Cuando estaba a punto de resolverse el conflicto que con este jueves cumple cuatro días, el diálogo para pacificar K’ara K’ara, zona del sur de la ciudad de Cochabamba, se rompió debido a que los dirigentes exigieron a último momento la presencia de los ministros de Estado.
En tanto, la ciudad comienza a llenarse de basura debido a las protestas y bloqueos que persisten y la empresa de aseo urbano no puede depositar los desechos, inclusive los sanitarios que surgen de la emergencia por el coronavirus.
De forma paralela, los médicos decidieron replegarse por las amenazas y agresiones en contra del personal de salud.
La mesa de diálogo se instaló en la mañana del miércoles e ingresó en cuarto intermedio hasta la tarde, luego del planteamiento de un pliego que va desde la dotación de agua, hasta la flexibilización de la cuarentena y la convocatoria urgente a las elecciones presidenciales.
El alcalde José María Leyes atribuyó la ruptura del diálogo a la intransigencia de la zona.
“En la noche se retoma la reunión y había coincidencia en todos los puntos. Sin embargo, cuando se tenía que firmar el acuerdo salta una nueva petición que se tiene que sentar al diálogo el Gobierno y que vengan algunos ministros”, lamentó.
Por su lado, la gobernadora de Cochabamba, Esther Soria, lamentó los resultados del infructuoso encuentro y dijo que su despacho cumplió como mediador en el conflicto, pero dijo que hay demandas que escapan de su competencia.
“Lastimosamente algunas de sus demandas escapan de nuestras tareas, pero nos hemos comprometido en algunos puntos como la dotación de agua para la zona sur, y hemos planteado la conformación de una comisión mixta para tratar la flexibilización de la cuarentena, porque en ese tema tiene que participar el Sedes», explicó Soria.
Molestia de médicos
El secretario ejecutivo del Sindicato de Ramas Médicas de la Salud Pública (Sirmes) de Cochabamba, Carlos Nava, urgió en las horas precedentes a la Gobernación y al Servicio Departamental de Salud (Sedes) las garantías para que sus afiliados cumplan su trabajo.
El pedido fue planteado luego de que la noche del martes un grupo de bloqueadores arremetiera contra una ambulancia con personal médico. «Destrozaron las llantas de las ambulancias”, denunció.
De forma paralela, el ministro de Gobierno, Arturo Murillo, anunció que pedirá a su colega de Salud, Marcelo Navajas, que repliegue al personal sanitario de esa zona «hasta que no entreguen a los delincuentes que han atacado a los médicos».
«No podemos atacar a la gente que nos está salvando la vida», argumentó. (14/05/2020)