En busca de noticias, Hugo Rodríguez, esposo de la exalcaldesa de El Alto Soledad Chapetón, llegó este miércoles por la tarde a puertas de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) del municipio, donde solo minutos antes su esposa quedó aprehendida por el caso de presuntas irregularidades en el embovedado de la avenida Juan Pablo II.
El hombre se mostró preocupado por la situación tanto de su pareja como de su hija menor de edad, que estaba en brazos de la exalcaldesa al momento de su declaración y posterior aprehensión.
“Es doloroso ver que tu esposa, tu pareja, y más aún cuando tienes una wawa que está con lactancia materna, en esta situación; no entiendo cómo podemos ser tan inhumanos con la gente pero tengo mucha fe en Dios en que se va a aclarar todo”, aseveró Rodríguez.
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Este miércoles en la mañana, la exalcaldesa acudió ante instancias judiciales y allí se determinó la revocatoria de la detención domiciliaria que cumplía por el caso de la obra de la avenida Juan Pablo II, cuyo presunto daño alcanza a Bs 31 millones.
“Pedimos justicia, son temas políticos, definitivamente. Me están queriendo responsabilizar de una supuesta no autorización de una obra del alcantarillado pluvial de la Juan Pablo II, desconociendo la norma, el procedimiento”, dijo Chapetón, a tiempo de su aprehensión.
Su esposo afirmó que la exautoridad colabora en el esclarecimiento de todos los casos en los cuales se encuentra implicada.
“Solo quiero que esto se aclare, estoy más preocupado por la situación de mi wawa, ella está con lactancia y verla aquí es muy doloroso, mi esposa también está allá adentro, es bien difícil y doloroso que estemos pasando esto. Nos han bombardeado con notificaciones de todo y de nada, algunas sin sentido”.
De acuerdo con la Alcaldía de El Alto, la aprehensión de Chapetón se debe a que pagó a una empresa pese a que no concluyó un tramo de la construcción del drenaje pluvial de la avenida Juan Pablo II, carretera La Paz-Copacabana. Este es uno de los tres procesos que enfrenta la exalcaldesa por presuntas irregularidades en su gestión.
“Confío en Dios, confío mucho en mi esposa porque la conozco, ella es incapaz de mover un centavo, ella siempre ha recomendado, cuando estaba en gestión, a sus operadores, a sus subalternos”.