Las fronteras se cierran por el coronavirus y se multiplican manifestaciones contra restricciones
La paciencia de la gente está siendo puesta a prueba por una pandemia que desde hace un año limita las libertades y hace que miles de personas pierdan su trabajo
En un mundo con controles fronterizos cada vez más importantes, las restricciones y el confinamiento para luchar contra el coronavirus están provocando disturbios y manifestaciones, como fue el caso en Holanda por segunda noche consecutiva.
La única esperanza es la campaña de vacunación, pero avanza de forma desigual. En Estados Unidos el presidente Joe Biden apuesta a que gracias a ella sus conciudadanos tendrán inmunidad colectiva para el verano, pero en muchos otros países la campaña está estancada por falta de dosis o apenas ha comenzado por falta de recursos.
Mientras tanto, la paciencia de la gente está siendo puesta a prueba por una pandemia que desde hace un año limita las libertades y hace que miles de personas pierdan su trabajo, algunas de las cuales luchan ahora por alimentarse.
En Holanda, por segunda noche consecutiva, los opositores al toque de queda protagonizaron manifestaciones que degeneraron en enfrentamientos con la policía.
En grandes ciudades como Ámsterdam, Róterdam y La Haya, pero también en otras localidades (Amersfoort, Geleen, Den Bosch, Haarlem…), el toque de queda impuesto este fin de semana en el país por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial dio lugar a violentos disturbios, con enfrentamientos con la policía y actos de vandalismo contra comercios.
El lunes por la noche, más de 70 personas habían sido detenidas, según la televisión pública holandesa NOS. La noche anterior habían estallado disturbios similares en varias ciudades, que se saldaron con al menos 250 detenciones.
El primer ministro, Mark Rutte, condenó la «violencia criminal» de «los peores disturbios en 40 años».
En Trípoli, una gran ciudad del norte del Líbano donde el índice de pobreza es el más alto del país, jóvenes manifestantes protestaron el domingo por la noche contra las medidas de confinamiento, que los están llevando a la miseria. La Cruz Roja libanesa informó de más de 30 heridos. El país ha ampliado el confinamiento estricto hasta el 8 de febrero.
El día anterior, en un barrio de Tel Aviv (Israel), hubo enfrentamientos entre policía y judíos ultraortodoxos que protestaban contra el confinamiento. Trece personas fueron detenidas.
También puede leer…
La apuesta de Biden
El COVID-19 mató a al menos a 2,1 millones de personas y ha contaminado a más de 99,6 millones en todo el mundo, según un balance de la AFP el martes.
Las regiones más afectadas siguen siendo Europa, con 705.375 fallecidos y 32.279.350 contagios, y América Latina y el Caribe (575.976 fallecidos y 18.241.436 contagios).
En Estados Unidos, país con más muertos por el COVID-19 (más de 420.000) el presidente Joe Biden se mostró optimista y dijo el lunes esperar que «para el verano estaremos mucho más cerca de la inmunidad de rebaño».
Este rayo de esperanza llega el día en que California relajó algunas restricciones, gracias a una ligera mejora de la situación en los hospitales. Y el martes debe entrar en vigor la prueba negativa obligatoria de COVID-19 para todos los viajeros que lleguen a Estados Unidos por vía aérea.
En Brasil, el segundo país más castigado del mundo (al menos 217.664 fallecidos), el estado de Amazonas quedó confinado desde el lunes por una semana. Su capital, Manaos, ha registrado ya más de 3.000 decesos en lo que va de mes, el más mortífero desde que estalló la pandemia.
Por su parte, Colombia anunció la muerte por coronavirus del ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo, que el 15 de enero fue llevado a la unidad de cuidados intensivos del Hospital Militar Central de Bogotá.
(26/01/2021)