El refugio Senda Verde acogió en la pandemia del COVID-19 a unos 130 animales de diversa especie, lo que incrementó a 900 el total de animales, entre aves, mamíferos y reptiles, que conviven en el lugar ubicado a siete kilómetros de la localidad yungueña de Coroico, en el departamento de La Paz.
“Antes de la pandemia estábamos con 800, tal vez un poco menos, y durante la pandemia hemos recibido a unos 130 animales”, explicó la directora de Senda Verde, Vicky Ossio, en el programa por streaming Piedra, papel y tinta de La Razón.
Ossio explicó que actualmente el refugio solo acepta visitas, dejándose por el momento el alquiler de cabañas debido al riesgo de contagio de COVID-19 de los animales.
“Imagina un contagio en Senda Verde donde casi todos los monos están libres, entonces el contagio sería fatal porque no solo se contagian los primates, se pueden contagiar aves, reptiles y muchas otras especies, por eso estamos siendo estrictos (…) es un tema de seguridad, bioseguridad por nuestros animales”, explicó.
Según Ossio, en general los animales pueden contagiarse de enfermedades humanas. “Que un animal contagie a la población silvestre sería una tragedia (…) durante la cuarentena se acercaban a las ciudades, a los parques y la gente fascinada, y el niño le daba masmelos, qué error. Yo decía Dios se puede contagiar, realmente no pensamos en las consecuencias porque nos falta mucha educación y sensibilización”.
Son 67 especies entre aves, mamíferos y reptiles que conviven en Senda Verde, un refugio de más de 3.000 metros de vegetación. Ossio afirmó que las proyecciones eran tener 350 animales y que el que nadie fuera un profesional en veterinaria y biología ayudó a comprender el entorno animal. “Nunca dejamos de aprender y no hay nada escrito sobre el cuidado de animales silvestres en semi cautiverio. Hemos aprehendido de ellos, de su empatía”, dijo.
Ossio recordó la movilización que despertó el oso ciego Ajayu. “Es increíble como movió, sobre todo la gente de La Paz, el país se solidarizó y creo que fue fundamental para que la gente se dé cuenta de cuánto podemos dañar a nuestros propios congéneres, porque nosotros también somos animales”.
“Hay cosas que también bajonean como el ver que no estamos cuidando nuestras áreas protegidas, el ver que se siguimos incendiando, quemando, talando y traficando te desmorona porque uno quiere que las cosas mejoren y no mejoran, pero ellos (los animales) nos dan fuerza”.
La directora de Senda Verde anunció el inicio de una campaña para captar mayores ingresos por la época invernal. “Los animales también sufren por el cambio climático”, aseguró.
La mayor fuente de ingresos del albergue proviene de la visita de turistas nacionales y extranjeros, recursos que son utilizados para la alimentación de los animales.