Esther pidió Chocapic en su último día de vida; la entierran con sed de justicia
La madre de Esther denunció que los familiares de Zenón M. la amenazaron de muerte si ella continuaba acusándolo y dijo que teme por su vida y la de sus pequeños hijos.
Entre clamores de justicia e indiferencia por la ausencia de autoridades en el sepelio, la niña Esther (de 9 años), asesinada el domingo, fue enterrada este martes en el cementerio Mercedario de El Alto.
“¡Justicia para la niña Esther!”, “¡pena de muerte para el violador!”, decían algunos de los carteles que llevaban en manos los vecinos de la zona Villa Alemania y padres de familia de la unidad educativa Alemania, donde estudiaba Esther, quienes acompañaron el cortejo fúnebre.
La mañana del domingo 5 de julio, Yola C., había ido a vender fruta en un mercado cercano al lugar donde vive y dejó a Esther junto a sus dos hermanos menores en el cuarto que había alquilado hace tres meses.
“Mami, por favor, me lo vas a traer cereal Chocapic. Te quiero mucho, mami”. Con esas palabras, la niña se despidió, contó su madre entre lágrimas.
Cerca de las 11.00, el cuerpo de la niña se encontraba botado en una acera de la zona San Juan, en el Distrito 3. La cuñada del presunto infanticida Zenón M. presuntamente había alertado a Yola de que Esther había muerto “atropellada”.
“Su misma cuñada ha ido a avisarme y me dijo que mi hija había muerto, que un auto le ha atropellado”, relató la joven madre.
De enero a junio de este año, 32 menores de edad fueron víctimas de infanticidio. La Paz reportó nueve casos, Oruro siete, Santa Cruz seis, Cochabamba cinco, Potosí cuatro y Chuquisaca uno.
Amenazas
La madre de Esther denunció que los familiares de Zenón la amenazaron de muerte si ella continuaba acusándolo y dijo que teme por su vida y la de sus pequeños hijos.
“’Me la vas a pagar, por qué estás haciendo todo esto’, me ha dicho una de sus familiares, por eso temo por mi vida y la de mis hijos y pido ayuda a las autoridades”, dijo Yola.
Paola Barriga, una de las abogadas que asumió la defensa de Esther, relató que el presunto autor del crimen tiene antecedentes policiales por robo de autopartes; sin embargo, no por delitos sexuales. Pese a ello, Zenón fue visto el día del crimen cargando el cuerpo de la niña.
No obstante, de acuerdo con los resultados del médico forense, Esther tenía rastros de vejación antiguas.
“Se ha demostrado en la autopsia que la niña tenía rasgos antiguos de violación. Si bien el domingo ella fue vejada y estrangulada, puede ser que el hecho final lo haya consumado el acusado, pero no sabemos si las lesiones ocasionadas con anterioridad han sido por el mismo sujeto. Ese dato nos abre otro escenario más, se debe determinar quién fue el causante del daño anterior”, explicó Barriga.
La abogada no descartó que Esther fue víctima de otro tipo de violencia, puesto que hay testigos que informaron que se encontraba en un hogar de la Defensoría de la Niñez y la Adolescencia y que le otorgaron la tutela a la abuela materna.
“Tengo conocimiento de que la menor había sido ya llevada a una de estas líneas (de la Defensoría) aunque no tengo la certeza porque no tengo todos los documentos en mis manos. Pero vamos a solicitar todos los procedimientos para que esto concluya como tiene que ser”, dijo Barriga.
(07/07/2020)