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Médicos y trabajadores en salud piden más pruebas para la detección del COVID-19

Médicos, enfermeras y trabajadores en salud demandan del Gobierno la aplicación de un mayor número de pruebas para la detección del coronavirus, tanto para la población en general como para el personal que atiende en hospitales y centros sanitarios, al ser altamente vulnerables al contagio.

El miércoles 15, en un documento interno, el ministro de Salud, Marcelo Navajas, instruyó a los Servicios Departamentales de Salud (Sedes) “priorizar la toma de muestra a casos sospechosos con sintomatología activa”, o sea fiebre, tos y problemas para respirar. Este domingo, la cartera estatal decidió “ampliar” la definición de caso sospechoso, para realizar las pruebas de laboratorio también a las personas que pierdan el sentido del olfato y del gusto, además los otros síntomas.

El comunicado aclara que en el caso del personal de salud “solo deberán presentar dos de esos síntomas para ser testeados”.

Fernando Romero, ejecutivo del Sindicato de Ramas Médicas en Salud (Sirmes) de La Paz, informó que “los países que han tenido más pruebas son los que lograron mejores resultados en la batalla contra el COVID-19; al contrario, quienes han hecho pocos controles han sido rebasados».

Añadió que mientras otras naciones con parecida cantidad poblacional a Bolivia hacen entre 2.000 y 5.000 pruebas diarias, en el país no se llega al centenar.

Recordó que la detección temprana del virus es una de las claves del éxito para  frenarlo. «No olvidemos que la persona de mayor riesgo es el asintomático. Con medidas de restricción vamos a dejar libres a los portadores».

«Si es por una cuestión económica, igual es mucho mejor invertir en pruebas; éstas cuestan entre 50 y 70 dólares, pero un día de terapia intensiva está por los 5.000 bolivianos».

En Santa Cruz, una enfermera falleció la semana pasada tras ser contagiada por la enfermedad, y según Romero puede haber otros casos y los estudios de laboratorio serían determinantes para tratar el mal y evitar que se propague.

Ya se procesaron 3.900 estudios

El ministro Navajas explicó la mañana de este domingo que hasta ahora se han procesado 3.900 pruebas en todo el país y que el único impedimento para hacer más es la falta de reactivos, los cuales deben llegar hasta dentro de dos semanas al país. Hizo notar que la escasez de insumos no es un problema que solo aflige a Bolivia, sino que todos los países intentan hacer compras ante la emergencia sanitaria.

“Hasta ayer hicimos 3.900 pruebas, es (un número) bajo. No podemos compararnos con países que han hecho más pruebas por el hecho de que no teníamos los reactivos, es muy fácil pedir hacer más pruebas, pero necesitábamos tener los insumos, que ya están en camino”, informó.

Por su lado, la secretaria ejecutiva de la Confederación Sindical de Trabajadores en Salud Pública de Bolivia, Jenny Arias afirmó que “cualquier limitación a las pruebas es un atentado a la salud pública. Hace unos días nos decían que todos somos sospechosos (de tener el coronavirus), entonces cómo es que ahora limitan las pruebas».

Arias contó que su sector se reunió con el ministro Navajas la semana pasada y ahora espera tener un nuevo encuentro para conocer las razones de estas medidas. «Somos el segundo grupo poblacional en riesgo y en los hospitales existe preocupación porque todos tenemos familia».

Acotó que el Ministerio aún no entregó todo equipo de bioseguridad necesario para confrontar la pandemia.

Equipos e insumos

A inicios de abril llegó al país una donación de equipos e insumos del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) a fin de fortalecer la red de diagnóstico del COVID-19. Entonces, la representante residente de PNUD en Bolivia, Luciana Mermet, explicó que con ello se multiplicará la capacidad de procesar las pruebas, “de 180 hoy en día, a cerca de 500 a 600 diarias”.

Precisamente el mismo día, Alfonso Tenorio, representante para Bolivia de la Organización Mundial de la Salud (OMS/OPS) había expresado su preocupación por el escaso número de estudios que se practican en el país, un hecho no ajeno a otras naciones –indicó–, pero que puede ayudar a explicar el porqué de la alta tasa de letalidad en Bolivia, en relación a otros países.

“Vemos que en Bolivia la letalidad es alta porque hay pocos diagnósticos, creemos que es eso (…), a medida que lleguen los diagnósticos esto cambiará”, dijo en aquella oportunidad.

A Tenorio le preocupa que portadores asintomáticos del virus lo propaguen sin darse cuenta, de allí la importancia de llegar a la mayor cantidad de personas con los test.

Por entonces, Guillermo Cuentas, exministro de Salud de Bolivia y experto en salud pública, valoró que la capacidad de diagnóstico se fortalezca. Con ello se “garantiza una capacidad de respuesta más veloz para tomar las acciones que correspondan, entre ellas el aislamiento del entorno (familiar o de quienes hayan tenidos contacto con la persona que dio positivo)”, dijo.