El COVID-19 y los sistemas agroalimentarios
Rodrigo Roubach
Bolivia se prepara para participar del 37° periodo de sesiones de la Conferencia Regional de la FAO para América Latina y el Caribe, encuentro al que asistirán 33 países y que señalará las prioridades regionales para los próximos dos años, en un momento en que necesitamos superar la crisis humanitaria, económica y social provocada por la pandemia del COVID-19.
El sector agroalimentario es clave para salir de esta crisis. Datos oficiales señalan que en Bolivia hay 2,5 millones de personas ligadas a unidades productivas agrícolas y son proveedoras de más del 90% de los productos de la canasta básica de alimentos.
Se calcula que 1,1 millones de personas que paralelamente están en otras actividades, como minería, manufactura y construcción, sufrieron una contracción económica debido a la pandemia, lo que les ha hecho dependientes de sus conocimientos agrícolas y les ha devuelto a sus tierras para asegurar el alimento y la economía.
Estas cifras nos muestran lo fundamental que es el sector agroalimentario en el desafío de superar la crisis de los últimos años. El país tiene cómo hacerlo. Bolivia posee variedad de alimentos sanos y nutritivos, riqueza en agrobiodiversidad y conocimientos tradicionales y ancestrales de producción sostenible. Y tiene la voluntad política, expresada en el Plan de Desarrollo Económico y Social 2021-2025, donde el eje de seguridad alimentaria con soberanía y la promoción de las exportaciones con valor agregado propone diversificar e incrementar la productividad agropecuaria.
Este enfoque se expresará en la 37° conferencia regional de la FAO a través de la participación del ministro de Desarrollo Rural y Tierras, Remmy Gonzales.
Para la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), el encuentro —que se celebrará en Quito, Ecuador, del 28 de marzo al 1 de abril— es trascendental para coordinar acciones conjuntas en los esfuerzos que hacemos para la trasformación hacia sistemas agroalimentarios más eficientes, inclusivos, resilientes y sostenibles, para conseguir una mejor producción, una mejor nutrición, un mejor medio ambiente y una vida mejor, sin dejar a nadie atrás, como señala el Marco Estratégico 2022-2031 de la FAO.
Sin ello, no podremos asegurar alimentos inocuos, nutritivos y saludables para toda la población, especialmente para los 267 millones de personas que sufren inseguridad alimentaria en América Latina y el Caribe. Tampoco podremos crear condiciones para que los habitantes rurales superen su condición de pobreza, que afecta al 45% de dicha población en la región. Durante la conferencia regional, los países acordaremos cómo avanzar en este camino urgente y necesario.
Rodrigo Roubach es representante de la FAO en Bolivia.