Escándalo y tensión por la aprobación del POA en el Concejo de La Paz
El concejal del MAS, Javier Escalier, fue perseguido para que retorne al pleno, en medio de gritos y medidas de presión del Control Social.

Un cordón policial evitó que vecinos del control social ingresen al restaurante donde se encontraba el concejal Javier Escalier. Foto: Pedro Luna
Gritos, persecuciones y hasta jaloneos se vivieron este miércoles luego de la sesión del Concejo Municipal de La Paz, en que se buscaba el tratamiento y aprobación del Plan Operativo Anual (POA) 2023, lo que quedó sin resultados y con alta tensión entre los legisladores ediles.
La sesión fue convocada para la mañana de este miércoles y, como se acostumbra, se abrió la posibilidad del ingreso de personas para una sesión pública. No obstante, de manera progresiva los ánimos se encendieron, los legisladores empezaron a gritarse entre ellos y los presentes empezaron a increparlos, los concejales del Movimiento Al Socialismo (MAS) fueron acusados de obstaculizar y dilatar la aprobación.
La tensión fue en incremento hasta el punto en que las personas dejaron el espacio del público y trataron de ingresar al sitio del pleno, los gritos fueron constantes y acompañados por los concejales de la bancada oficialista Por Bien Común-Somos Pueblo, por lo cual los legisladores masistas, que son minoría en el Concejo, decidieron dejar el lugar.
“Ustedes han visto la actitud de la bancada minoritaria, ha querida chicanear la sesión de hoy (miércoles) introduciendo leyes de contrabando que no estaban en la sesión, con la intención de tratar otros temas para rechazar al POA”, expresó el secretario del Concejo, Óscar Sogliano, de Por Bien Común-Somos Pueblo, en un discurso improvisado en puertas del Palacio Consistorial, donde se habían reunido decenas de personas del Control Social.
No obstante, el problema no terminó allí. Cuando el concejal del MAS y vicepresidente del Concejo, Javier Escalier, dejaba el Palacio Consistorial fue perseguido por un grupo de personas, que trataron de llevarlo a jalones hasta los ambientes del pleno, por lo cual tuvo que resguardarse en un restaurante de inmediaciones.
“El concejal Escalier no quiere sesionar, lamentablemente somos perjudicados, y no somos perjudicados los presidentes sino todas las juntas vecinales, no se está aprobando el POA”, afirmó a La Razón una de las personas que se quedó a cercar el sitio en que Escalier se ocultaba, con resguardo policial.
La polémica giró también en torno de la ausencia de la concejal Lourdes Chambilla, parte de la bancada mayoritaria; ella aclaró que tiene un problema de salud.
“Ahora que pido permiso porque estoy convaleciente me echan la culpa, dan falsos testimonios hacia mi persona y me duele, he venido a dar la cara, acá tengo el certificado (médico), yo tengo que aprobar pero no a costa de que estén mellando mi imagen”, afirmó Chambilla.
Concejales del MAS observaron puntos del POA. La concejala del MAS, Roxana Pérez Del Castillo denunció que se pretende una reducción a los presupuestos para salud, educación y prevención de riesgos, además de un incremento a los recursos para consultorías.
“El presupuesto institucional 2023 no contempla la programación de proyectos estratégicos que vayan en beneficio del desarrollo socioeconómico y estructural del municipio”, observó antes de la sesión el concejal Escalier.
Chambilla afirmó que ella también observó “irregularidades” dentro del POA. En tanto, representantes del Control Social emprendieron una huelga de hambre para exigir la aprobación y el alcalde, Iván Arias, pidió se solucionen los problemas dentro del Concejo.
“Esperamos que los conflictos al interior del Concejo Municipal se arreglen dentro de lo que se puede y dentro del marco del diálogo. Se tiende a polarizar siempre las cosas y el POA de 2023 lo que busca es simplemente, dar continuidad. Tenemos mucho menos presupuesto que el año pasado porque el país está mal”, afirmó Arias, de acuerdo con una nota institucional.