Paisaje urbano
Una de las principales conclusiones del 1º Congreso Internacional de Paisaje Urbano, celebrado en diciembre de 2015 en Sao Paulo (Brasil), fue la necesidad de trabajar en la consolidación de la gestión del paisaje urbano como uno de los elementos esenciales de la agenda local, por su demostrada capacidad para influir en la mejora de la calidad de vida en las ciudades. En el 2º congreso, organizado en 2017 en Barcelona (España), se resaltó la importancia de un nuevo modelo de desarrollo urbano ideológico que insiste, cada vez más, en la oportunidad de rehabilitar y dar nuevos y mejores usos a los espacios colectivos ciudadanos por encima de crear más ciudades.
Los municipios son los llamados a trabajar por la recuperación de la calidad del espacio público urbano, con la mirada puesta hacia la construcción de ciudades vibrantes, activas, con interacción social, donde uno de los elementos importantes son sus calles: “La calle no es simplemente una carretera destinada a servir las comunicaciones directas entre dos puntos” (Cerdá 1863, en Soria 1996). Este nuevo modelo plantea rescatar las calles con nuevas formas de movilidad (ciclovías, bulevares peatonales), e impulsar lugares de encuentro e intercambio cara a cara entre los ciudadanos, de tal manera que los peatones y vecinos cuenten con espacios seguros para realizar distintas actividades, entre ellas, socializar.
Otro elemento del paisaje urbano son los denominados condominios cerrados, espacios en los que los ciudadanos han optado por reunirse bajo la idea de seguridad, lejanos de la ciudad y de todas sus actividades culturales y sociales; lo que a su vez genera una externalidad: un mayor número de vehículos, según advierte el estudio titulado Plan Maestro de Transporte. Esto demuestra que, para sorpresa de muchos, el transporte público no es el principal culpable del caos vehicular, sino el gran número de vehículos particulares, que generan congestión y desorden, los cuales son potenciados por el comercio informal que existe en varios sectores claves de la ciudad.
La planificación urbana debe dar respuestas a estos problemas, y es responsabilidad de los gobiernos locales hacer cumplir las normas de urbanismo y acudir a los diferentes estudios que ya se han hecho para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. Es fundamental que los municipios, sean grandes o pequeños, dispongan de planes de paisaje urbano que les ayuden a recuperar la memoria colectiva y el sentido de pertenencia de sus pobladores.