Jefe médico del IDAI sugiere incluir la prueba de Apgar en el Carnet de Salud Infantil
Según Roberto Velasco, al menos siete de cada 10 madres de hijos con discapacidad desconocen el puntaje obtenido por sus bebés
La prueba de Apgar puede permitir la detección temprana de discapacidad en el recién nacido. Sin embargo, en Bolivia, al menos siete de cada 10 madres con hijos con alguna discapacidad desconocen en qué consiste y la puntuación obtenido por sus bebés.
“Siempre preguntamos a las mamás ¿A usted le han dicho el Apgar de su bebé?, y la mayoría, más del 70% no lo conocen. El Apgar debería estar en el carnet de salud, ya que si es menos de 6 (puntos), ese niño necesita seguimiento”, dijo Roberto Velasco, jefe médico del Instituto Departamental de Adaptación infantil (IDAI) en el programa de Piedra, papel y tinta de La Razón, que se difunde el sábado , con reprís el domingo, por Cadena A.
Esa prueba “es un examen rápido que se realiza al primer y quinto minuto después del nacimiento del bebé. El puntaje en el minuto 1 determina qué tan bien toleró el proceso de nacimiento. El puntaje al minuto 5 indica (…) qué tan bien está evolucionando fuera del vientre materno”, informa el enciclopedia médica MedlinePlus.
“El test mide el esfuerzo respiratorio, frecuencia cardíaca, tono muscular, reflejos y color de la piel A cada una de estas categorías se le da un puntaje de 0, 1 o 2 (de menos a más), según el estado observado. (…) Cualquier resultado inferior a 7 es una señal de que el bebé necesita atención médica. Cuanto más bajo es, mayor ayuda necesita para adaptarse fuera del vientre materno”.
Cuando la puntuación es menor a 6, “no es que esté enfermo, lo consideramos de riesgo y debería tener un seguimiento” para que entre en proceso de rehabilitación, destacó Velasco.
El Jefe Médico del IDAI aconsejó al Ministerio de Salud desarrollar campañas de prevención de la discapacidad y ajustar protocolos para que, por un lado, las madres sepan que tienen derecho a conocer la calificación obtenida por el neonato y, por el otro, los médicos ofrezcan esa información.
En lo que toca a la prevención primaria (educación pública) destacó que es necesario decirles a las embarazadas que la falta de control prenatal, el parto domiciliario y las complicaciones durante el alumbramiento, así sea en un hospital, son factores de riesgo; que la vacuna contra la rubeola —también llamado sarampión de 10 días— es indispensable, ya que ”si a una embarazada se contagia, su hijo va a tener discapacidad”,.
Tras el nacimiento, se habla de prevención secundaria o detección precoz, y en ese acápite entra la prueba que la médica Virginia Apgar comenzó a aplicar en 1952.