Sociedad

Monday 29 Apr 2024 | Actualizado a 09:23 AM

500.000 árboles peligran

Impacto. Especies endémicas y en extinción se encuentran en el área a deforestar

Por La Razón

/ 31 de julio de 2011 / 05:00

La preocupación es, en general, por el ecosistema de alta biodiversidad que posee el sector y que se expone a la misma amenaza. Edil Osinaga, ingeniero forestal miembro de un equipo de la Fundación Natura, que elaboró un estudio, auspiciado por el Programa de Investigación Estratégica en Bolivia (PIEB), acerca de los peligros que se ciernen sobre el TIPNIS, afirma que la deforestación de un área de 70 kilómetros de largo por 50 metros de ancho para construir la carretera en el sector, obligará a tumbar unos 500.000 árboles.

Una parte, agrega, son especies milenarias en cuyo tronco viven ejemplares de fauna y flora, hoy amenazadas. Recuerda que el área a intervenir está catalogada como refugio de ciertas especies endémicas de animales y plantas.

La investigación alerta de que la incursión implica, además, asumir otro tipo de impacto, uno a largo plazo. Una proyección, realizada con base en una veintena de indicadores biofísicos y socioeconómicos, advierte que 18 años después de la construcción de la carretera que atravesará el TIPNIS se habrá generado una deforestación del 64,5% de la cobertura forestal de ese territorio, es decir de más de 600 mil hectáreas.

El secretario de Recursos Naturales de la Subcentral TIPNIS, Marcelino Cuéllar, explica que son 64 las comunidades asentadas en el sector con una población entre 10.000 a 15.000 personas.

«Como pueblos indígenas queremos que el Gobierno se entere de que esta construcción nos afecta a todas las familias que vivimos en medio de la selva; hay animales y especies de árboles en peligro de extinción, más que beneficiarnos, con la carretera van a terminar matándonos», opina.

Pero además del temor que tienen los indígenas por el futuro de su hábitat, otros dos factores hacen que se opongan a la obra. Por un lado, los lugareños aseguran que el proyecto no les beneficiará porque las comunidades están asentadas en las riberas de los ríos, o sea distantes del sector donde se prevé el trazo de la carretera. Por otro, les preocupa la multiplicación de asentamientos de colonos, lo que ya es un hecho. En una visita que La Razón realizó hace dos semanas al sector, se evidenció que grupos de colonizadores que dejaron el Chapare hicieron del TIPNIS su nuevo hogar y hay quienes se han dedicado al cultivo de la hoja de coca.

La construcción de la vía, una de las prioridades del gobierno del presidente Evo Morales, ha generado diferencias entre los indígenas y el Ejecutivo, y aunque la opción del diálogo está abierta pese a que los indígenas han anunciado una marcha para el 15 de agosto, el Jefe del Estado expresó su intención de ejecutar la obra «quieran o no quieran».

La brasileña OAS se adjudicó el proyecto a un costo de $us 415 millones, $us 332 millones son del crédito de Brasil y $us 83 millones de la contraparte de Bolivia. El año pasado, el entonces viceministro de Biodiversidad, Recursos Forestales y Medio Ambiente, Juan Pablo Ramos, renunció al cargo arguyendo motivos personales, pero luego se supo que el alejamiento se debió a su rechazo al proyecto y porque se negó a firmar la licencia ambiental para iniciar los trabajos.

El presidente de la Subcentral TIPNIS, Alfredo Moye, pide que se tome en cuenta la propuesta de su sector, que consiste en que la vía se ejecute por el tramo Villa Tunari-Puerto San Francisco-Loreto, alternativa que aseguran no causará impacto a la biodiversidad.

Según Moye, la decisión gubernamental de construir el tramo II entre Isinuta y Monte Grande, no responde tanto a la necesidad de vincular económica y comercialmente Cochabamba con Beni, sino concretar la ansiada explotación hidrocarburífera en el subsuelo del parque nacional.

Osinaga admite que cambiar el trazo de la vía elevará su costo, pero dice que Fundación Natura cree posible financiar la diferencia con recursos que se obtengan de los mercados mundiales de carbono. «Una alternativa para el trazado sería que vaya por la parte sur, bordeando el TIPNIS, y salga a un punto cerca de Trinidad».

Miembros del Comité de Defensa del Isiboro Sécure (Cadeis) tienen otras cuatro opciones para construir el tramo II, cuyas obras están paralizadas al momento tanto en Cochabamba como en el lado del Beni. La primera comprende 200 kilómetros de apertura y ensanche de territorio entre Quillacollo, Morochata, Cocapata, Covendo y Palos Blancos para conectar con la carretera La Paz-Trinidad.

La segunda plantea 280 kilómetros de apertura y ensanche desde Villa Tunari por El Castillo, Puerto San Francisco, Cariaco, Loreto y Trinidad; la misma tiene el respaldo de organizaciones indígenas y ambientalistas.

La tercera prevé la apertura de un tramo de 10 kilómetros con origen en Chimoré hasta llegar a Tres Bocas, zona donde se unen los ríos Chapare e Ichilo y desde donde se debería navegar por el río Mamoré hasta Trinidad.

La última propuesta requiere de una apertura de nueve kilómetros y se encuentra en jurisdicción de Santa Cruz, entre Yacuiba, Puerto Greter y Ascensión de Guarayos, para vincularse con la carretera Santa Cruz-Trinidad.
Cuéllar dice que la segunda idea será oficializada al Gobierno en los próximos días y en caso de ser rechazada, la marcha indígena partirá del Beni rumbo a La Paz.

Resultados del estudio del PIEB

El TIPNIS tiene un alto potencial de masa boscosa y carbono en un área de más de 930.230 hectáreas. La proyección en un escenario con carretera muestra que en 18 años se perderían 600 mil hectáreas de bosque nativo, equivalente a 90 millones de toneladas de dióxido de carbono, con un valor de $us 100 a 200 millones. El área está justo en el trayecto de la vía proyectada donde también se concentra la mayor biodiversidad.

La creación del TIPNIS
El Parque Nacional Isiboro Sécure fue creado el 22 de noviembre de 1965, mediante Decreto Ley N° 07401, como área de protección nacional de un potencial elevado de biodiversidad de especies endémicas y/o en vías de extinción. Luego, el área fue declarada Territorio Indígena bajo DS N° 22610 del 24 septiembre de 1990. Está ubicado entre los departamentos de Cochabamba y Beni. Tiene una superficie de 1.200.000 hectáreas.

El proyecto carretero
La carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos tendrá una longitud aproximada de 306 kilómetros y costará $us 415 millones. El tramo estará dentro la Red Vial Fundamental de Bolivia y será parte del corredor Este-Oeste. Se prevé que éste permita acceder a nuevos mercados a través de los puertos del Pacífico y del Atlántico, desde Chile hasta Brasil; además integrará y vinculará a poblaciones de los departamentos de Cochabamba y Beni.

Flora y fauna del TIPNIS
Según estudios, en el TIPNIS hay 602 especies de plantas registradas y distribuidas en 85 familias y 251 géneros. Sin embargo, se estima que hay unas 2.500 a 3.000 especies vasculares (sin semillas ni raíces) que representarían el 15% de las 20.000 especies de flora en Bolivia. En fauna existen 858 especies de vertebrados, 108 de mamíferos, 470 de aves, 39 de reptiles, 53 de anfibios, 188 de peces y 127 de insectos, entre otros que habitan el lugar.

Ecosistemas del TIPNIS
Tiene alta diversidad de pisos ecológicos, desde llanuras inundables típicas del Beni hasta serranías del subandino que están a 3.000 metros sobre el nivel del mar. Los estudios de capacidad de uso de la tierra muestran que la zona de pie de monte y el subandino son los únicos con aptitud agrícola. Por el lugar donde se prevé la construcción de la vía se encuentran los bosques de mayor tamaño, mayor antigüedad y diversidad biológica.

Temas Relacionados

Comparte y opina:

¿EJ en septiembre?

Por La Razón

/ 28 de abril de 2024 / 00:18

Renovadas acciones de amparo y medidas cautelares están paralizando nuevamente y dejan en incertidumbre las Elecciones Judiciales (EJ). Según lo establecido en la ley transitoria, este 5 de mayo debe concluir la fase de preselección de postulantes en la Asamblea Legislativa Plurinacional. Y el TSE anunció que la votación popular sería en septiembre. Hay duda sobre tales plazos.

Desde hace un año, el proceso electoral para renovar el Órgano Judicial y el Tribunal Constitucional está a la deriva. Según el mandato constitucional, las elecciones debieron realizarse en 2023. Pero políticos y operadores del sistema, en especial del TCP, se encargaron de frenar, congelar y a la postre postergar la elección. Como no se eligieron nuevas autoridades, los actuales magistrados (cuyo mandato ya se cumplió) decidieron autoprorrogarse. Fue como un guion escrito desde el principio para boicotear el proceso.

Como efecto de un bloqueo de caminos realizado en enero, finalmente la bancada oficialista en la Cámara de Diputados viabilizó las truncadas elecciones. Se aprobó entonces una ley de consenso que trazó la ruta, sus fases y los plazos tanto para la preselección a cargo de la ALP como para la votación bajo responsabilidad del TSE. Así, se publicó la convocatoria, se recibieron más de 700 postulaciones, se verificaron requisitos y se resolvieron las inhabilitaciones. Hasta ahí todo conforme a lo previsto.

En medio de la evaluación de méritos, incluida una prueba de conocimientos, varios postulantes inhabilitados por incumplir requisitos activaron demandas en la justicia para la reconsideración de sus casos. Todas esas acciones prosperaron dejando en suspenso el proceso de preselección de postulantes. Y el plazo corre. Luego de calificar los méritos, la Comisión Mixta de la Asamblea debe aprobar su informe, que será la base para la elección, por dos tercios, en sesión plenaria. Queda solo una semana.

También puede leer: Un asunto oscuro

Es evidente que algunos actores políticos y operadores judiciales están empeñados en frenar sin fecha, nuevamente, las elecciones judiciales. Sería desastroso para la institucionalidad en el país en un contexto de alta desconfianza y de crisis. Por ello es sensato que la Comisión Mixta retome el proceso desde mañana. Tampoco sería una buena señal que se amplíen los plazos, ya que ello implica postergar la votación popular (quizás hasta octubre, lo que se superpone con las elecciones primarias).

Todos sabemos que las elecciones judiciales no solucionan la crisis del sistema de administración de justicia, pero al menos implican cumplir la Constitución y evitar que los autoprorrogados continúen degradando aún más el Estado de Derecho con sus decisiones a la carta. Por ello es fundamental que la ALP culmine pronto su trabajo de preselección con voluntad política y madurez democrática. Luego será el turno de la ciudadanía en las urnas. Y seguirá en agenda la cada vez más urgente reforma estructural del sistema.

Temas Relacionados

Comparte y opina:

Un asunto oscuro

Según la presidenta ejecutiva de YLB, la acusación fue fruto de una investigación técnica realizada a lo largo de dos años

Por La Razón

/ 25 de abril de 2024 / 06:59

La todavía incipiente industria del litio en Bolivia no puede salir de las sombras. Al violento arresto del exministro de Minería y exresponsable de la planta en la región de Lípez en Potosí, Luis Alberto Echazú, se ha sumado, ayer, la muerte del exgerente ejecutivo de Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB). El tema se ha politizado y, ahora, judicializado, pero del negocio no hay más que promesas.

Los contornos del caso, la actuación presuntamente arbitraria e irregular de la Fiscalía el lunes, según denuncia del abogado de Echazú, así como las declaraciones de jerarcas y portavoces del ala evista del MAS, hacen pensar en intereses políticos ligados a la sorda pelea por el poder en el partido gobernante antes que en aquellos ligados al efectivo despegue de la industria del litio en el país. El intercambio de acusaciones, con y sin fundamento, en nada ayuda a reactivar el proyecto.

Lea también: Ley ‘antihombres’

El tono y el contenido de una “carta abierta” firmada por el exgerente de YLB, Juan Carlos Montenegro, otro de los imputados, antes de morir (incluyendo una última línea en la que pide perdón a sus seres queridos por el “dolor” que les causará “esta mi decisión”), hace pensar en que detrás de la acusación hecha el jueves de la semana pasada por la actual gerente del proyecto y el procurador del Estado, además de la sorprendentemente rápida actuación del Ministerio Público, hay mucho más que la búsqueda de justicia o de castigo a la corrupción.

Según la presidenta ejecutiva de YLB, la acusación fue fruto de una investigación técnica realizada a lo largo de dos años, asunto del cual ni ella ni su antecesor habían dicho nada anteriormente. Al ser conducido a celdas policiales, el exministro, ahora en detención domiciliaria, afirmó que “el Gobierno quiere ocultar tres años y medio” de parálisis en el que debería ser el proyecto más importante del Estado Plurinacional en los últimos años.

Coincidiendo con la denuncia de YLB contra exfuncionarios de la institución, el mismo día, el Presidente del Estado acusó a “potencias mundiales” y un “país vecino” de pretender controlar los recursos naturales del país, especialmente el litio, bloqueando las exportaciones y excluyendo a Bolivia en procesos estratégicos de comunicación. A la luz de lo sucedido en los últimos años, es evidente que el principal obstáculo está en el Estado y no fuera de las fronteras.

Mientras Chile se abre a las inversiones de riesgo compartido y se propone recuperar el sitial de primer exportador de litio en el mundo en los próximos dos años, y el presidente de Argentina busca entregar las reservas de su país a las transnacionales del sector, Bolivia todavía no ha mostrado cuál es su estrategia de industrialización y comercialización del preciado mineral, al extremo que ni siquiera ha transparentado los acuerdos (no contratos) que tiene con empresas chinas y rusas. Así, es imposible tener optimismo en el futuro del litio.

Comparte y opina:

Ley ‘antihombres’

Los datos son innegables y terribles: la violencia contra las mujeres, lejos de disminuir, persiste e incluso aumenta.

Por La Razón

/ 21 de abril de 2024 / 00:27

La penosa declaración del presidente del Senado, Andrónico Rodríguez, en sentido de que la Ley 348 es una ley “antihombres” (sic), puso en agenda la cuestión irresuelta de la violencia contra las mujeres. Rodríguez recibió fuertes críticas, pero también adhesiones. Lo preocupante es que fomenta a grupos antiderechos y pone en riesgo una norma que protege a las mujeres.

 La ley integral para garantizar a las mujeres una vida libre de violencia (Ley 348) fue promulgada por el presidente Morales en marzo de 2013. Su objeto es establecer mecanismos, medidas y políticas integrales de prevención, atención, protección y reparación a las mujeres en situación de violencia, así como la persecución y sanción a los agresores. Se trata de una ley avanzada, resultado de muchos años de lucha de las mujeres por sus derechos en una sociedad patriarcal y machista como la boliviana.

En 11 años de vigencia, la Ley 348 permitió el registro de centenas de miles de denuncias de violencia contra mujeres en el país. Según datos del Observatorio de Género de la Coordinadora de la Mujer, el año pasado hubo casi 52.000 denuncias. Los casos de violencia familiar o doméstica, que son la mayoría, se incrementaron en 193% entre 2013 y 2023. Cada día, en promedio, hay 142 denuncias de violencia contra mujeres, 30 agresiones sexuales, 104 embarazos de niñas y adolescentes. En 2023 se registraron 81 feminicidios.

Los datos son innegables y terribles: la violencia contra las mujeres, lejos de disminuir, persiste e incluso aumenta. Por ello son deplorables afirmaciones tan ligeras como que la Ley 348 es una “ley antihombres” o, peor, que “la violencia no tiene género”. Si bien existen acusaciones falsas contra hombres, e incluso detenciones arbitrarias presumiendo culpabilidad, ello no atenúa ni menos niega la abrumadora evidencia de que las mujeres son las victimas sistemáticas de actos de violencia en todas sus formas.

En su capítulo de derechos fundamentales, la Constitución señala con claridad que “todas las personas, en particular las mujeres, tienen derecho a no sufrir violencia física, sexual y psicológica”. Y establece que el Estado tiene la obligación de adoptar las medidas necesarias para prevenir, eliminar y sancionar la violencia de género.

Con ese mandato constitucional, la Ley 348 define mecanismos para proteger a las mujeres. Y traza la ruta para la denuncia, persecución y sanción penal de los agresores.

Es evidente que se requiere una reforma normativa y hay valiosas propuestas para el efecto. Pero sobre todo fallan los operadores del sistema judicial. Claro que debe evitarse que haya hombres inocentes en prisión, pero sobre todo que los feminicidas y violentos estén libres. Las polémicas palabras del presidente del Senado tendrían que servir para debatir el tema, mejorar la ley, garantizar en serio para las mujeres una vida libre de violencia y frenar las muy peligrosas campañas antiderechos.

También puede leer: Un vecino conflictivo

Temas Relacionados

Comparte y opina:

Un vecino conflictivo

El gobierno de Milei podría estar buscando consolidar su base política mediante el nacionalismo y el anti-izquierdismo

Por La Razón

/ 18 de abril de 2024 / 07:06

Días atrás, la ministra de Seguridad de Argentina, Patricia Bullrich, informó que había decidido reforzar la seguridad en la frontera con Bolivia debido a la supuesta presencia de cientos de militares iraníes en el país. La respuesta de la Cancillería boliviana fue tan rápida como mesurada, en evidente contraste con el tono que está adoptando el gobierno de Javier Milei.

Desde el inicio, la presidencia de Javier Milei ha sido notable no solo por sus políticas internas de shock, sino también por su manejo de las relaciones internacionales, especialmente con países latinoamericanos de gobiernos considerados izquierdistas. Sus controversiales interacciones con líderes regionales han generado un amplio debate sobre las estrategias diplomáticas y sus implicaciones tanto a nivel regional como doméstico.

Revise también: Los medios en cuestión

Primero, el intercambio de insultos con el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, provocó una rápida escalada de tensiones que afortunadamente no pasaron a más. Milei respondió a las críticas de López Obrador, quien había tildado a Milei de “facho conservador”, con términos igualmente duros, exacerbando las fricciones bilaterales. Este tipo de diplomacia de confrontación no solo socava las relaciones tradicionalmente cordiales entre Argentina y México, sino que también plantea preguntas sobre la estabilidad regional.

Por otra parte, las relaciones con Colombia se tensaron significativamente después de que Milei llamara al presidente Gustavo Petro «comunista asesino». Esta declaración provocó una pronta respuesta diplomática de Colombia, incluyendo el llamado de su embajador en Buenos Aires, lo cual subraya la seriedad del conflicto y el impacto en las relaciones diplomáticas; por ahora las relaciones entre ambos países están normalizándose y los respectivos embajadores han regresado a sus funciones.

Asimismo, la afirmación de la ministra Bullrich sobre la presunta presencia de militares iraníes en Bolivia añadió más leña al fuego, mostrando una tendencia hacia declaraciones provocativas que pueden tener serias repercusiones diplomáticas y de seguridad. Algo similar había ocurrido poco antes, cuando el presidente Milei afirmó que el gobierno de Chile iba a llevar a ese país a la pobreza por adoptar políticas socialistas. En ambos casos la respuesta fue pronta, mesurada y contundente.

En el frente interno, estas controversias internacionales parecen servir como una cortina de humo para desviar la atención de los problemas económicos graves que enfrenta Argentina, como la inflación y el estancamiento económico. Al centrarse en conflictos externos, el gobierno de Milei podría estar buscando consolidar su base política mediante el nacionalismo y el anti-izquierdismo, mientras posterga o minimiza la discusión sobre la necesidad de reformas económicas internas profundas.

Es posible que las tácticas de confrontación de Milei tengan un atractivo político inmediato entre ciertos sectores en Argentina que le son afines, pero los riesgos asociados a alienar a países vecinos y potenciales socios comerciales son altos, especialmente en el mediano y largo plazos, cuando el polémico mandatario ya no esté en funciones.

Comparte y opina:

Los medios en cuestión

Por La Razón

/ 14 de abril de 2024 / 00:20

El reciente estudio Delphi de la Fundación Friedrich Ebert (FES-Bolivia), realizado con líderes de todo el país, revela datos delicados respecto a los medios de comunicación y su desempeño. Además de una baja confianza, se percibe a los medios como promotores del conflicto y como actores políticos que informan en función a su agenda e intereses. La evaluación es crítica.

Hubo un tiempo en que los medios de comunicación y periodistas, en general, estaban en la cima de la confianza ciudadana. Junto con la Iglesia Católica, tenían muy alta legitimidad. Hoy es diferente: en la Delphi de la FES, solo el 7% tiene una confianza alta o muy alta en los medios. Para el 39% es regular. Y un mayoritario 54% confía poco o nada. Estos datos debieran preocuparnos. Si bien estamos mejor que otras entidades, la confianza es un bien preciado que los medios debemos recuperar y preservar.

En un contexto en que los medios digitales y las redes sociales tienden a desplazar a los medios de comunicación tradicionales como principal fuente de información, es necesario hacer un examen acerca de nuestro desempeño. ¿Cómo nos evalúan los líderes? Más de dos tercios, nada menos, sostienen que los medios informan en función a su propia agenda e intereses. Si sumamos el 13,5% que nos perciben como manipuladores, el saldo es muy negativo. Solo un marginal 7% cree que los medios informan con veracidad.

La baja confianza en los medios y la percepción de que informan más pensando en ellos mismos que en la sociedad, quizás se explican, entre otros factores, porque varios operadores mediáticos están polarizados y alientan la polarización. Lo vimos como tragedia en la crisis de 2019, cuando algunos medios y periodistas avalaron y hasta justificaron las masacres. Ello se reafirma en la Delphi: 86% de los líderes consultados sostienen que los medios promueven enfrentamientos y conflictos en el país.

Por si fuera poco, en estas percepciones reveladoras de la situación del campo mediático en Bolivia, casi nueve de cada 10 participantes en el estudio de la FES están de acuerdo con la afirmación de que los medios actúan como si fuesen actores políticos. Es tremendo. Para los liderazgos, la esencia de los medios se está perdiendo. En su balance, varios medios y periodistas están más cerca de la acción política que de la labor informativa. Eso, por supuesto, va en desmedro del periodismo.

Los estudios de percepción cualitativa y de opinión pública expresan tendencias generales en momentos determinados. Son útiles para la reflexión y el análisis. Y contribuyen a la autocrítica. Pero hay diferencias. Más allá de las percepciones aquí descritas, es meritorio el trabajo de medios que persisten en el empeño de cuidar y cultivar cada día los derechos a la comunicación e información. Como diario nos situamos en ese camino reafirmando nuestro compromiso con el libre ejercicio del oficio periodístico.

También puede leer: Un impasse inédito

Comparte y opina:

Últimas Noticias