El fiscal departamental de Santa Cruz, Roger Mariaca, negó este viernes que haya intenciones del Ministerio Público de detener al presidente del Comité pro Santa Cruz, Rómulo Calvo. Al contrario, explicó que los policías y miembros de la Fiscalía que llegaron a su domicilio la noche del jueves fueron a verificar el cumplimiento de medidas sustitutivas por un caso de 2021.
La noche del jueves, Calvo denunció que tres policías llegaron hasta su domicilio a tocar la puerta después de las 23.00, cuando, según dijo, “estaba descansando”.
Mariaca aclaró que los efectivos acompañaron a miembros de la Fiscalía a verificar el cumplimiento de las medidas sustitutivas impuestas por el Ministerio Público por el caso que investiga una supuesta inasistencia a su fuente laboral en la Caja Petrolera de Salud durante varios días.
Como Fiscalía de Santa Cruz, nos tomó por sorpresa las declaraciones en medios de comunicación del señor Calvo. Como Ministerio Público, tenemos la obligación de dar curso a los requerimientos de las partes dentro de un proceso y en ese caso en particular simplemente se cumplió con lo que solicitó el Viceministerio de Transparencia y Lucha Contra la Corrupción, por ello se aclara que no fue una decisión arbitraria de la Comisión de Fiscales a cargo de la investigación”, explicó el fiscal.
El caso que investiga el Ministerio Público sobre Calvo es por la supuesta comisión de los delitos de incumplimiento de deberes y ejercicio indebido de la profesión que data desde agosto de 2021.
“El proceso se encuentra en la etapa preparatoria y ya se realizó la audiencia cautelar en la que el juez de Instrucción Anticorrupción y Contra la Violencia Hacia la Mujer determinó las medidas sustitutivas a la detención preventiva con una fianza de Bs 30.000, arraigo, presentación ante el Ministerio Público y arresto domiciliario que debe cumplir de 21.00 a 07.00”, aclaró el fiscal.
Por su parte, el líder cívico cruceño, en un contacto con la red PAT, aseguró que hará pública su dirección, a través de redes sociales, para que la población se traslade hasta la puerta de su casa.
“Tienen un hueso duro de roer que se llama Santa Cruz de la Sierra (…). No voy a facilitarles el trabajo,” dijo.