Un estudio publicado por el Banco Central Europeo (BCE) muestra que las agencias de calificación tratan de forma más benevolente a los bancos que les proporcionan negocio por otras vías.

Los resultados sugieren que “existen conflictos de intereses entre los bancos y las agencias de calificación que parecen alterar el proceso de calificación”. El estudio fue realizado a partir de una muestra de 38.753 calificaciones de bancos de EEUU y Europa, recogidas trimestralmente desde 1990 hasta 2011. Dichas calificaciones fueron realizadas por las tres principales firmas del sector: Moody’s, Standard & Poor’s y Fitch.

El análisis trata de ver si aquellos bancos que tienen mejores calificaciones siguen siendo luego los que tienen una mejor posición relativa. Las conclusiones son demoledoras. “Nuestros resultados sugieren que las agencias asignan calificaciones más positivas a los grandes bancos y a las entidades con más probabilidades de proporcionar a la agencia de calificación negocios adicionales de calificación de valores”. “Estas distorsiones competitivas son económicamente importantes y ayudan a perpetuar la existencia de bancos demasiado grandes para caer”, añade.

Los autores del estudio creen que las agencias de calificación pueden distorsionar injustificadamente el mercado interbancario con sus calificaciones.

Un estudio en teoría autónomo

Autoría

Si bien el estudio fue divulgado por el Banco Central Europeo (BCE), y en su elaboración participaron algunos de sus economistas, el organismo ha señalado que el documento es responsabilidad exclusiva de sus autores, y que las conclusiones no reflejan necesariamente sus puntos de vista.