Paro campesino se extiende a cinco zonas de Colombia
Presión. Los trabajadores rurales piden más apoyo y atención del Gobierno
Una quincena de carreteras bloqueadas, enfrentamientos entre manifestantes y policías, así como decenas de heridos, es el saldo del segundo día de la huelga del sector agrario en Colombia, que afecta por lo menos a cinco departamentos.
La protesta fue convocada hace dos meses por el movimiento Dignidad Cafetera, que agrupa a un sector de los productores del grano del país, a los cuales anunciaron su intención de sumarse otros gremios agropecuarios, así como camioneros y trabajadores de la salud, todos en demanda de más ayudas, acceso a la tierra y atención del Gobierno.
El lunes, al menos 36 personas fueron detenidas y 32 policías resultaron lesionados en incidentes relacionados con la huelga nacional, según informaron fuentes policiales. El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, afirmó que su Gobierno será “implacable” con quienes se atrevan a bloquear vías o causar desórdenes durante el paro convocado por los gremios.
Las FARC, por su parte, respaldaron la huelga agropecuaria y pidieron al Gobierno que no la “criminalice”. “Que no se criminalice el derecho a la protesta social”, pidió el jefe negociador de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Iván Márquez, alias de Luciano Marín Arango, en una declaración leída ante la prensa en La Habana, donde negocian la paz con el Gobierno colombiano.
Según Márquez, las protestas también deben aprovecharse para pedir al Gobierno que inicie la revisión de los Tratados de Libre Comercio (TLC) que firmó con países como EEUU “sin consideración de la realidad económica nacional y desconociendo la situación precaria” de muchos sectores productivos.