Luego de una reunión del Comité de Operaciones de Emergencia Departamental (COED), el gobernador de Santa Cruz, Rubén Costas, anunció al retorno de la región a una “nueva normalidad” con base en la “desaceleración” de contagios de COVID-19.
“Hemos detenido una desaceleración en el contagio, pero no hemos llegado al nivel como para tener bajo control la virus”, dijo la autoridad en conferencia conjunta con la alcaldesa Angélica Sosa y el ministro de Gobierno, Arturo Murillo, a su vez delegado presidencial en el departamento.
Costas dijo que los cruceños deben adaptarse en adelante a “una nueva realidad de convivencia con el virus”, a pesar de la flexibilización de las medidas restrictivas durante 166 días de cuarentena. “No quiero que los ciudadanos tengan una falsa sensación de seguridad y que el virus ya pasó. El virus sigue aquí”, insistió.
El jueves, el gobierno de Jeanine Áñez anunció una nueva fase de la cuarentena en el país, la del “posconfinamiento”, consistente en la flexibilización de las medidas restrictivas en función de los niveles de riesgo departamental y municipal.
Una de las principales medidas del Decreto Supremo 4314 es la ampliación de la circulación de personas y vehículos hasta las 20.00 de lunes a viernes y hasta las 16.00 los sábados y domingos.
Costas dijo, sin embargo, las autoridades locales continuarán con las medidas de prevención en Santa Cruz cuyos objetivos son el mayor testeo de casos y la reactivación económica. Septiembre, mes del aniversario departamental, “debe ser el mes para recuperar el dinamismo de Santa Cruz”, afirmó.
En tanto, la alcaldesa de Santa Cruz, Angélica Sosa, pidió considerar el retorno a la nueva normalidad con un “cauteloso optimismo”, que implica la continuación de las tareas de contingencia por parte de las autoridades y las medidas de bioseguridad habituales por parte de la población.
“Nos falta mucho más para recuperar los daños, no podemos bajar la guardia”, insistió Costas.
Y Murillo destacó la labor de las autoridades regionales en estos cinco meses de cuarentena. “No faltó un solo respirador en Santa Cruz, gracias a Dios”, remarcó.
Sin embargo, dijo que hubo sectores que no querían éxito en las medidas. Hubo “algunas voces agoreras, que esperaron que este pueblo se convierta en Guayaquil”, dijo en referencia a la ciudad ecuatoriana que sufrió los embates del COVID-19 con la exposición de cadáveres en las calles.
Santa Cruz es la región más golpeada por el virus en el país; hasta el sábado reportó 40.270 contagios y 1.799 fallecidos.
“Nos preocupa la tasa de letalidad, si bien está por debajo de la tasa mundial, en las últimas semanas ha crecido”, dijo Costas.
(30/08/2020)