‘Equilibrium’, la armonía del pie y la espiritualidad en Ferragamo
Exposición. El museo del diseñador de zapatos abre una muestra de ‘arte y humanidad’
Mantener el equilibrio de pie es tan común como respirar, además de la principal obsesión de Salvatore Ferragamo, el diseñador de zapatos cuyo museo aborda en la muestra Equilibrium facetas de un concepto tan arquitectónico y físico como mental.
“Todavía guardo en una caja el péndulo que Salvatore utilizaba para estudiar en qué punto exacto del arco del pie recae el peso del cuerpo humano y se lo enseño a todo el que me pregunta qué es exactamente lo que hacemos”, señaló Wanda Ferragamo, mujer del fallecido diseñador italiano, durante la presentación de la muestra en Florencia.
El museo italiano ha trabajado desde hace tres años en el desarrollo de la exhibición, la cual se inaugura al público hoy hasta abril de 2015, y hace dialogar diseños de la célebre firma italiana con obras de arte contemporáneas de Alexander Calder, Bruce Nauman, Paul Klee, Bill Viola o Le Corburier, tratando de unir “arte y humanidad” con el equilibrio como hilo conductor.
“El equilibrio es un concepto técnico, pero también simbólico. La propia historia de la humanidad comenzó con un primer paso”, argumentó la directora del centro, Estefanía Ricci, para quien “la fragilidad” de la existencia recae justo en este concepto, porque equilibrio “también implica la posibilidad de caer”.
Un centenar de zapatos de la firma, datados entre 1930 y 1950, recibe al visitante junto a uno de los péndulos de Ferragamo, acompañado por casi un centenar de hormas de madera pertenecientes a los clientes más famosos del diseñador, como fueron Marlene Dietrich, Marilyn Monroe, Katherine Hepburn y Carmen Miranda.
A continuación, una estatua etrusca, de un guerrero en movimiento, junto a un estudio en escayola de Degas para San Juan Bautista, también sobre los dos pies y en marcha, reflexionan sobre la constancia del equilibro en las expresiones artísticas de la antigüedad hasta nuestros días.
Más reciente, Marina Abramovic y su pareja, Ulay, reflexionan sobre la pareja en The Lovers, The Great Wall Walk, una videoinstalación en la que ambos marchan sobre la Gran Muralla China.
La obra de Alexander Calder, que utilizó el juego de fuerzas en las inspiradoras propuestas de sus móviles, está representada con una pieza en tonos rojo y negro, ante una gran bailarina de George Segal colgada del techo y bautizada como Red Woman Acrobat Hanging from a Rope. También se ve el movimiento de los cuerpos de la Grecia Clásica y algo del Renacimiento.