La sequía corta el curso del río Desaguadero hacia el lago Uru Uru, en Oruro
El fenómeno afecta a “una extensa superficie” en el área de influencia del río Desaguadero y los lagos Uru Uru y Poopó.
Bajo el Puente Español, a la salida de Oruro camino a la frontera con Chile, no hay agua; el curso del río Desaguadero está cortado y un promontorio de tierra y piedras separa las aguas estancadas río abajo y arriba.
La sequía otra vez azota a las comunidades circundantes del río, bifurcado al norte en la comunidad de Burguillos, y los lagos Uru Uru y Poopó, fenómeno que comienza a preocupar a la zona mientras las lluvias todavía no llegan con intensidad.
La situación “es preocupante”, es por eso que los comunarios urus han cambiado sus modos de subistencia, caza y pesca, y ahora se dedican a la producción de artesanías que venden en las calles de Oruro, dijo a La Razón Jaime Caichoca, antes presidente de la Coordinadora de Defensa del Río Desaguadero y los lagos Uru Uru y Poopó (Coridup).
El fenómeno afecta a “una extensa superficie” en varios municipios del área de influencia fluvial y lacustre, como El Choro, Machacamarca, Toledo, Poopó e incluso Challapata y Huari, explicó el activista medioambiental.
Bifurcado río arriba, en Burguillos, el Desaguadero —que se desprende del lago Titicaca, en La Paz— se parte en dos: un curso pasa por el Puente Español y otro por el Puente Aroma, en Toledo. Por éste todavía fluye mansamente el agua.
Caichoca consideró que es urgente asumir políticas reales para evitar el desastre, como el que ocurrió en 2014, cuando desapareció el “espejo de agua” del lago Poopó. Reclamó que las autoridades, entonces el gobernador Víctor Hugo Vásquez y el presidente Evo Morales, no hicieron nada más que argumentar que el fenómeno siempre pasa y que van a llegar las lluvias.
El martes, el excoordinador se reunió con comunarios afectados por la sequía, de quienes dijo que expresaron su preocupación por la sequía y reclamaron la atención de las autoridades departamentales y nacionales.
Los lagos Uru Uru y Poopó, en Oruro, son sitios Ramsar (convención de 1971), de conservación internacional de ríos, humedales y lagos.