A horas del veredicto, familiares de las víctimas de octubre dicen que se hizo todo para evitar más impunidad
"Dejaron de ser como dioses para convertirse en un par de hombres acusados", señalaron los familiares que impulsan un juicio civil contra el expresidente Gonzalo Sánchez de Lozada y su exministro Carlos Sánchez Berzaín en EEUU.
A «horas» o «días» para que un jurado ciudadano, en Estados Unidos, emita un veredicto a Gonzalo Sánchez de Lozada y su exministro Carlos Sánchez Berzaín los familiares de las víctimas de octubre de 2003 aseguraron en un pronunciamiento público que más allá del resultado se hizo todo lo que se pudo para impedir que las exautoridades responsables de la masacre queden impunes.
«Sin importar el resultado del juicio en Miami, hemos hecho todo lo que pudimos conociendo los riesgos de trabajar en un escenario ajeno: sujetos a un sistema judicial que desconociamos y confiado de la capacidad de nuestros abogados. No obstante seguimos adelante, conscientes de que teníamos que hacer algo para impedir que los dos principales responsables de la masacre queden impunes», comunicaron la Asociación de Familiares de los Caídos por la Defensa del Gas y el Comité Impulsor del Juicio.
La Asociación y el Comité precisaron que 15 años tomó llevar a las dos exautoridades al banquillo de los acusados, después de su fuga de Bolivia el 17 de octubre de 2003 tras la renuncia de Sánchez de Lozada al cargo de Presidente.
«Hemos caminado para que se haga justicia. Nos alimentamos año tras año con la esperanza de que tanto dolor y tanta muerte no hayan sido envano», dijeron.
Destacaron que por primera vez, Sánchez de Lozada y Sánchez Berzaín agacharon la cabeza para presentarse ante la justicia y que tuvieron que dejar de ocultarse «en sus argumentos irracionales de complot y conspiración».
«Se han visto confrontados por primera vez con su responsabilidad por lo ocurrido en septiembre y octubre de 2003. Dejaron de ser como dioses para convertirse en un par de hombres acusados», señalaron.
El juicio iniciado el 5 de marzo en los tribunales de Fort Lauderdale (Florida) es la etapa final de un proceso judicial que comenzó en 2007 y tiene también como demandado al exministro de Defensa de Bolivia Carlos Sánchez Berzaín, quien como el expresidente está asilado en Estados Unidos desde 2003.
Entre 60 y 80 civiles murieron en la «guerra del gas» y más de 400 sufrieron heridas de arma de fuego, pero el juicio se circunscribe a ocho víctimas mortales.
Los familiares de esas ocho personas consideran responsables de sus muertes a los dos Sánchez y les exigen una indemnización, algo que deberá determinar un jurado compuesto por 10 personas.
«Nadie puede cambiar la historia. Ni un juicio ni dos pueden cambiar los hechos, ni cien jueces pueden torcer lo ocurrido. Tampoco millones de dólares o miles de palabras: nuestros seres amados fueron asesinados y esos genocidas hoy son por fin juzgados por sus actos», concluye el pronunciamiento. (26/03/2018)
