda que antes de su matrimonio pasaba el día «durmiendo hasta la hora que quería», hasta que le tocó asumir la responsabilidad de la paternidad, con el agregado de que su primera hija presentó problemas de salud. Sin embargo, esto le hizo valorar aún más la vida y ahora pasa el mayor tiempo posible con su familia, en especial con Aylín.

Ella sufre de epilepsia (trastorno neurológico que deja una predisposición en el cerebro para generar convulsiones recurrentes) desde que tiene cuatro años. Recuerda que  Wendy presentó eclampsia (complicación en el embarazo caracterizada por hipertensión arterial) y la bebé nació con dos kilos de peso y 43 centímetros de tamaño. Ella actuaba como una niña normal hasta el día en que presentó sus primeras convulsiones. «Estábamos almorzando, entonces ella fijó la mirada, se puso tiesa y sintió que le faltaba oxígeno», cuenta José.

Tras una semana  internada en un hospital, los médicos le dijeron que sufría de esta enfermedad y que esto podría haberse originado en las complicaciones en su gestación. Aylín también presenta infección urinaria (gérmenes en la orina) e hipertensión pulmonar (presión arterial pulmonar).

«De joven nunca pensé que me iba a pasar esto, pero si Dios me lo ha dado, (entonces) es un desafío para que salga adelante; disfruto la vida, soy feliz siendo padre; mis hijos son mi mejor regalo», señala José.

Día a día. Por las mañanas lleva y recoge a su hija de la escuela  (en Ciudad Satélite, El Alto), y como trabaja por la noches, le ayuda a realizar sus tareas todas las tardes.
Cuando hablamos con él, una caja de lápices de colores estaban sobre la mesa, además de dos cuadernos, un libro, una goma y un tajador. Padre e hija estaban listos para revisar —como es costumbre— lo avanzado en la escuela. Luego, ambos salieron a dar un paseo e ir a jugar al parque.

Día del padre y  otros festejos en el país y el mundo

Papás
Se recuerda a San José
-En Bolivia se celebra a los padres cada 19 de marzo porque el calendario santoral señala que hoy está dedicado a San José de Nazareth, padre adoptivo de Jesús.

Carpintero
También en honor del santo
-En esta jornada, y también inspirados en San José, se agasaja a todos los carpinteros del país, dado que el santo mantenía a su familia con este oficio.

Radialistas
Un festejo desde 1958
n En 1958, la ciudad de Cochabamba fue sede del 1er Encuentro Nacional de Radialistas en el que el gremio tomó la decisión de celebrar su día cada 19 de marzo.

Festejo en junio
Una costumbre regional
-En la mayor parte de los países de América Latina, al igual que en Estados Unidos, Canadá y Perú, el   Día del Padre se celebra el tercer domingo de junio.

Festejo escolar
Los niños arman la fiesta
-Cada año, en esta fecha, los estudiantes del país preparan actos para agasajar a papá; la mayoría se desarrolló ayer y los niños prepararon sus propios regalos.

Oferta de productos
El comercio se mueve
-A diferencia del Día de la Madre, el festejo a los padres solía ser muy discreto y austero, pero en el último tiempo, el mercado se sumó a la fiesta con diversas ofertas.

Alemania
Dos celebraciones
-En Alemania hay dos celebraciones relacionadas con el Día del Padre. El Vatertag, que se festeja el 21 de mayo, y el Herrentag, que consiste en un viaje sólo de varones.

Origen
La idea original
-Joan Dood propuso la idea del Día del Padre en 1909. Con ello quería que existiera un día especial que honrara a su progenitor, William Dood, veterano de guerra.  

Otros países
Fechas diferentes
-En Brasil se celebra el Día del Padre cada segundo domingo de agosto; en Guatemala y El Salvador el 17 de junio y en República Dominicana el último domingo de julio.

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Día del Periodista

Por La Razón

/ 12 de mayo de 2024 / 00:57

El 10 de mayo, las y los periodistas de Bolivia recordamos nuestro día. ¿Hay algo que celebrar?, nos preguntamos. Y sí, existen motivos. Pero también hay nubarrones para el oficio. Por ello, más allá de los homenajes, fue un día de balance y reflexión. ¿En qué condiciones realizamos nuestra labor? ¿Cuánto aportamos a la conversación pública en democracia? ¿Cómo nos ve la sociedad?

Hace más de ochenta años, en 1938, el presidente Germán Busch promulgó un decreto supremo – luego elevado a rango de ley– que creaba la Caja de pensiones, jubilaciones y montepíos de los trabajadores asalariados de la prensa. No fue una concesión, sino una conquista como resultado de años de exigencia de derechos. Así, el 10 de mayo fue declarado Día del Periodista. Tiempo después, en 1953, un decreto supremo del presidente Víctor Paz Estenssoro estableció ese día como feriado para los periodistas.

De ese modo, cada 10 de mayo las y los periodistas revindicamos nuestro oficio y recibimos homenajes, salutaciones, reconocimientos. Es como un día destinado a elogiar el lugar que ocupa el periodismo en una sociedad democrática. Celebramos pues que, pese a dificultades y condiciones adversas, seguimos en el empeño diario de brindar información y opiniones como insumo para la deliberación colectiva. Sostenemos asimismo la necesidad de garantizar la libertad de expresión y el derecho a la información.

Pero el Día del Periodista es, o debiera ser, además, una ocasión propicia para el balance, para mirarnos puertas adentro y evaluar nuestro desempeño. Este ineludible ejercicio frente al espejo no puede ser autocomplaciente ni tampoco de solo flagelación, sino autocrítico. Para empezar, es importante evaluar las condiciones difíciles, a veces precarias, en las que estamos realizando nuestro trabajo, en un contexto donde las nuevas tecnologías digitales plantean serios desafíos a los medios de comunicación.

Es preocupante asimismo para el oficio periodístico el escenario de crisis no solo político-institucional en el país, sino también la complicada situación económica. Trabajamos en medio de la incertidumbre, sin horizonte de futuro. Y somos parte de la persistente polarización, que bloquea el diálogo plural y dinamita los puentes de encuentro. Diferentes estudios de opinión señalan que la ciudadanía y los liderazgos ven a los medios como promotores del enfrentamiento. Y hasta nos perciben como actores políticos.

¿Cuánto estamos contribuyendo, en el día a día, a la convivencia en democracia? ¿Cómo mejorar nuestras condiciones de trabajo, libres de presiones y amenazas? Y la pregunta esencial: ¿estamos haciendo buen periodismo, conforme a nuestros códigos de ética o, más bien, un periodismo instrumental, con arreglo a nuestra propia agenda y otros intereses? Hay que celebrar el Día del Periodista con llamamiento urgente para cuidar el oficio y, entre otras cosas, frenar la degradación de nuestras asociaciones. 

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El MAS y la crisis

La democracia, o las formas que la hacen legítima, importan cada día menos

Por La Razón

/ 9 de mayo de 2024 / 06:39

Para nadie debe ser desconocido que el Movimiento al Socialismo (MAS) es la fuerza política más importante de las últimas décadas y el único partido con estructura y potencia suficientes para intervenir en todas las esferas de la vida pública. Sin embargo, precisamente por estos atributos, la feroz lucha que han desatado sus dirigentes no solo afecta al partido, sino a todo el Estado.

Más tardó en terminar el X Congreso del partido, el domingo, en la ciudad de El Alto, convocado por el “ala arcista” del partido, que portavoces del “ala evista” en descalificar el encuentro de la peor forma posible y amenazar con todo tipo de recursos, legales y no, para impedir que las decisiones acordadas lleguen a materializarse.

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No es para menos: se ha elegido a un nuevo jefe nacional del partido, honor que recayó en Gróver García, dirigente de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), afín al presidente Arce, y se ha decidido revisar el estatuto del MAS para eliminar la disposición que concede la dirección vitalicia del partido al expresidente Evo Morales y para eliminar la restricción de antigüedad como militante para asumir cualquier candidatura.

Para que el congreso masista pudiese llevarse a cabo y que contase con la presencia de veedores del Tribunal Supremo Electoral (TSE), hizo falta que una Sala Constitucional de La Paz ordenase al Órgano Electoral cumplir con el artículo 30 de la Ley de Partidos Políticos. Entre analistas y opinadores de todas las tendencias hubo consenso en que se trata de un nuevo “fallo a la carta”, de los que menudean desde que los magistrados del Órgano Judicial decidieran autoprorrogarse.

A esta evidente muestra de injerencia de un órgano sobre otro (primero el Ejecutivo sobre el Judicial y luego éste sobre el Electoral), se suma la cantidad de ocasiones en que delegados y portavoces del evismo han descalificado al TSE y sus resoluciones por ser contrarias a sus intereses y expectativas. La democracia, o las formas que la hacen legítima, importan cada día menos.

Súmese a este estado de cosas la previsible pugna que se desatará en la Sala Plena del TSE cuando algunos vocales intenten incidir en favor de uno u otro aspirante a candidato. Entonces, las acusaciones y descalificaciones que hoy se sugieren, serán amplificadas, dañando de manera feroz la credibilidad y reputación del órgano llamado constitucionalmente a administrar los procesos que dan sustento al sistema democrático boliviano y a dar legitimidad a las autoridades electas.

A estas alturas de la lucha es, pues, evidente que sin importar el tono y el contenido de los mensajes que una y otra facción del MAS publicitan, lo verdaderamente central para ambas partes es asegurar que el candidato propio llegue a la papeleta y/o que el contrincante no lo logre. Si para tal fin tienen que terminar de romper la institucionalidad del Estado, no dudarán en hacerlo, y eso son malas noticias.

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Democracia en riesgo

Por La Razón

/ 5 de mayo de 2024 / 00:34

La reciente decisión de una sala constitucional en torno al “congreso del MAS-IPSP” convocado por dirigentes de la facción arcista constituye una tosca injerencia en las competencias del TSE. Y cruza un límite que pone en riesgo no solo la institucionalidad electoral, sino la propia democracia. Es fundamental ponerle freno antes de que conduzca a una deriva autoritaria.

 Una de las condiciones fundamentales de un Estado de Derecho es la autonomía e independencia de los órganos del poder público, además de su separación. Cuando uno o más órganos se subordinan a otro o surge una especie de suprapoder, esa estructura y organización funcional del Estado se resquebraja. Asimismo, cuando el sistema de gobierno empieza a depender de decisiones arbitrarias e inconstitucionales, la democracia está en riesgo. Estamos transitando ese muy peligroso umbral en el país.

En nuestro proceso de construcción y reforma estatal, no es nuevo que el Legislativo dependa de los mandatos del Ejecutivo. Tampoco es raro que la administración de justicia esté subordinada al poder político y a poderes fácticos. Lo crítico es que surja un suprapoder que imponga sucesivos fallos por fuera del marco constitucional y pisoteando la institucionalidad democrática. Desde el año pasado hay un suprapoder en Bolivia que, en consorcio con actores políticos, opera desde el TCP y algunas salas constitucionales.

A punta de sentencias, declaraciones y autos constitucionales, y algunas acciones de defensa, un arriesgado suprapoder está llevando a límites insostenibles el funcionamiento de los órganos del poder público y del sistema de gobierno. Así, bloquearon las elecciones judiciales, suspendieron las funciones de fiscalización de la ALP, se autoprorrogaron, beneficiaron a terratenientes y ahora están emitiendo “instrucciones” sobre las organizaciones políticas y los procesos electorales. Es inaceptable.

Es muy complicado y sensible para el TSE gestionar las disputas internas en los partidos, en especial en este momento la batalla entre facciones en el MAS-IPSP. Debe hacerlo en estricto cumplimiento de la Ley de Organizaciones Políticas y de los estatutos partidarios. ¿Qué ocurre cuando una sala constitucional, desde su filiación política, impone acciones que violan la normativa y vulneran las atribuciones del organismo electoral? Eso es lo que acaban de hacer, sin sonrojarse, los vocales Campero y Angles.

En un pronunciamiento difundido este viernes, las autoridades del Órgano Electoral Plurinacional exigen con timidez el respeto a la independencia de poderes para garantizar la democracia en el país. No es una exigencia menor. En realidad, se está advirtiendo que, si magistrados y jueces continúan perforando el sistema y la institucionalidad electoral, la democracia boliviana está en riesgo. Es fundamental que la disputa política no termine derrumbando el orden constitucional y el régimen democrático.

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Elección en suspenso

Las reacciones luego de conocido el fallo revelaron, cómo no, una nueva fuente de incertidumbre

Por La Razón

/ 2 de mayo de 2024 / 06:16

Como se decía días atrás en este mismo espacio, hace mucho que actores políticos y operadores judiciales están empeñados en frenar sin fecha las elecciones judiciales. El más reciente fallo constitucional ordena no solo paralizar el proceso, sino devolverlo al inicio y comenzar con una nueva ley de convocatoria; el argumento es la defensa de derechos, pero la intención tal vez no.

El 18 de abril, Yeny Duri, dirigente indígena y abogada, candidata eliminada en el proceso de preselección, presentó una acción popular en la que denunció que las aspirantes indígenas de Pando no recibían un trato equitativo en comparación con las de otros departamentos, señalando la falta de oportunidades equitativas en el proceso de preselección. La Sala Constitucional Primera de Cobija emitió el lunes una medida cautelar que suspendió el proceso de preselección en curso y luego, el martes, dictaminó que el proceso de preselección debía dejarse sin efecto completamente, argumentando que la convocatoria inicial no había considerado adecuadamente la inclusión de mujeres e indígenas, e instruyó elaborar una nueva.

Lea: ¿EJ en septiembre?

La reacciones luego de conocido el fallo revelaron, cómo no, una nueva fuente de incertidumbre, pues si bien hay voces, como la del expresidente Eduardo Rodríguez, quien argumentó que la Sala Constitucional de Cobija era incompetente para emitir tal fallo y que sus razonamientos eran improcedentes, sugiriendo que la Asamblea Legislativa debería continuar con el proceso de preselección, la Comisión Mixta de Constitución decidió entrar en cuarto intermedio hasta hoy, a la espera de la notificación oficial del fallo.

El Presidente de la Comisión, Miguel Rejas, del MAS, afirmó que la intervención de la Sala es una «aberración» y criticó duramente a los vocales que concedieron la tutela a la candidata Duri; dijo también que el fallo fue resultado de manipulaciones por parte de vocales y jueces, sugiriendo que algunos de ellos habían sido influenciados por quienes presentaron amparos.

A su vez, la senadora Andrea Barrientos indicó que el fallo de la Sala es «ilegal e inaplicable» y que ninguna sala constitucional tiene la competencia para declarar la inaplicabilidad de una ley, especialmente de la Ley 1549, que ha pasado por control constitucional y cuenta con amplio respaldo legislativo. El diputado por Creemos Leonardo Ayala argumentó que la decisión vulnera los derechos de los más de 400 postulantes habilitados para el proceso de preselección. El Presidente Nato de la Asamblea, como es habitual, no apareció.

La interminable sucesión de recursos judiciales y constitucionales, sumada a la incapacidad de las y los legisladores para acordar un plan de acción capaz de superar los obstáculos que unos y otros ponen en el camino, muestra todo, menos voluntad política, para cumplir con el mandato constitucional de realizar la elección de autoridades del Judicial. Mientras tanto, el sistema judicial boliviano se hunde irremediablemente.

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¿EJ en septiembre?

Por La Razón

/ 28 de abril de 2024 / 00:18

Renovadas acciones de amparo y medidas cautelares están paralizando nuevamente y dejan en incertidumbre las Elecciones Judiciales (EJ). Según lo establecido en la ley transitoria, este 5 de mayo debe concluir la fase de preselección de postulantes en la Asamblea Legislativa Plurinacional. Y el TSE anunció que la votación popular sería en septiembre. Hay duda sobre tales plazos.

Desde hace un año, el proceso electoral para renovar el Órgano Judicial y el Tribunal Constitucional está a la deriva. Según el mandato constitucional, las elecciones debieron realizarse en 2023. Pero políticos y operadores del sistema, en especial del TCP, se encargaron de frenar, congelar y a la postre postergar la elección. Como no se eligieron nuevas autoridades, los actuales magistrados (cuyo mandato ya se cumplió) decidieron autoprorrogarse. Fue como un guion escrito desde el principio para boicotear el proceso.

Como efecto de un bloqueo de caminos realizado en enero, finalmente la bancada oficialista en la Cámara de Diputados viabilizó las truncadas elecciones. Se aprobó entonces una ley de consenso que trazó la ruta, sus fases y los plazos tanto para la preselección a cargo de la ALP como para la votación bajo responsabilidad del TSE. Así, se publicó la convocatoria, se recibieron más de 700 postulaciones, se verificaron requisitos y se resolvieron las inhabilitaciones. Hasta ahí todo conforme a lo previsto.

En medio de la evaluación de méritos, incluida una prueba de conocimientos, varios postulantes inhabilitados por incumplir requisitos activaron demandas en la justicia para la reconsideración de sus casos. Todas esas acciones prosperaron dejando en suspenso el proceso de preselección de postulantes. Y el plazo corre. Luego de calificar los méritos, la Comisión Mixta de la Asamblea debe aprobar su informe, que será la base para la elección, por dos tercios, en sesión plenaria. Queda solo una semana.

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Es evidente que algunos actores políticos y operadores judiciales están empeñados en frenar sin fecha, nuevamente, las elecciones judiciales. Sería desastroso para la institucionalidad en el país en un contexto de alta desconfianza y de crisis. Por ello es sensato que la Comisión Mixta retome el proceso desde mañana. Tampoco sería una buena señal que se amplíen los plazos, ya que ello implica postergar la votación popular (quizás hasta octubre, lo que se superpone con las elecciones primarias).

Todos sabemos que las elecciones judiciales no solucionan la crisis del sistema de administración de justicia, pero al menos implican cumplir la Constitución y evitar que los autoprorrogados continúen degradando aún más el Estado de Derecho con sus decisiones a la carta. Por ello es fundamental que la ALP culmine pronto su trabajo de preselección con voluntad política y madurez democrática. Luego será el turno de la ciudadanía en las urnas. Y seguirá en agenda la cada vez más urgente reforma estructural del sistema.

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