Rebeldes prorrusos someten a una columna de soldados
Milicianos. Se apoderan de seis vehículos blindados ucranianos
Un cara a cara entre fuerzas prorrusas y ucranianas en el este del país se saldó ayer con un estrepitoso fracaso para Kiev, con la rendición de soldados ante los milicianos, que les arrebataron varios blindados. El incidente ocurrió a poca distancia de una ciudad clave en la crisis, Sláviansk, en víspera de una reunión en Ginebra para hallar una solución diplomática al conflicto.
La OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) anunció que desplegará nuevas unidades marítimas, aéreas y terrestres en los países miembros de Europa del Este, y advirtió que podría “reforzar” estas medidas “de tipo militar” si la tensión en Ucrania no disminuye.
Estados Unidos reiteró que está “preparando activamente” nuevas sanciones contra Rusia. El secretario de Estado estadounidense, John Kerry, llegó a Ginebra, donde se reunirá hoy con sus colegas de Rusia, Ucrania y la Unión Europea.
“Estados Unidos y la Unión Europea quieren sentarse con Rusia y Ucrania para buscar las formas de lograr serenar la situación de seguridad”, afirmó Kerry.
En el terreno, la situación distaba de ser favorable para la operación “antiterrorista” que dijo Kiev. El cara a cara entre fuerzas prorrusas y ucranianas en el este de Ucrania se saldó con un humillante fracaso para Kiev, con la rendición de soldados ante los milicianos, que les arrebataron blindados.
Una columna de la 25º Brigada Paracaidista ucraniana fue rodeada por manifestantes y hombres armados en Kramatorsk, a pocos kilómetros al sur de la ciudad “prorrusa” de Sláviansk. Las discusiones duraron pocas horas, y al final los soldados aceptaron que los milicianos prorrusos desmontaran sus armas, a cambio de volver por donde habían venido, sanos y salvos.
Seis vehículos blindados fueron decomisados por los milicianos, que están fuertemente armados pero que no tienen insignias. Los blindados fueron conducidos a Sláviansk, donde parte de la población los recibió como héroes.
Algunos soldados ucranianos lloraron al entregar sus armas, mientras los civiles los aplaudían. Uno de los activistas gritó que las armas “no serán utilizadas nunca más contra el pueblo”.
Verdes. Según Kiev y los occidentales, los grupos armados, irónicamente llamados “hombres verdes” en Ucrania, son en realidad soldados de élite rusos. Acusación repetida ayer por los servicios de contraespionaje ucranianos, que consideran que son “los mismos agentes” que operaron en Crimea para poner esa península bajo control ruso en marzo.
Éstos tienen “órdenes de disparar a matar”, aseguraron los servicios de seguridad (SBU) de Kiev. El presidente Vladímir Putin ha negado en varias ocasiones todas esas acusaciones.
Uno de esos “hombres verdes” aceptó hablar con los periodistas bajo un seudónimo Balú. De unos 50 años de edad, el hombre aseguró que el grupo estaba integrado por voluntarios de Crimea o desertores del Ejército ucraniano. Centenares de habitantes de Sláviansk los recibieron al grito de “¡el Ejército está con nosotros!”.
Aviones militares surcaron el cielo durante toda la jornada. En Donetsk, una veintena de hombres armados y encapuchados entraron en el ayuntamiento. Desde el 6 de abril los separatistas ocupan la sede de la administración regional en esta ciudad.
En total los separatistas ocupan edificios públicos en al menos diez ciudades de la región. Rusia tiene a cerca de 40.000 hombres movilizados en la frontera con Ucrania, de acuerdo con la OTAN, que advirtió que reforzaría su presencia en el país europeo en caso de escalada.