Indignación en indígenas por entierro de tsimanes en bolsas y fosas comunes
Los ocho tsimanes fallecidos tras la caída del puente Rapulo, en Beni, fueron enterrados en un cementerio habilitado para los muertos por COVID-19. La Alcaldía de Santa Ana de Yacuma reconoce deficiencias.
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Los ocho tsimanes que fallecieron en el puente Rapulo fueron enterrados en fosa común.
Imagen: redes sociales
Profunda indignación ha provocado entre la comunidad tsiman el entierro de sus comunarios en bolsas y fosas comunes. Las inhumaciones estuvieron a cargo del gobierno municipal de Santa Ana de Yacuma, en Beni, donde ocurrió el desplome del puente Rapulo.
Los decesos ocurrieron el 5 de junio. Los fallecidos vendían sus productos debajo del puente en el momento del accidente.
“Estamos muy tristes y muy dolidos, porque nuestros compañeros han sido enterrados en una fosa común, en el cementerio que fue habilitado para los fallecidos por COVID-19. Los han puesto en bolsas”, lamentó Miguel Rea, presidente de la subcentral del pueblo indígena Movima, entrevistado por medios locales.
Funcionarios de la Alcaldía justificaron la forma del entierro. Señalaron que los cuerpos estaban “cercenados e irreconocibles”. Además, reconocieron deficiencias en la gestión de los restos.
“Una vez ubicados los cuerpos, se llamó al fiscal de nuestro municipio para el levantamiento de los cadáveres. Pero, lamentablemente estaban irreconocibles. Se los rescató por partes, un brazo, una pierna; es algo doloroso. Por eso no se podía preceder de otra manera”, dijo el secretario de la Alcaldía de Santa Ana, Rafael Menacho, también en contacto con medios de comunicación de esa región.
Acotó que trabajan en la adecuación de ocho nichos para que los cuerpos sean sepultados “como se debe” y para que cada uno tenga su identificación.
DEFENSORÍA DEL PUEBLO
La representación de la Defensoría del Pueblo también se contactó con la alcaldesa de Santa Ana, Rocío Roca, quien se comprometió a gestionar los ataúdes para los ocho indígenas.
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Asimismo, con el apoyo de un traductor “se gestionará que sea la familia o un representante de los tsimanes quienes decidan sobre la sepultura de los fallecidos en el lugar ofrecido o en su propia comunidad. Se respetará la sepultura de acuerdo a sus usos y costumbres”, informó Alberto Condori, delegado defensorial de Beni, según un boletín institucional.
El trágico accidente ocurrió el miércoles, cuando el puente Rapulo, de unos 130 metros, cayó mientras pasaba por allí un camión.
Los tsimanes fallecidos solían viajar de forma constante y asentarse en el lugar para vender sus productos como plátano o yuca.