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Montero: Hombres matan a los niños como una venganza superior contra las mujeres

niños

Lourdes Montero, cientista social, junto a la directora de La Razón, Claudia Benavente.

Uno de los últimos casos de violencia familiar que ha conmocionado a nuestro país, revela una forma insidiosa de maltrato conocida como violencia vicaria. En el programa Piedra, papel y tinta de La Razón Plus, Lourdes Montero, cientista social representante de Oxfam Bolivia, describió la forma que un progenitor usa para causar daño a sus niños con el objetivo de lastimar a la otra parte, generalmente la madre, en un entorno de violencia machista.

Según Montero, este fenómeno social, que viene sacudiendo a varios países del mundo, afirma que los hombres que ejercen violencia hacia la mujer “han decidido matar a los niños como una venganza superior contra las mujeres”, indica que el fin ya no sólo es el feminicidio, si no el causar un daño superior con el que la mujer tendrá que vivir el resto de su vida.

Este fenómeno que viene siendo estudiado hace casi una década, fue denominado como «violencia vicaria», término acuñado por la psicóloga clínica argentina Sonia Vaccaro. El término «vicario» hace referencia a la sustitución de un individuo por otro en el ejercicio de una función. Cuando se aplica a la violencia, representa realizar una agresión sobre una persona en sustitución de otra, que es el objetivo principal y es un tipo de violencia que suele intensificarse tras la separación de la pareja.

En su libro publicado en 2021 “Violencia vicaria: un golpe irreversible contra las madres”, producto de un estudio sobre el análisis de datos de casos de violencia vicaria extrema en España desde el año 2000, Vaccaro indica que este abuso adopta diversas formas, siendo las más comunes: amenazas recurrentes de llevarse a los hijos, insultos o desprecios hacia la madre en presencia de los hijos, abuso sexual sobre la mujer, privación de un entorno propicio para el desarrollo de los hijos, interferencia en tratamientos médicos de los menores, y colaboración de los familiares del agresor en acciones en contra de la mujer.

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Caso en Bolivia

La semana pasada en nuestro país, el Juzgado 4° Anticorrupción y Violencia Contra la Mujer de El Alto emitió una sentencia condenatoria contra César Guillermo Tezanos Pinto por el doble infanticidio de sus hijos, de dos y cuatro años de edad. La pena impuesta fue de 30 años de prisión en el penal de Chonchocoro. Los hechos ocurrieron en medio de una discusión entre Tezanos Pinto y su expareja, que desencadenó en violencia, resultando en heridas para la mujer y la muerte de los niños.

Según el estudio realizado por Sonia Vaccaro, el perfil del agresor vicario revela generalmente, una profunda sensación de inferioridad y falta de autoestima. Estos perpetradores buscan ejercer control y dominación sobre sus parejas a través del sufrimiento de los hijos, manifestando crueldad para afirmar su poder. A menudo, sin ser determinante, pueden estar relacionados con problemas de alcoholismo o adicciones.

El objetivo del asesino, según el estudio, es provocar sufrimiento extremo a su víctima. “Son los mismos asesinos quienes nos guiaron hasta esta conclusión, fueron ellos mismos quienes en nuestro estudio, desvelaron sus intenciones: “…Ya verás lo que les pasa a las niñas…”, “…te voy a dar donde más te duele…”, “te quitaré lo que más quieres…”, “…despídete porque no las verás más…”, son algunas de las frases que pronunciaron previas a cometer el delito.

La violencia vicaria representa una forma cruel y despiadada de ataque indirecto, con efectos profundos y duraderos tanto para las víctimas directas como para la sociedad en su conjunto.