Recuperando la memoria histórica
Las dictaduras reprimieron con violencia a los opositores. Aplicaron el “terrorismo de Estado”. Se ejerció la tortura, las ejecuciones sumarias o arbitrarias y se implementó un delito de lesa humanidad: la desaparición forzada de personas, y un delito mucho más cruel, la apropiación de hijos de opositores políticos.
Olvidados es el título de la película que se presenta estos días en todo el país. La productora Carla Ortiz dijo que el objetivo es mostrar lo que fue el Plan Cóndor en Sudamérica y en Bolivia durante las décadas de los 70 y 80, para que los aún niños de ese momento recuerden y la nueva generación conozca la cruenta y dura realidad que se vivió bajo las dictaduras militares.
La película muestra historias diferentes de los militantes políticos, los presos que no tenían participación política partidaria, los desaparecidos, los presos torturados, los exiliados, los hijos de los desaparecidos, la reacción de la población y de los familiares; y los represores y la coordinación internacional.
Al verla nos deja varias sensaciones: los represores eran malos y buenos; los revolucionarios de clase media parece que no sabían lo que querían; se ponen fechas que no corresponden a la realidad, por ejemplo en 1979 en Bolivia hay un breve periodo de gobiernos constitucionales, cuando se corta la coordinación con los gobiernos dictatoriales, pero se presenta como si la dictadura siguiera.
Aunque la película es la ficción de hechos ocurridos en varios países y refleja el ambiente que se vivió en esa época, desde el punto de vista histórico y político y por la fidelidad a los hechos y sobre todo a las personas que participaron, tiene varias imprecisiones que deben ser señaladas para que cumpla su objetivo de recordar y educar.
COORDINACIÓN. La coordinación entre gobiernos dictatoriales en Sudamérica es anterior al denominado Sistema, Operación o Plan Cóndor y en ello juega un importante rol la llamada Escuela de las Américas, que se estableció en Panamá en 1946.
En los 60 y 70 del siglo pasado, durante la Guerra Fría y bajo la doctrina de la Seguridad Nacional, cuyo objetivo era “combatir al comunismo”, en esta escuela se entrenaron miles de oficiales latinoamericanos, varios de los cuales jugaron roles importantes en los golpes de Estado en diferentes países.
En este contexto se imponen gobiernos dictatoriales en varios países sudamericanos:
• En Paraguay, el general Alfredo Stroessner, que gobernó durante treinta y cinco años, desde 1954 hasta 1989.
• En Perú, el general Juan Velasco Alvarado, sucedido luego por el general Francisco Morales Bermúdez de 1968 a 1975, conformaron el denominado Gobierno Revolucionario de las Fuerzas Armadas.
• En Brasil, el 1 de abril de 1964 un golpe militar con apoyo de civiles derroca al presidente Joao Goulart. La dictadura dura hasta el 15 de marzo de 1985.
• En Bolivia, comienza en noviembre de 1964 con el general René Barrientos Ortuño; en 1969, el general Alfredo Ovando Candia; en 1970, el general Juan José Torres; entre 1971 y 1978 el general Hugo Banzer; del 1 al 16 de noviembre de 1979 el coronel Alberto Natusch Busch; de julio de 1980 a 1981 Luis García Meza; y de 1981 a octubre de 1982 los generales David Padilla y Guido Vildoso.
• En Uruguay, en 1973 se instaura una dictadura cívico-militar que dura hasta 1984.
• En Chile, el general Augusto Pinochet Ugarte gobernó de 1973 a 1990.
• En Argentina, en 1966 se produce un golpe militar, posteriormente en 1976, que termina en 1983.
Si bien el común denominador es que toman el gobierno por golpes de Estado y cuentan con apoyo civil, hay diferencias que deben ser conocidas y debatidas.
Desde el inicio, cada una de las mencionadas dictaduras hace acuerdos bilaterales en materia de persecución a los opositores. Pero es en 1975 que a iniciativa de la dictadura del general Pinochet se reúnen en Chile representantes de los diferentes servicios de inteligencia de las dictaduras del Cono Sur y establecen el llamado Sistema o Plan Cóndor.
El chileno Manuel Contreras, que fue jefe de la DINA (Dirección de Inteligencia Nacional), es considerado uno de los creadores y principales impulsores del Plan Cóndor, nombre bajo el cual se realizaron las operaciones clandestinas que llevaron adelante en forma conjunta.
CONSECUENCIAS. Las dictaduras reprimieron con violencia a los opositores. Aplicaron el “terrorismo de Estado”, que originó miles de presos y exiliados. Se aplicó la tortura, las ejecuciones sumarias o arbitrarias y se implementó un delito de lesa humanidad: la desaparición forzada de personas, y un delito mucho más cruel, la apropiación de hijos de opositores políticos.
Pese a la dureza de la represión hubo reacción y se organizó y fortaleció la resistencia a las dictaduras. Un ejemplo de ello fue la presencia pública de los familiares de los presos políticos, de los asesinados y especialmente de los desaparecidos, que llegaron a constituir asociaciones en 14 países de América Latina y conformaron una federación latinoamericana cuyo objetivo sigue siendo la lucha contra las “desapariciones forzadas”.
AHORA. Triunfó la lucha por la recuperación de la libertad y la democracia y la exigencia de la verdad y la justicia. Actualmente en Sudamérica todos los Estados tienen gobiernos constitucionales, sin embargo de ello hasta hoy en varios países se mantiene la impunidad y no ha habido esfuerzos por el esclarecimiento de los crímenes cometidos por los Estados.
Algunos gobiernos han impulsado la investigación y la aplicación de la justicia, pero otros, entre ellos el de Bolivia, no considera que la lucha de resistencia a las dictaduras y la recuperación de la democracia, la libertad y la vigencia de los derechos humanos, es obra de miles de personas que fueron perseguidas, apresadas, torturadas, exiliadas, asesinadas y desaparecidas en los últimos cincuenta años.
Por ello se hace urgente la recuperación de la memoria histórica, aprender y enseñar que vivimos en democracia, gracias al aporte y sacrificio de esas personas. En relación a la coordinación internacional, en 1984 la Escuela de las Américas dejó Panamá y se estableció en Fort Benning, Georgia. En febrero de 2001 cambió su nombre, ahora se llama “Instituto del Hemisferio Occidental para la Cooperación de Seguridad” y su órbita de atención pasó de la Doctrina de Seguridad Nacional al Narcoterrorismo y a la “Intervención en casos de desastre”. Aún trabajan organizadamente ciudadanos norteamericanos que exigen el cierre de este instituto.
GUIÓN. En 2006 me buscó Mauricio d’Avis L. y me pidió apoyo para profundizar su investigación sobre la represión y el Plan Cóndor; lo contacté con familiares de desaparecidos y asesinados en las dictaduras y sabía que estaba elaborando el guion de un largometraje.
Finalmente supe que terminó y presentó su guion a Carla Ortiz, con quien llevó a cabo un trabajo conjunto hasta viabilizar la película. Mauricio d’Avis cedió sus derechos y creo que es importante reconocer su iniciativa y aporte para la recuperación de la memoria histórica.