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Acusan a alumnos por bullying, una ‘víctima’ tiene discapacidad

Los acusados rompieron las zapatillas de la víctima.

La Defensoría de la Niñez y Adolescencia de Montero, Santa Cruz, investiga un caso de bullying en el colegio Eduardo Abaroa de ese municipio. Los agresores son dos estudiantes de quinto de primaria y una de las dos víctimas tiene discapacidad.

La denuncia fue realizada por el padre de uno de los menores de edad quien afirmó que su hijo dejó de asistir a clases luego de que los agresores lo arrastraron por el suelo, le quitaron sus zapatillas deportivas, las rompieron y le condicionaron a que les dé su recreo para devolverle sus pertenencias y cuando les respondió que no llevaba dinero, lo golpearon.

En tanto, se convocó a los padres de la otra víctima para que reciba terapia psicológica. Ellos desconocen que su hijo es víctima de acoso escolar, según la responsable de la Defensoría de la Niñez y Adolescencia, Lourdes Torrejón.

“Hoy (ayer) se presentaron en la Defensoría, el denunciante, los profesores y los padres de la víctima y del agresor. Hemos acordado que la dirección de la unidad educativa emita un informe sobre la conducta de los agresores y de acuerdo (con) ello se sancione”, informó la funcionaria a La Razón.

La primera agresión contra el denunciante fue hace cuatro meses. La víctima relató que los agresores le quitaron su mochila y revisaron sus cuadernos. Lo acusaron de tener droga y cuchillos.

La Defensoría solicitó a la Dirección Distrital de Educación de Montero sancionar al profesor y al director del establecimiento educativo, puesto que ellos sabían de las agresiones, pero no hicieron nada para impedirlas.

“De acuerdo con los informes que nos presenten se tomará las acciones. Si corresponde y se demuestra que son reincidentes, se tomará la decisión de suspender a los estudiantes agresores entre tres a cinco días hasta dos semanas”, mencionó Torrejón.

De igual forma, se pidió sanciones para el profesor y el director del colegio por omisión, ya que no protegieron a las víctimas.

Tanto la víctima como los agresores reciben desde ayer terapias psicológicas de forma separada, puesto que el menor de edad es el más afectado y se niega a regresar a su colegio.

“Tiene temor de regresar al colegio, sus padres quieren cambiarlo de unidad educativa, pero consideramos que no es la solución adecuada” afirmó la funcionaria.

Torrejón dijo que, según las investigaciones, los agresores “tienen un historial” en la unidad educativa razón por la que se pedirá sanción para el director y profesor.