Sociedad

Tuesday 21 May 2024 | Actualizado a 07:35 AM

Historias de niños virtuosos

Cuatro niños con talentos extraordinarios se destacan en matemáticas, computación y radiodifusión. Los especialistas creen que hay que estimularlos para que crezcan

Por La Razón

/ 12 de abril de 2011 / 05:00

Andrea Quispe, Julián Paniagua Finot, Adrián Quispe y Gonzalo Mamani son niños con cualidades especiales que demuestran que con estudio y mucha dedicación se puede ser un niño virtuoso. «Tienen que practicar y escuchar siempre lo que les dicen», aconseja Andrea, la niña que se destaca en matemáticas.

Julian Paniagua, un pequeño MacGyver del siglo XXI, cree que la práctica hace al maestro y así lo demuestra con las computadoras que son sus amigas. «Es muy fácil hacer una página, yo lo hago en dos horas nomás», afirma, quien además escribe cuentos, toca piano y dibuja.

Para Adrián Quispe, la clave está en el empeño que uno le debe poner para aprender, y él además lo hace jugando. Por ello quizás pregunta en casa si puede ir a sus clases de matemáticas, también los domingos, cuando muchos de su edad juegan.

En tanto, para el conductor del programa radial dedicado a los niños Gonzalo Mamani, que acaba de cumplir 13 años, el secreto de todo está en la lectura. «Tienes que leer mucho y así sabrás más. Yo lo hago porque, además, tengo que informar con palabras sencillas a mis amiguitos que me escuchan».

Hasta 2011. La madre de familia Eufemia Agramont desconocía de la existencia de un viceministerio en el Ministerio de Educación que puede ayudar ahora a sus dos niños Adrián y Andrea. Algo similar pasa con Vanessa Finot, la madre de Julián, con un coeficiente intelectual de 192 y Sebastián (cuatro años) que tiene 187.

«Desde prekínder que mis hijos van al centro Larusimay y por eso aprendieron mucho, porque en las escuelas formales no hay este tipo de educación. Ellos ahora están muy adelantados que sus compañeros», reconoce Eufemia.

Finot inscribió a su hijo Julián, de 10 años, al Colegio Internacional del Sur (Colesur), hasta antes de ello confiesa que pocos maestros entendían las capacidades de su hijo. «Por eso asistí a un encuentro en Santa Cruz el año pasado para exponer sobre los niños con talento superior y niños superdotados. Yo fui como madre de familia y esa vez se discutía la Ley Educativa Avelino Siñani», contó Vanessa Finot.

En el Ministerio de Educación informaron que pronto nacerá un centro para estos pequeños. «Desde este año (probablemente junio) les daremos mayor atención como Estado», sostiene el viceministro de Educación Alternativa y Especial, Noel Aguirre. Hasta el 2011, únicamente entidades privadas prestaban atención a estos niños. «Hace mucha falta, eso va a ser de gran ayuda y no creía que iba a ser ya pronto», agradece Finot.

Por estos días se arma toda la estructura administrativa con especialistas de diferentes disciplinas para dar atención a estos niños en los departamentos del país.

Para la psicóloga Narda Álvarez, que trabajó en el Hogar Virgen de Fátima, se debe buscar además ambientes donde estos niños puedan sentirse estimulados. «Debe ser un sitio donde ellos se sientan productivos, debe ser un lugar donde exista además una retroalimentación y un personal muy preparado», recomienda. Mientras tanto, los niños desarrollan sus grandes capacidades.

Otros detalles del tema

Unidad
El número telefónico del Viceministerio de Educación Alternativa que iniciará un diagnóstico de los niños con talento desde junio, es el 2443874.

Los niños
Los pequeños a los que visitó La Razón son, en algunos casos, poco comunicativos, pero muy inteligentes. Unos mostraron sus habilidades sin ninguna dificultad y otros con algo de recelo. En sus escuelas son considerados niños adelantados al resto de sus compañeros.

Julián Paniagua es un as con las computadoras a sus diez años

Julián Jossué Paniagua Finot (10 años) nunca vio la serie televisiva MacGyver, el recordado personaje que brillaba por habilidad e inteligencia, pero este niño paceño suma además creatividad a sus habilidades naturales con la computadora. 

Es tímido, habla poco, pero al frente de un ordenador muestra todas sus virtudes para crear páginas web. Desde enero hasta la fecha creó unas diez. «Cuando mis papás compren un servidor ya lo van a poder ver (en la red)», sostiene el además escritor, dibujante y pianista.

«Mi hijo tiene un Coeficiente Intelectual (CI) de 192 y Sebastián (cuatro años) tiene 187; son superdotados», afirma con orgullo su madre Vanessa Finot. El normal es entre 90 y 100.

«REFÁCIL» Para Julián, el secreto para crear una página web es sencillo o «refácil», como dice él. La clave está en saber manejar las herramientas. A continuación escribe: http://www.tuprosociety.com/ desde donde empieza a crear una página.

A sus dos años ya sabía manejar la computadora, a los tres años un programa y a los cuatro sabía leer y escribir. «A diferencia de otros niños, Julián, además de divertirse con sus juguetes, los analizaba y se quedaba viéndolos», dice su madre.

Julián es autodidacta y después de haber aprendido a desarmar y armar una computadora, le pidió a su padre Hans el diseñar su propia página. Sin saber, desbloqueó los sistemas del juego Lego Indiana Jones, la versión en línea de la película Indiana.  Los padres del niño son psicólogos, pero a Hans le encantan las computadoras.

Alumno del cuarto de primaria del Colegio Internacional del Sur (Colesur), a Julián no le gusta el fútbol y por estos días aprende jiu-jitsu, un arte marcial muy desarrollado en Brasil. Su última travesura fue darle sonido a las imágenes que su cámara captó ayudado por su MP4, digno quizás de un pequeño MacGyver.

Adrián Quispe es un genio en matemáticas con tan sólo ocho años

A sus ocho años, uno de los mejores amigos de Adrián Quispe Agramont es el libro Baldor, de álgebra. Mientras resuelve un ejercicio de simplificación de fracciones, cuyos términos no puedan factorizarse fácilmente, el niño sostiene que con práctica y disciplina no hay problema que no tenga solución.

Hincha del club Bolívar y fanático del juego de coches de carreras Hot Wheels, Adrián puede resolver problemas que niños de su edad no pueden. «Trabaja en fracciones, decimales y polinomios de grado cinco que un adolescente de 15 años recién lleva», explica Julián Eguino, desde el centro Larusimay que brinda apoyo sicológico y pedagógico con su programa Genios Matemáticos. Adrián cursa el tercero de primaria, pero sabe álgebra de primero de secundaria. 

PRÁCTICA. Ganador de una Olimpiada Matemática en el 2010, Adrián considera que con la práctica uno se hace maestro. «No era tan difícil y ahora estoy esperando que haya un nuevo concurso para presentarme», dice con algo de timidez. Su maestro recuerda que en ese centro no forman niños-calculadora, sino personas analíticas. Para su madre Eufemia Agramont, el secreto está en el empeño que Adrián le pone a todo lo que hace y en el apoyo que le dan junto a su esposo Oscar Quispe. «Desde pequeñito Adrián era siempre muy curioso y tenía interés por aprender todo. A los tres años ya aprendía inglés y luego oratoria. Está en este centro desde sus cuatro años y medio», recuerda.

Hace tres fines de semana, Adrián fue con sus padres y su hermana Andrea a ver  la película El oso Yogui, pero hubo un domingo en el que quiso venir a pasar clases de matemática. «Yo creía que él se cansaría, pero le gusta aprender así: jugando», resume Eufemia.

Su madre aún le teme al libro de matemática de su hijo. «Todos hemos caído en las garras de Baldor», Adrián no piensa lo mismo. «Esto se puede aprender jugando», sintetiza.
 

Gonzalo Mamani es un pequeño que lleva su voz para dar vida a La Colmena

Gonzalo Mamani Condori usa el micrófono para informar a los niños. Acaba de cumplir 13 años y para su edad es un gran conocedor de la radio al frente del programa La Colmena.

La voz de Gonzalo se oye en las provincias de La Paz, Chuquisaca y Cochabamba con contenidos dirigidos a los niños. «En nuestro sector que se llama Chiquitín doy las noticias con palabras sencillas para que nos entiendan nuestros oyentes», revela el pequeño radialista mientras lee un libreto que él mismo escribió.

MÚSICA. La historia de Gonzalo y la radio se remonta al 2009. A fines de ese año tocaba la tarka con sus amigos y su maestro de música en el edificio Dos Torres, de La Paz. Ahí le contactaron con Eco-Jóvenes y en enero del 2010 llegó hasta el centro.

«Gonzalo ahora puede hacer notas, redacta libretos, realiza despachos y también efectúa entrevistas siempre con contenidos dirigidos a los más pequeños. Aportamos al desarrollo integral para que sepan sus derechos y exijan sus derechos, pero también para que sepan cuáles son sus deberes», resume el director ejecutivo de Eco-Jóvenes, Carlos Mamani Jiménez. Una vez a la semana, Gonzalo y su hermano Ronald (11) dan vida a los sectores: Chiquitín en La Colmena, A Zumbar Abejas, Abejas Exploradoras, Bolivia de Flor en Flor y Corazón Planeta.

Sin embargo, el niño de octavo curso del colegio Mercedes Belzu, de la zona Ballivián en El Alto, quiere ser o militar o tener una profesión independiente. Recibe el apoyo de sus padres Mario Mamani (profesor de lenguaje) y Elizabeth

Condori, famosa por su refresco de linaza.
Gonzalo cree que la lectura es la base para todo y mientras se prepara para dirigir en meses más el programa Radar Juvenil se despide de sus oyentes. «¡Ya pasaron los 59  minutos! Ya el productor nos está diciendo que acabó el programa, pero nos veremos la próxima semana. ¡Chau!, ¡chau!, ¡chau!…».

Andrea Quispe es una niña que disfruta con los ejercicios de matemáticas

Andrea Quispe Agramont tiene un récord en matemáticas. A sus seis años, la niña sólo tuvo seis errores en 200 cálculos, lo que significa 97 por ciento de precisión.

La niña de primero de Primaria puede resolver ejercicios que niños de 10 años aprenden a solucionarlo. ¿Qué cuánto es -33+8? Es sencillo eso da: -25″, responde la pequeña detrás de una chompa verde y un buzo violeta.

A diferencia de su hermano Adrián, de ocho años, Andrea comenzó en las matemáticas un poquito más tarde, pero aún así es muy hábil para cualquiera de las operaciones básicas, cualidad a la que suma además el saber leer y escribir con facilidad.

«Es muy independiente. Hace solita sus tareas y prepara sus cuadernos y su mochila por su cuenta», sostiene su madre Eufemia Agramont, una abogada de profesión y añade: «Andrea es una adelantada con relación a otras niñas  de su misma edad».

SECRETO. Ya sea una pequeña pizarra o con la computadora, Andrea es como un pez en el agua cuando de ejercicios de matemáticas se trata. «Tienen que practicar y escuchar lo que dicen», sostiene en voz baja, la niña a la que le gusta además pintar princesas. 

Para este Día del Niño, su madre le prometió que saldrán a pasear y a comer algo rico. «Ojalá sean salteñas», desea la niña que el 12 de marzo cumplió seis años.

Andrea toma un marcador y resuelve un ejercicio con largas cifras y luego regala una sonrisa. Su maestro, Julio Eguino, del centro de apoyo psicológico y pedagógico Larusimay destaca las cualidades de su alumna. «Los niños aprenden a multiplicar sin saber qué están haciendo y cuando han terminado se le pone un nombre y se les dice esto es multiplicar».

La niña acompaña a su hermano a las clases de los Genios Matemáticos, pero para ella esto es un juego y le encanta. Mientras Adrián resuelve problema de álgebra, ella disfruta con sumas, restas, multiplicaciones y divisiones. «No es una calculadora, pero es muy eficiente», dice Eguino.

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Dilemas opositores

Por La Razón

/ 19 de mayo de 2024 / 00:12

Un reciente estudio de opinión pública realizado por el Celag en el país revela importantes percepciones respecto a la oposición política. Estos datos son significativos en medio de los dilemas de las dirigencias opositoras en torno a su reiterado discurso de unidad versus sus prácticas divisorias. Corre cuenta regresiva para las definiciones rumbo al próximo ciclo electoral.

 La encuesta del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (Celag) incluye tres preguntas sobre el campo de la oposición. Las tres son críticas. La primera tiene que ver con la mentada unidad. ¿Podrá la oposición política unificarse para las elecciones generales 2025? Solo el 28% de las personas consultadas cree que habrá unidad. Hay, pues, un sentimiento mayoritario de escepticismo respecto a la posibilidad de que la oposición logre un candidato único o un frente amplio.

La segunda pregunta se refiere a la expectativa de los votantes opositores sobre el candidato o dirigente más capacitado para derrotar al MAS en las urnas. El 58% de los encuestados espera un candidato nuevo, reniega de las actuales opciones o no sabe. El apoyo a los candidatos en escena (Reyes Villa, Mesa, Cuéllar, Camacho, algún empresario) es muy bajo y estadísticamente irrelevante. No son buenas noticias para la oposición: la gente ve división y ausencia de un liderazgo ganador.

La tercera indagación de opinión pública del Celag es la más sensible. Casi dos tercios de las personas consultadas, nada menos, afirma que cuando la oposición pierde elecciones “no reconoce su derrota y está dispuesta a generar violencia”. Esta conducta antidemocrática de no reconocimiento del resultado electoral y falta de respeto a la institucionalidad, quizás se deba a que algunos candidatos opositores proclaman “fraude” cuando pierden elecciones. Y a veces lo hacen por anticipado, como en 2019.

Estas percepciones mayoritarias de la ciudadanía respecto al actual campo de la oposición son preocupantes. Más todavía en el actual contexto, degradado y contaminado por la división interna en el oficialismo. Y nos lleva a preguntar en qué condiciones llegará el país al próximo ciclo electoral: con un MAS-IPSP fracturado, muy lejos de ser nuevamente un partido dominante; y una oposición fragmentada, que reafirma su debilidad, su carencia de líderes y su falta de propuestas. El escenario es incierto.

Una democracia de calidad requiere partidos democráticos, líderes representativos y sólido pluralismo político, entre otras condiciones. Ello implica que tanto el oficialismo como las oposiciones deben consolidar sus estructuras partidarias, renovar liderazgos y, en especial, diseñar proyectos de futuro y plataformas programáticas. Nada de eso ocurre a poco más de un año de las elecciones 2025. Hoy la disputa política, entre la división, la polarización y la fragmentación, está concentrada en las minucias. Urge cambio de rumbo.

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Riesgo de convulsión

De nada sirvieron las escasas y tardías explicaciones de algunas autoridades, el rumor había echado raíces

Por La Razón

/ 16 de mayo de 2024 / 06:25

En menos de una semana, el Gobierno promulgó un decreto supremo y lo abrogó debido a amenazas de movilizaciones y actividades de protesta contra la norma, que, como tantas otras, no había sido promocionada y mucho menos socializada, lo cual permitió que circule abundante desinformación que galvanizó las posiciones de rechazo. El Gobierno dio el paso atrás para evitar la “convulsión”.

Se trata del DS 5143, creado, según autoridades de gobierno, para transparentar los trámites de propiedades en las oficinas de Derechos Reales y desburocratizar el procedimiento, que actualmente puede tardar hasta dos o tres años. Según el viceministro de Defensa del Consumidor, el decreto disponía la bancarización, para pagos en línea, y la interoperabilidad, para el cruce de información entre gobiernos municipales, el Servicio General de Identificación Personal (Segip) y el Servicio de Registro Cívico (Serecí); además, se trataba de la actualización de un decreto promulgado durante el gobierno de Carlos Mesa en 2004.

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Nada de esto es lo que se discutía en las calles y centros de reunión de opositores: se especuló que el decreto serviría para posibilitar la intromisión del Estado en la administración y la tenencia de la propiedad inmueble de privados o que exigiría una nueva certificación para trámites de compra-venta. De nada sirvieron las escasas y tardías explicaciones de algunas autoridades, el rumor había echado raíces y se multiplicaban las amenazas de movilizaciones.

Más tardó el Presidente en anunciar la abrogación de la norma que los líderes de las únicas dos fuerzas políticas con representación parlamentaria en salir al espacio público y celebrar la “derrota” del Gobierno. En tiempos de política de suma cero, poco o nada importa la relevancia o necesidad de políticas públicas: todo se reduce a imponer las ideas propias y evitar a cualquier costo las opuestas. Agréguese a ese estado de cosas una gestión gubernamental llena de contradicciones y se produce lo que tantas veces se ha lamentado en este mismo espacio: pérdida de confianza de la población en las instituciones gubernamentales.

La creciente conflictividad, las dirigencias opositoras claramente orientadas a la solución por el desastre y la incapacidad gubernamental para crear y sostener alianzas y consensos (excepto cuando se trata de apropiarse del partido político), son un buen caldo de cultivo para la convulsión, lo cual no significa que haya, en realidad, planes para provocarla y forzar la caída del Gobierno.

En tiempos cuando menudean los discursos desinformadores y polarizadores, además de la memoria reciente de hechos sediciosos, es tentador acusar a la oposición, o a agentes no identificados, de buscar la convulsión; sin embargo, también suele ser evidente que los conflictos pueden ser fabricados con el propósito de influir sobre el ánimo de la población. Identificar quién gana más con la polémica, el conflicto y la abrogación del mentado decreto serviría para señalar quién es el más interesado en que haya miedo por la amenaza de convulsión.

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Día del Periodista

Por La Razón

/ 12 de mayo de 2024 / 00:57

El 10 de mayo, las y los periodistas de Bolivia recordamos nuestro día. ¿Hay algo que celebrar?, nos preguntamos. Y sí, existen motivos. Pero también hay nubarrones para el oficio. Por ello, más allá de los homenajes, fue un día de balance y reflexión. ¿En qué condiciones realizamos nuestra labor? ¿Cuánto aportamos a la conversación pública en democracia? ¿Cómo nos ve la sociedad?

Hace más de ochenta años, en 1938, el presidente Germán Busch promulgó un decreto supremo – luego elevado a rango de ley– que creaba la Caja de pensiones, jubilaciones y montepíos de los trabajadores asalariados de la prensa. No fue una concesión, sino una conquista como resultado de años de exigencia de derechos. Así, el 10 de mayo fue declarado Día del Periodista. Tiempo después, en 1953, un decreto supremo del presidente Víctor Paz Estenssoro estableció ese día como feriado para los periodistas.

De ese modo, cada 10 de mayo las y los periodistas revindicamos nuestro oficio y recibimos homenajes, salutaciones, reconocimientos. Es como un día destinado a elogiar el lugar que ocupa el periodismo en una sociedad democrática. Celebramos pues que, pese a dificultades y condiciones adversas, seguimos en el empeño diario de brindar información y opiniones como insumo para la deliberación colectiva. Sostenemos asimismo la necesidad de garantizar la libertad de expresión y el derecho a la información.

Pero el Día del Periodista es, o debiera ser, además, una ocasión propicia para el balance, para mirarnos puertas adentro y evaluar nuestro desempeño. Este ineludible ejercicio frente al espejo no puede ser autocomplaciente ni tampoco de solo flagelación, sino autocrítico. Para empezar, es importante evaluar las condiciones difíciles, a veces precarias, en las que estamos realizando nuestro trabajo, en un contexto donde las nuevas tecnologías digitales plantean serios desafíos a los medios de comunicación.

Es preocupante asimismo para el oficio periodístico el escenario de crisis no solo político-institucional en el país, sino también la complicada situación económica. Trabajamos en medio de la incertidumbre, sin horizonte de futuro. Y somos parte de la persistente polarización, que bloquea el diálogo plural y dinamita los puentes de encuentro. Diferentes estudios de opinión señalan que la ciudadanía y los liderazgos ven a los medios como promotores del enfrentamiento. Y hasta nos perciben como actores políticos.

¿Cuánto estamos contribuyendo, en el día a día, a la convivencia en democracia? ¿Cómo mejorar nuestras condiciones de trabajo, libres de presiones y amenazas? Y la pregunta esencial: ¿estamos haciendo buen periodismo, conforme a nuestros códigos de ética o, más bien, un periodismo instrumental, con arreglo a nuestra propia agenda y otros intereses? Hay que celebrar el Día del Periodista con llamamiento urgente para cuidar el oficio y, entre otras cosas, frenar la degradación de nuestras asociaciones. 

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El MAS y la crisis

La democracia, o las formas que la hacen legítima, importan cada día menos

Por La Razón

/ 9 de mayo de 2024 / 06:39

Para nadie debe ser desconocido que el Movimiento al Socialismo (MAS) es la fuerza política más importante de las últimas décadas y el único partido con estructura y potencia suficientes para intervenir en todas las esferas de la vida pública. Sin embargo, precisamente por estos atributos, la feroz lucha que han desatado sus dirigentes no solo afecta al partido, sino a todo el Estado.

Más tardó en terminar el X Congreso del partido, el domingo, en la ciudad de El Alto, convocado por el “ala arcista” del partido, que portavoces del “ala evista” en descalificar el encuentro de la peor forma posible y amenazar con todo tipo de recursos, legales y no, para impedir que las decisiones acordadas lleguen a materializarse.

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No es para menos: se ha elegido a un nuevo jefe nacional del partido, honor que recayó en Gróver García, dirigente de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), afín al presidente Arce, y se ha decidido revisar el estatuto del MAS para eliminar la disposición que concede la dirección vitalicia del partido al expresidente Evo Morales y para eliminar la restricción de antigüedad como militante para asumir cualquier candidatura.

Para que el congreso masista pudiese llevarse a cabo y que contase con la presencia de veedores del Tribunal Supremo Electoral (TSE), hizo falta que una Sala Constitucional de La Paz ordenase al Órgano Electoral cumplir con el artículo 30 de la Ley de Partidos Políticos. Entre analistas y opinadores de todas las tendencias hubo consenso en que se trata de un nuevo “fallo a la carta”, de los que menudean desde que los magistrados del Órgano Judicial decidieran autoprorrogarse.

A esta evidente muestra de injerencia de un órgano sobre otro (primero el Ejecutivo sobre el Judicial y luego éste sobre el Electoral), se suma la cantidad de ocasiones en que delegados y portavoces del evismo han descalificado al TSE y sus resoluciones por ser contrarias a sus intereses y expectativas. La democracia, o las formas que la hacen legítima, importan cada día menos.

Súmese a este estado de cosas la previsible pugna que se desatará en la Sala Plena del TSE cuando algunos vocales intenten incidir en favor de uno u otro aspirante a candidato. Entonces, las acusaciones y descalificaciones que hoy se sugieren, serán amplificadas, dañando de manera feroz la credibilidad y reputación del órgano llamado constitucionalmente a administrar los procesos que dan sustento al sistema democrático boliviano y a dar legitimidad a las autoridades electas.

A estas alturas de la lucha es, pues, evidente que sin importar el tono y el contenido de los mensajes que una y otra facción del MAS publicitan, lo verdaderamente central para ambas partes es asegurar que el candidato propio llegue a la papeleta y/o que el contrincante no lo logre. Si para tal fin tienen que terminar de romper la institucionalidad del Estado, no dudarán en hacerlo, y eso son malas noticias.

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Democracia en riesgo

Por La Razón

/ 5 de mayo de 2024 / 00:34

La reciente decisión de una sala constitucional en torno al “congreso del MAS-IPSP” convocado por dirigentes de la facción arcista constituye una tosca injerencia en las competencias del TSE. Y cruza un límite que pone en riesgo no solo la institucionalidad electoral, sino la propia democracia. Es fundamental ponerle freno antes de que conduzca a una deriva autoritaria.

 Una de las condiciones fundamentales de un Estado de Derecho es la autonomía e independencia de los órganos del poder público, además de su separación. Cuando uno o más órganos se subordinan a otro o surge una especie de suprapoder, esa estructura y organización funcional del Estado se resquebraja. Asimismo, cuando el sistema de gobierno empieza a depender de decisiones arbitrarias e inconstitucionales, la democracia está en riesgo. Estamos transitando ese muy peligroso umbral en el país.

En nuestro proceso de construcción y reforma estatal, no es nuevo que el Legislativo dependa de los mandatos del Ejecutivo. Tampoco es raro que la administración de justicia esté subordinada al poder político y a poderes fácticos. Lo crítico es que surja un suprapoder que imponga sucesivos fallos por fuera del marco constitucional y pisoteando la institucionalidad democrática. Desde el año pasado hay un suprapoder en Bolivia que, en consorcio con actores políticos, opera desde el TCP y algunas salas constitucionales.

A punta de sentencias, declaraciones y autos constitucionales, y algunas acciones de defensa, un arriesgado suprapoder está llevando a límites insostenibles el funcionamiento de los órganos del poder público y del sistema de gobierno. Así, bloquearon las elecciones judiciales, suspendieron las funciones de fiscalización de la ALP, se autoprorrogaron, beneficiaron a terratenientes y ahora están emitiendo “instrucciones” sobre las organizaciones políticas y los procesos electorales. Es inaceptable.

Es muy complicado y sensible para el TSE gestionar las disputas internas en los partidos, en especial en este momento la batalla entre facciones en el MAS-IPSP. Debe hacerlo en estricto cumplimiento de la Ley de Organizaciones Políticas y de los estatutos partidarios. ¿Qué ocurre cuando una sala constitucional, desde su filiación política, impone acciones que violan la normativa y vulneran las atribuciones del organismo electoral? Eso es lo que acaban de hacer, sin sonrojarse, los vocales Campero y Angles.

En un pronunciamiento difundido este viernes, las autoridades del Órgano Electoral Plurinacional exigen con timidez el respeto a la independencia de poderes para garantizar la democracia en el país. No es una exigencia menor. En realidad, se está advirtiendo que, si magistrados y jueces continúan perforando el sistema y la institucionalidad electoral, la democracia boliviana está en riesgo. Es fundamental que la disputa política no termine derrumbando el orden constitucional y el régimen democrático.

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