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Una nonagenaria murió sola hace al menos tres meses en Oruro

Elsa F., de 90 años, llevaba muerta entre tres y cuatro meses cuando personal de la División Homicidios de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen efectuó el levantamiento legal de sus restos la noche del lunes en Oruro.

Profesora jubilada, soltera, sin hijos ni parientes de primer grado, vivía en la calle 6 de Octubre y Arce, detrás del Hospital General San Juan de Dios. Nadie la echó en falta.

Incluso las vecinas con las que solía charlar cuando iba al mercado o a la tienda del barrio pensaron que cumplía rigurosamente la cuarentena contra al COVID-19.

“Como siempre se encerraba”, dijo una de ellas, entrevistada por el programa Doble Impacto.

Estas ausencias ya hicieron que quienes la conocían llamaran a Bomberos hace unos meses con la creencia de que había muerto, por el hedor que salía de su vivienda.

Sin embargo, los policías la encontraron con vida y salud dentro de su casa y detectaron que el olor provenía de una bolsa de carne que la anciana había dejado olvidada y que estaba en descomposición.

“’Tengo una cuñada, pero no la puedo ver’, decía ella. Sus hermanos murieron. Conmigo hablaba, hacía bromas “, añadió la ciudadana.

Su prolongada ausencia alarmó a los vecinos, porque nadie la había visto recientemente.

“Siempre se la veía ir a comprar a la tienda, por eso llamamos a la Policía “.

Los investigadores encontraron esta vez a la profesora jubilada debajo de la mesa de la cocina y, según el forense que participó del levantamiento de su cuerpo, la data de la muerte era de entre tres y cuatro meses por el avanzado estado de descomposición.

No encontraron signos de violencia.

El cuerpo no fue remitido a la morgue para la autopsia a pedido de los vecinos quienes querían sepultarla cuanto antes. (29/04/2020)