La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) revisó a la baja, de 3% a -3%, las proyecciones de crecimiento de Bolivia debido a los efectos económicos y sociales del coronavirus en el país y en el mundo. América Latina y el Caribe, por su lado, sufrirán una recesión de 5,3%.
El último cálculo del organismo especializado de Naciones Unidas sobre la economía boliviana en 2020 se difundió este martes a través del informe especial “Dimensionar los efectos del COVID-19 para pensar la reactivación”, que incluye también el desempeño de la región y de cada uno de sus países.
Sectores
El estudio de la CEPAL observa que en general los sectores económicos “menos
afectados” por las medidas de contención del brote son los de la agricultura,
ganadería, caza, silvicultura y pesca.
Mientras que los medianamente afectados son la explotación
de minas y canteras, las industrias manufactureras, el suministro de
electricidad, gas y agua, la construcción, la intermediación financiera, las
inmobiliarias, los servicios empresariales y de alquiler, la administración
pública, y servicios sociales y personales.
Entre los sectores más afectados están el comercio al por
mayor y al por menor, la reparación de bienes, los hoteles y restaurantes, el
transporte, el almacenamiento y comunicaciones, y los servicios en general.
Los rubros “menos afectados” tienen una participación de 14,4% en el Producto Interno Bruto (PIB) de Bolivia, los medianamente afectados el 65% y los más afectados el 20,6%,
La región
La pandemia encuentra a Latinoamérica y el Caribe en un
débil momento de su desempeño económico y social.
La región, que creció a una tasa estimada de apenas 0,1% en
2019, sufrirá este año “la peor contracción” (-5,3%) que ha sufrido desde 1914
(-4,9%) y 1930 (-5%), según la secretaria ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcena.
El documento plantea también que la crisis del coronavirus se ha transmitido a América Latina y el Caribe a través de cinco canales: una reducción del comercio internacional, la caída de los precios de los productos primarios, la intensificación de la aversión al riesgo y el empeoramiento de las condiciones financieras mundiales, una menor demanda de servicios turísticos y una reducción de las remesas.
Desempleo
“Se prevé un fuerte aumento del desempleo con efectos
negativos en pobreza y desigualdad”, declaró Bárcena.
La interrupción de las cadenas de valor producida por la
pandemia impactará con mayor intensidad en las economías brasileña y mexicana,
que poseen los sectores manufactureros más grandes de la región.
En tanto, el valor de las exportaciones de la región caería
cerca de 15%. Los mayores impactos se darían en los países de América del Sur,
que se especializan en la exportación de bienes primarios y, por lo tanto, son
más vulnerables a la disminución de sus precios.
Las proyecciones también anticipan un importante deterioro
de los indicadores laborales en 2020. La tasa de desempleo se ubicaría en torno
a 11,5%, un aumento de 3,4 puntos porcentuales respecto al nivel de 2019
(8,1%). De esta forma, el número de desempleados de la región llegaría a 37,7
millones.
Asimismo, la elevada participación de las pequeñas y medianas empresas (pyme) en la creación del empleo (más del 50% del empleo formal) aumenta los impactos negativos, pues este sector ha sido duramente afectado por la crisis, mientras que la desigualdad de género se acentuará con medidas como el cierre de las escuelas, el aislamiento social y el aumento de personas enfermas, pues aumentará la sobrecarga de trabajo no remunerado de las mujeres.
Efecto negativo
Por otro lado, la caída de -5,3% del PIB y el aumento del
desempleo tendrían un efecto negativo directo sobre los ingresos de los hogares
y su posibilidad de contar con recursos suficientes para satisfacer las
necesidades básicas.
En ese contexto, la tasa de pobreza en la región aumentaría
en 4,4 puntos porcentuales durante 2020 al pasar de 30,3% a 34,7%, lo que
significa un incremento de 29 millones de personas en situación de pobreza.
Por su parte, la pobreza extrema crecería en 2,5 puntos
porcentuales pasando de 11,0% a 13,5%, lo que representa un incremento de 16
millones de personas. (21/04/2020)