Luego de tres años, el activista francés Alexis Dessard deja el país
En un video, el francés dijo que deja Bolivia por “informalidad” de varias instituciones públicas y privadas que no concretaron el apoyo a su causa. Este sábado habló con La Razón desde Cusco, Perú.
El 13 de marzo de 2021, Alexis Dessard llegó al país. Su periplo en el país lo había conducido a un destino impensado: la basura en los sitios turísticos. Tres años después, el francés anunció que dejará el país y decidió seguir su ruta como mochilero.
En un video, dijo que deja Bolivia por “informalidad” ya que varias instituciones públicas y privadas, en su criterio, se comprometieron a apoyar sus proyectos que al final no se concretaron.
Dessard llegó en busca de la ruta del salar. Antes había pasado por Samaipata y por la ciudad de Potosí.
En su visita al Cementerio de Trenes, en Uyuni, le preocupó la falta de limpieza y acumulación de basura. A través de sus redes sociales y con imágenes y videos de ese sitio turístico, Alexis convocó a la población a sumarse a la campaña de limpieza.
Las autoridades municipales le convocaron a una reunión, también las del Regimiento de Infantería IV, Loa, donde se coordinó la cruzada. De esa forma, el 27 de marzo de 2021 pobladores y militares realizaron la primera campaña.
“Ese día fue espectacular. Recorrimos en un camión del Ejército y con un megáfono despertamos a los pobladores para invitarles a participar en la limpieza del Cementerio de Trenes”, contó.
Pero Alexis también conoció el lago Uru Uru, en Oruro. La situación era y continúa siendo mucho más compleja por la contaminación, pues se formó por el descuido un “mar de basura”.
Entonces decidió emprender una segunda cruzada. Quizá la más grande y conocida en el ámbito nacional.
URU URU
Desde el 7 de abril y durante varias semanas se realizó la limpieza del Uru Uru. Autoridades regionales y del Gobierno central, además de universitarios y activistas, se sumaron a la campaña de donde se sacaron toneladas de basura.
Decenas de reconocimientos son las que recibió el activista francés por su labor. Luego decidió asentar su residencia entre las ciudades de Santa Cruz y La Paz.
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Tenía varios proyectos en mente, desde la lucha contra la contaminación hasta contra la violencia de género. Tuvo reuniones con autoridades de instituciones públicas y la empresa privada; sin embargo, “todo se quedó en intenciones”.
“Me voy por dos razones principales. La primera, porque tengo muchas ganas de viajar de nuevo, quiero seguir este sueño que tengo de descubrir el mundo. Intenté que se concreten varios proyectos, pero no fue así. Les agradezco mucho por su hospitalidad y quizá en un futuro regrese a Bolivia, de donde me llevo buenos recuerdos”, dijo Dessard a La Razón, desde Cusco, Perú, adonde llegó este sábado.
El joven, de 26 años de edad, dijo que, con la unidad, un país puede lograr muchos objetivos y dijo que fue eso lo que se demostró en las cruzadas de limpieza.