Hace 19 días con hoy que los bolivianos soportan el confinamiento preventivo para frenar el contagio con el COVID-19 y ha comenzado a cobrar fuerza un viejo problema: la violencia doméstica, aunque esta no es detonada hoy por el consumo abusivo de alcohol, sino por las estrecheces económicas que empiezan a sufrir las familias.
La directora de la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (FELCV) de Chuquisaca, Silvia Sardinas, alertó sobre este fenómeno, que se hizo patente en los últimos siete días, en los que se presentaron 10 denuncias. “Las primeras semanas no atendíamos ningún caso, pero la última semana hemos atendido de uno a dos por día”.
Las agresiones físicas no solo afectan a la pareja, siete de los 10 casos, sino a los hijos menores de edad, dos casos, y hasta un adulto mayor, suegro del atacante.
“Antes la causa de los casos violencia familiar era el consumo de bebidas alcohólicas. En los últimos 10 casos vemos que el tema económico ha causado fricciones en el núcleo familiar”.
Sin embargo, no todas las víctimas pueden trasladarse hasta las oficinas policiales a presentar la denuncia por las restricciones a la circulación vigentes.
Por ello, Sardinas pidió a los medios de comunicación de Sucre colaboración para difundir las líneas 71179061 y 72042 698 en los que la FELCV recibe denuncias a través de WhatsApp.
Según el último reporte de la Fiscalía General del Estado, entre el 21 de marzo y el 5 de abril atendió 346 denuncias de violencia intrafamiliar en Bolivia, que arroja un promedio diario de 22.
La mayor incidencia se registra en el departamento de Santa Cruz que acumulaba 158 casos, 46% del total.
La línea gratuita habilitada por la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (FELCV) para atender casos de violencia familiar o doméstica es el 800-14-0348. Las víctimas también pueden llamar al 800-14- 0285, 72031643 y 68325724 del Servicio Plurinacional de Asistencia a la Víctima. (09/04/2020)