Voces

Wednesday 1 May 2024 | Actualizado a 07:52 AM

¿Una voz, un voto?

Un prejuicio recorre Bolivia: que los votos rurales valen más que lo urbanos.

/ 16 de junio de 2020 / 06:32

Pocos problemas son tan poco comprendidos, pero a la vez tan difundidos, como el problema de la representación política en Bolivia. Porque, a raíz de esta mala comprensión, un prejuicio recorre Bolivia: que los votos rurales valen más que los votos urbanos. Lo que debería importar en esta discusión, sin embargo, es que el número actual de diputados en la Asamblea Legislativa Plurinacional no es el adecuado, no obedece a los fenómenos demográficos y económicos que el país ha experimentado en los últimos 40 años y, por otro lado, que de existir reformas al diseño de circunscripciones o número de diputados, como algunos proponen en los últimos días, no se considera el peso de las ciudades más grandes en el país en relación a los departamentos fuera del eje central del país, y mucho menos, el papel de la representación indígena. En pocas palabras, esta parece ser una discusión que olvida lo principal: la importancia de los Censos para tomar decisiones en lo que respecta a la representación política.

En medio de la discusión, se olvida que el tema está inmerso en una serie de contradicciones entre la Constitución Política del Estado y la Ley 026 de Régimen Electoral, que la Ley 421 “De Distribución de Escaños Entre Departamentos” del año 2013 buscaba solucionar. Las contradicciones se referían a que el parágrafo V del Art. 146 de la CPE faculta a definir al Órgano Electoral Plurinacional el número de escaños a distribuirse entre los departamentos del país, mientras que el Art. 56 de la Ley 026, dice más bien que la encargada de la distribución de escaños es la Asamblea Legislativa, es decir, el Órgano Legislativo. La Ley 421, que se aprobaría para definir un nuevo número de escaños por departamento de acuerdo al Censo de Población y Vivienda del año 2012, volvería a incurrir en esa contradicción, que es el Legislativo, y no el Electoral el que define la distribución de escaños. Además de esta contradicción, entre el parágrafo VII del Art. 146 y el parágrafo III del Art. 147, en lo que respecta a circunscripciones indígenas, se dice primero que las circunscripciones indígenas deberán regirse por el principio de densidad poblacional, y en el Art. 147, el parágrafo III dice “La ley determinará las circunscripciones especiales indígena originario campesinas, donde no deberán ser considerados como criterios condicionales la densidad poblacional, ni la continuidad geográfica”. La Ley de Régimen Electoral establece, al respecto, que “no trascenderán los límites departamentales y solo podrán abarcar áreas rurales”.

Uno pensaría que existen dos caminos para solucionar el problema de la representación política, en lo que concierne a la distribución de escaños (o bien, modificar las contradicciones en la Constitución Política del Estado, o bien ir a elecciones), pero se olvidaría de lo principal: dado que hablamos de conversión de votos en escaños, se requiere una base estadística para un eventual rediseño, que solo puede ser el Censo de Población y Vivienda, que se realiza cada 10 años. En otras palabras, la modificación a la distribución de escaños debería realizarse el año 2021 o 2022. El Censo del año 2012, por otra parte, revelaba algunos datos a considerar: a)que Cochabamba, La Paz y Santa Cruz concentran alrededor del 70% de la población del país; b)que los departamentos que más crecían en relación al Censo de 2001, eran Pando (110%), Santa Cruz (31%), Oruro (26%) y Tarija (23%), mientras que al otro lado estaban Chuquisaca (8%), La Paz (15%) y Beni (16%); y c) que la tendencia, si se analizaba el Censo del 2012, en relación al Censo de 2001 y de 1992, revelaba que Santa Cruz y Tarija eran los departamentos que más crecían en el país, mientras que ese no era el caso de La Paz. Una vez conocidos estos datos, la Ley 421 del año 2013, restaba 1 diputado a Chuquisaca, Potosí y Beni, respectivamente, para aumentar esos 3 escaños al departamento de Santa Cruz. Pero aquí, de igual forma, digamos que la Ley 421 no se habría aplicado del todo: si es que esta Ley buscaba solucionar las ambigüedades del Art. 146 de la CPE, en lo que respecta “menor población” y “menor desarrollo económico”, por qué son los 3 departamentos mencionados, con “menor desarrollo económico”, ¿los que pierden 1 escaño cada uno, frente a un departamento de “mayor población” y “mayor desarrollo económico”? Resulta extraño, tomando en cuenta, además, que un ente sumamente politizado, como la Asamblea Legislativa Plurinacional toma estas decisiones.

Tomadas estas contradicciones, podría asumirse fácilmente que el próximo Censo aumentaría escaños a los departamentos de mayor crecimiento porque está claro que, a pesar del Art. 146, se toma únicamente el criterio de “menor población”. Tengo entendido, por otra parte, que alguna Senadora de Pando habría presentado al Tribunal Constitucional Plurinacional un recurso para subsanar la primera contradicción, respecto a las atribuciones del Órgano Electoral frente al Órgano Legislativo. Pero es probable que esta medida busque restar representación al área rural (bajo el prejuicio de que el Movimiento Al Socialismo tendría más escaños a favor por el voto rural), y no tanto modificar o subsanar las contradicciones explicadas. De ser así, digamos que este discurso no consideraría que las circunscripciones indígenas deberían aumentarse de 7 a 34 -tomando como referencia a los idiomas oficiales reconocidos en el Art. 5 de la Constitución Política del Estado-, lo que restaría escaños plurinominales en cada departamento en el que se ubique una circunscripción indígena. En otras palabras, si, por ejemplo, el pueblo Guaraní en Chuquisaca es reconocido como una circunscripción indígena, entonces el departamento de Chuquisaca ganaría un escaño especial y pasaría a tener 4 diputados plurinominales, en vez de 5.

Está claro que la propuesta de la Senadora de Pando tiene un tinte político, buscaría anular la Ley 421 pero no contemplaría la importancia del Censo para tomar decisiones respecto a la distribución de escaños. Y si tomaría en cuenta el Censo, estaría buscando retrasar las elecciones hasta el año 2021 o 2022. Por otra parte, si su intención es restar representación al área rural, no consideraría la representación indígena. En pocas palabras, es probable que este discurso sobre infrarrepresentación del voto urbano no contemple qué tipo de reformas se quiere para mejorar la calidad de la representación política en el país. No consideraría, por ejemplo, que la disposición de 130 diputados en la Asamblea Legislativa Plurinacional obedece a una disposición de 1979, en base al Censo de Población y Vivienda del año 1976, cuando Bolivia tenía 4.6 millones de habitantes. Aún así, digamos que el mejor escenario, para evitar toda confrontación en un país polarizado e inmerso en una crisis de varias aristas, es ir a elecciones con las reglas que ahora se tienen porque, además, el país tiene a una mandataria con poca legitimidad.

De ser así, que lo que se busca es una reforma para mejorar la calidad de la representación política en el país, son necesarias algunas sugerencias: primero, que el número de diputados debe incrementarse, segundo, que en lo que respecta a las circunscripciones indígenas, estas deben incrementarse, en cumplimiento a la Constitución Política del Estado; tercero, repensar la representación, si territorial o poblacional. La primera sugerencia, aunque no propongo un número, debería considerar que todos los departamentos excepto Cochabamba, La Paz y Santa Cruz tengan de entrada un número mínimo de diputados, por el solo hecho de que son departamentos de menor población y menor desarrollo económico (aunque habría que pensar dónde ubicar a Tarija). Hecho esto, considerar el número de circunscripciones indígenas en el país, en base al nuevo Censo, seguramente en 2022. La tercera sugerencia tiene que ver con la representación como tal: si se aplica el cálculo de dividir circunscripciones en cada departamento, de acuerdo a la media poblacional, esto causaría mayores conflictos, dado que a lo largo del país nos encontramos con el fenómeno creciente de la migración a las ciudades. Es probable que deba considerarse una representación territorial: por ejemplo, si aplicamos el ejercicio a Chuquisaca, cada circunscripción tendría entre 74.636 y 44.194 votantes, lo que significaría que la ciudad de Sucre tendría 3 diputados y el resto del departamento solo 2, lo que viciaría el concepto mismo de representación (territorios demasiado grandes y diferentes entre sí fuera de la ciudad de Sucre). 

Como se ve, la discusión requiere de más profundidad técnica. La contradicción entre voto rural y voto urbano solo refleja la polarización existente entre dos campos sobreideologizados.

Wim Kamerbeek Romero, politólogo y asesor de la Agrupación Ciudadana Chuquisaca Somos Todos. 

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Aterrizaje suave pese a todo

/ 1 de mayo de 2024 / 07:43

Es interesante hacer un seguimiento de los informes del FMI sobre las Perspectivas de la Economía Mundial (WEO por sus siglas en inglés) que emite con una periodicidad de dos veces al año (abril y octubre), con actualizaciones en enero y julio. El último informe de abril hace una revisión de los pronósticos de crecimiento al alza y una revisión a la baja de las previsiones de inflación, y reiterando su tendencia a la baja, concluyendo que la economía mundial va hacia un aterrizaje suave.

El excesivo énfasis en la inflación del FMI es en las normas o recetas en materia de política monetaria, que, aunque no es un Banco Central, trató de imitar mandando subir las tasas de interés cuando la inflación era alta, junto con reducir el gasto público para contraer el exceso de demanda que identificaba como causa principal de las presiones inflacionarias, cuando la mayoría de los análisis de los propios bancos y analistas mostraban la incidencia de los shocks de oferta y el riesgo geopolítico.

El problema de fondo es la utilidad de los informes y las proyecciones sobre la economía global. Desde que me inicié en el seguimiento del entorno mundial a principios de los años 90, no encontré un informe oficial público que alertara anticipadamente sobre el efecto Tequila y la crisis de México, en pleno triunfalismo del FMI por la liberación total de la cuenta de capitales, aunque sí algunos papers, como el de Guillermo Calvo sobre el frenazo súbito, ignorados por los altos ejecutivos del FMI. Pasó lo mismo con la crisis asiática, en Tailandia y Corea, y después con las crisis del real en Brasil, en pleno auge de la liberación global. Tuvieron que irrumpir esas crisis para que se moderara la recomendación de la apertura de capitales por parte del FMI, una institución supuestamente encargada de prevenir y enfrentar los desequilibrios externos, pero que más bien los acentuaba. El caso más patético fue con la crisis financiera mundial de 2007 y 2008, que no fue solo una crisis de las hipotecas, sino de un sistema financiero con supervisión laxa y centrada en los derivados financieros. Se dice que un economista como Nouriel Roubini previno la crisis, lo que es preocupante, ya que las tres instituciones internacionales más grandes (FMI, BM, OECD) solo se limitaban a repetir los mismos datos y mantras, y ni siquiera tocan madera para prevenir las crisis.

Ahora, mientras los informes de la troika tenían consenso del aterrizaje suave, un solo dato como la tasa de crecimiento del PIB de los EEUU cambió el entorno optimista a uno pesimista donde se duda del aterrizaje suave. Así, el crecimiento del 1,6% anualizado en el primer trimestre de 2024, frente al 3,4% del trimestre anterior fue por debajo de las previsiones triunfalistas del 2,5%, afectó a los mercados y analistas. Fue el crecimiento más bajo desde las contracciones de la economía en el primer semestre de 2022, que mostraron una recesión técnica no aceptada oficialmente, puesto que hasta ahora se espera el pronunciamiento oficial del NBER, institución oficial sobre el tema de recesiones.

La cereza que cuestionó el aterrizaje suave del dato a marzo de 2024 del Índice de Precios de los Gastos de Consumo Personal (PCE Price index), que muestra un aumento de su tasa anualizada de 2,5% en febrero a un 2,7% en marzo, y que, si se excluyen combustibles y alimentos, lo que se denomina la tasa subyacente, se mantiene en un 2,8%. Es decir, la inflación no está queriendo aterrizar al 2% que espera la Fed, sino se mantiene terca, cercana al 3%, mostrando que los datos no siguen a las autoridades monetarias ni al FMI, por supuesto.

Lo que más me preocupa es que en medio de los informes sobre el aterrizaje suave, el 8 de abril, sea el CEO de JP Morgan Chase, el banco más grande de los EEUU, Jamie Dimon, quien alerte a sus accionistas, según recoge The New York Times, de que la inflación y las tasas serán más firmes de lo que esperan los mercados y se mostró más escéptico sobre las probabilidades de un aterrizaje suave. Advirtió que las preocupaciones geopolíticas deberían estar por encima de cualquier preocupación económica.

Pareciera que Dimon estaba mejor informado que el FMI sobre los datos de inflación subyacente y del PIB.

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Indagación de un padre

Ricardo Bajo

/ 1 de mayo de 2024 / 07:38

Ser (un buen) hijo no es fácil. Ser (un buen) padre, tampoco. Uno se castiga en favor del otro. Esta columna podría haberse titulado: Carta a un mal padre. Un hijo, escritor, publica un libro sobre su padre muerto, filósofo. El escritor es Juan Villoro y el padre, don Luis Villoro Toranzo, filósofo zapatista/epicúreo. El libro se llama La figura del mundo: el orden secreto de las cosas (Random House, 2023). El cronista dedica la obra a su madre. En la página siguiente coloca un poema de Jaime Sabines titulado: Yo no lo sé de cierto. Lo supongo. El poema habla de dos personas que se quieren, de soledades y de silencios.

Villoro, hijo, escribe una (larga) carta a su padre. Es un padre singular y contradictorio. Es una carta llena de preguntas: ¿deben tener hijos los intelectuales? El hijo piensa que no, pues son —la gran mayoría— egoístas y tóxicos. Los hijos, para muchos intelectuales, son un estorbo. Nota mental: levanto la mirada del libro (la mejor señal) y pienso en el destino de los hijos de muchos intelectuales/artistas bolivianos: suicidio, infelicidad, trastornos mentales, drogas y engreimiento. No voy a citar nombres. Villoro también tiene respuestas: “no reproché a mi padre lo que no pudo ser y encontré una vía para quererlo a mi manera”.

La figura del mundo es un libro sobre la memoria (ajena). Sobre el pasado que siempre retorna de forma diferente. Sobre el distanciamiento (técnica de Bertolt Brecht) y los olvidos. En el teatro de la memoria, ésta tiene doble vida: bucea en lo olvidado y una vez allí, revive de otra manera. Son memorias familiares y memorias de México. A ratos, parecen cuentos inventados con personajes secundarios de lujo: hombres y mujeres que se perdieron en el olvido de la Revolución Mexicana, la Guerra Civil española, la hermosa insurgencia del e-zeta-ele-ene. “No escapa al pasado quien lo olvida”, dispara el hijo, citando a un personaje “brechtiano”.

Villoro recuerda gestos de su padre, recuerda que solo una vez le dio un beso. Recuerda su hábito de leer periódicos (el Excélsior —donde nuestro querido Coco Manto fuera jefe de redacción— y La Jornada). Recuerda sus guantes de piloto y sus anteojos de economista soviético; su costumbre de ir al mismo cine de manera religiosa; su amor (enfermizo) por los libros. “Si un padre no llora, el hijo llorará por todo”. 

Villoro, el hijo, habla de paternidad, la de ayer y la de hoy. La paternidad, como enigma insoluble. “¿Cuándo perdió la brújula la paternidad?” No lo sé, el que esto escribe no es padre. Bastante tengo con ser hijo, trabajo complicado donde los haya. “¿Cuándo perdonamos a nuestros padres por sus ausencias? ¿Es posible entender lo que un padre ha sido sin nosotros? ¿Se puede enseñar a querer?” Son las preguntas de Villoro.

Hay muchos padres e hijos que solo hablan de fútbol, “sitio ideal de la convivencia”. Algunos que no comparten esa pasión, ni siquiera de eso hablan. Los Villoro hincharon por equipos diferentes. Eso siempre calienta/alarga la charla. “Elegir un equipo significa elegir un futuro”, dice el hijo que le va al Necaxa. El padre le iba (por razones académicas) al equipo de la universidad, los Pumas de la UNAM. Ambos compartían, sin embargo, el sentimiento liberador del fútbol, la expresión de libertad, gozo y fascinación colectiva que despierta la pelota sobre la cancha. “Mi padre no me habló del fatalismo ni de la condición trágica del ser pero me llevó a los principales escenarios de la derrota: los estadios de fútbol”. Los dos eran/son de un país —como Bolivia— “donde los hinchas siempre hacen más esfuerzos que los jugadores”.

Los Villoro, padre e hijo, también hablaban de libros. Y de cómo deshacerse de ellos tras una larga vida. He visto con mis propios ojos hermosos ejemplares de tapa dura botados en la basura, abandonados con nocturnidad y alevosía. Nadie los quiere. Luis Villoro los donó a la Universidad de San Nicolás de Hidalgo en Morelia. La biblioteca de un padre a veces habla más que el propio padre.

Villoro, el hijo, se da cuenta al final de la crónica paterna que en realidad está escribiendo sobre su madre. “Mi padre es buen tema para un escritor que prefiere escribir de lo que ignora”. La dedicatoria inicial era una pista para lectores/detectives. Advierte que no es discípulo del filósofo, sino de su madre, Estela. De ella conoce casi todo (la infelicidad de los 10 años de matrimonio, el deseo de querer sinónimo de amor, la posibilidad de aquel idilio en la India con Octavio Paz). Ambos, madre e hijo, hijo y madre, decidieron amar por su cuenta a su “figura del mundo”. Todos deberíamos encontrar esa vía para querer a nuestros viejos. No es fácil ser padre. No es fácil ser hijo.

Ricardo Bajo es hijo

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¿Crisis o resiliencia económica en Bolivia?

Ariana Quiroz

/ 1 de mayo de 2024 / 07:31

Recientemente, Moody’s ha presentado su evaluación centrada en las presiones de liquidez en moneda extranjera y el riesgo de impago de las obligaciones financieras del país. Aunque estos aspectos son mencionados en su evaluación, es fundamental resaltar que el Gobierno ha implementado una serie de medidas para enfrentar dichas presiones, como la estrategia de sustitución de importaciones y el fortalecimiento productivo.

Moody’s ha mencionado el riesgo de que Bolivia no disponga de suficiente moneda extranjera para asegurar el repago de sus obligaciones externas e importaciones. Sin embargo, el Gobierno ha cumplido con todas sus obligaciones financieras, y las importaciones continúan sin problemas, lo que cuestiona la validez de este riesgo planteado.

Por otro lado, la calificadora menciona la ingobernabilidad y la división política como factores que justifican la revisión a la baja de la calificación. Si bien es cierto que estos son desafíos externos, el Gobierno está comprometido con la aplicación de políticas económicas que protejan la recuperación de la economía y aborden los desafíos actuales.

La discrepancia entre la evaluación de Moody’s y la realidad económica de Bolivia merece una atención cuidadosa. A pesar de los desafíos económicos, el Gobierno está tomando medidas concretas para abordarlos y ha demostrado su compromiso con el cumplimiento de sus obligaciones financieras. Es importante que las agencias de calificación consideren estos factores en sus evaluaciones para proporcionar una imagen más precisa de la situación económica de un país.

La revisión de la calificación de Moody’s ha generado un debate sobre la idoneidad de las métricas utilizadas para evaluar la salud económica de los países. Algunos críticos argumentan que estas métricas pueden reflejar un sesgo hacia una visión convencional de la estabilidad económica, que podría no ser adecuada para entender la realidad compleja de estas economías.

Además, es crucial reconocer que el país ha enfrentado desafíos significativos en los últimos años. En este sentido, las métricas convencionales de estabilidad económica pueden no capturar completamente la complejidad de la situación. Por ejemplo, la política de sustitución de importaciones y el impulso hacia la producción interna pueden no reflejarse adecuadamente en los indicadores tradicionales, pero son medidas estratégicas para fortalecer la economía del país y mitigar vulnerabilidades externas.

Por lo tanto, la evaluación de Moody’s debería considerar no solo los riesgos y desafíos presentes, sino también los esfuerzos y progresos realizados por el Gobierno en la gestión económica y política.

En última instancia, la revisión de la calificación crediticia de Bolivia por parte de Moody’s subraya la importancia de considerar una gama más amplia de indicadores al evaluar la salud económica de un país. Esto no solo proporcionaría una imagen más precisa de la situación económica, sino que también ayudaría a mitigar la posibilidad de que las evaluaciones de las agencias de calificación influyan indebidamente en la percepción de la estabilidad económica de un país.

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Transparencia y regulación financiera

Raúl González Salazar

/ 1 de mayo de 2024 / 07:24

La Ley 341 de Participación y Control Social establece la Rendición Pública de Cuentas como una herramienta que transparenta la gestión de las entidades públicas, permitiendo a la población conocer cómo se utilizan o utilizarán los recursos, ejercer el control social y fortalecer la democracia. Cada entidad tiene la responsabilidad de organizar y ejecutar la rendición al menos dos veces al año, en un acto público y de libre acceso, siendo que uno de estos eventos se orienta en presentar información institucional, el presupuesto a ser ejecutado y las actividades programadas en la gestión en curso.

En ese marco, la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (Asfi) organizó su Audiencia de Rendición Pública de Cuentas Inicial 2024, celebrada a mediados de marzo en Sucre, en la que no solo se expusieron las acciones que la Asfi tiene previsto realizar en esta gestión, en virtud de las competencias y funciones relativas a ejecutar la regulación y supervisión financiera, sino también su compromiso con la transparencia que se refleja en su trabajo diario.

Es importante aclarar que tanto la regulación como la supervisión financiera son tareas constantes y permanentes que realiza la Asfi, con la finalidad de velar por el sano funcionamiento y desarrollo de las entidades bajo su control, y de preservar la estabilidad del sistema financiero y del mercado de valores, más allá de suponer acciones circunstanciales que responden a una coyuntura o situación específica.

A objeto de entender mejor el rol de la Asfi en cuanto a sus funciones principales, tal como se explicó en la rendición inicial de esta gestión, cabe precisar que la regulación consiste en la emisión y/o la modificación de normativa que es de aplicación obligatoria por parte de las entidades financieras y los participantes del mercado de valores, que establece, entre otros aspectos, los requisitos que dichas instituciones deben cumplir para operar y prestar servicios con el objetivo de proteger a los usuarios, garantizar su solvencia, así como para preservar la estabilidad del sistema financiero y del citado mercado de valores.

Para este año, la Asfi indicó que tiene previsto emitir regulación referida a las entidades financieras y el mercado de valores, con el propósito de preservar la estabilidad, la solvencia, la eficiencia, la confiabilidad y la transparencia del sistema financiero; mantener un mercado de valores sano, seguro, transparente y competitivo, promoviendo su desarrollo; fortalecer la protección y defensa del consumidor financiero, promoviendo la inclusión financiera y controlando la otorgación de créditos a sectores priorizados de la economía.

A su vez, la supervisión se refiere a que la Asfi vela constantemente por el cumplimiento de la mencionada normativa e instructivos, a través de diferentes mecanismos recurrentes, como la revisión de información periódica, la realización de visitas de inspección y la aplicación de sanciones, en caso de identificar incumplimientos, siendo que para esta gestión se precisó que para cumplir las tareas planificadas se tiene previsto realizar 238 inspecciones dirigidas a empresas de servicios financieros complementarios, entidades de intermediación financiera, participantes del mercado de valores, sociedades controladoras de grupos financieros, así como a entidades en liquidación o intervención.

La transparencia en las tareas de regulación y supervisión financiera, a través de la Rendición Pública de Cuentas, fortalece la confianza del público en el trabajo que realizan instituciones, en este caso la Asfi, contribuyendo a la construcción de un entorno más sólido, con consumidores financieros mejor informados que accedan y usen los servicios financieros que satisfagan sus necesidades.

Raúl González Salazar es ingeniero comercial

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China sigue en constante ascenso

Las estructuras económicas y comerciales de China y Bolivia se complementan en gran medida

Wang Liang

/ 30 de abril de 2024 / 11:26

Recientemente, la comunidad académica estadounidense lanzó teorías absurdas como: «la economía china ha tocado techo», «el exceso de capacidad productiva de China» y «la retirada de inversión extranjera directa de China», argumentando que en los últimos años el ritmo de crecimiento económico de China ha disminuido rápidamente y que podría haber alcanzado su pico. Estas afirmaciones subestiman la resistencia de la economía china. En comparación con los desafíos económicos actuales, China ha superado dificultades mucho más graves en su historia.

Consulte: Shanghái, la superciudad china

La economía china no está sujeta a ruidos externos. Al difundir que «la economía china ha tocado techo», los expertos intentan avivar las tensiones en otros países, hacer tambalear la confianza mundial en China y crear obstáculos a su desarrollo. Desde la década de 1990, ha sido constante la retórica occidental que menosprecia a China, pero más allá de lo negativo que se perciba a China en el exterior, el país ha respondido con acciones concretas. En los últimos 12 años, la proporción del PIB de China en el mundo viene en aumento, acortando la brecha con el PIB de Estados Unidos. Incluso, durante la pandemia del COVID-19, la economía china continuó creciendo en relación a la economía estadounidense. En 2023, el PIB de China alcanzó los $us 17,89 billones, con un crecimiento de 5,2%, contribuyendo con más del 30% al crecimiento económico mundial. Al primer trimestre de 2024, el PIB de China cuenta con un crecimiento de 5,3% interanual, siendo una fuerza importante y el motor principal para el crecimiento económico mundial.

La economía de China es saludable y sostenible. La economía china, la segunda en el mundo, tiene cimientos sólidos, resistencia y potencial enorme. Las clases medias de China superan los 400 millones de personas y seguirá creciendo, mientras el proceso de urbanización de población agrícola se acelera, lo que traerá un enorme impulso para la mejora del consumo en áreas como vivienda, educación, sanidad y pensiones. Además, el gobierno chino acelera el desarrollo de las nuevas fuerzas productivas de calidad, promoviendo y fomentando la nueva industrialización, a través de la amplia aplicación de tecnologías digitales, inteligentes y verdes, para revitalizar todas las industrias.

La economía china ha contribuido al impulso de la globalización económica. La globalización, promovida por China es abierta, inclusiva, equitativa, equilibrada y mutuamente beneficiosa, en la que todos los países participan, construyen y comparten, la cual ha sido ampliamente acogida por la comunidad internacional. Las estructuras económicas y comerciales de China y Bolivia se complementan en gran medida. La cooperación amistosa y mutuamente beneficiosa entre ambos países se encuentra en su mejor momento histórico. Según las estadísticas bolivianas, en 2023, el comercio bilateral alcanzó los $us 3.590 millones, convirtiendo a China en el principal socio comercial de Bolivia. Y el volumen comercial continúa creciendo. Hoy en día, es común ver automóviles de marcas chinas como Changan y BYD en Bolivia, mientras que la carne de res y la quinua producidas en Bolivia enriquecen los alimentos chinos. China sigue en constante ascenso, no solo proporcionando un fuerte impulso al crecimiento económico mundial, sino también brindando nuevas oportunidades para China y Bolivia. China está dispuesta a unirse a Bolivia y a todos los demás países del mundo para desarrollarse juntos, avanzar juntos y esforzarse por promover la construcción de una comunidad de futuro compartido para la humanidad.

(*) Wang Liang es embajador extraordinario y plenipotenciario de la República Popular China en el Estado Plurinacional de Bolivia

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