La Justicia sentencia a tres años de cárcel a biocidas de siete perros
Las imágenes de las cámaras de seguridad, que captaron a las mujeres dándoles veneno a los animales, fueron pruebas contundentes para el dictamen.
Las biocidas fueron captadas por las cámaras se seguridad cuando les daban veneno a los perros.
Imagen: redes sociales
María Andrade Espinoza (60) y Denise Bonifaz Andrade (36) fueron sentenciadas a tres años de prisión y 100 días de multa por ser autoras del biocidio de siete perros. El hecho ocurrió en la ciudad de Tarija.
Las imágenes de las cámaras de seguridad, que captaron a las mujeres dándoles veneno a los animales, fueron pruebas contundentes para el dictamen.
“Este caso fue de mucha connotación social en Tarija. Durante la investigación se colectaron varios elementos como el informe policial, el muestrario fotográfico, donde se verifica la situación en que fueron encontrados los canes sin vida. La necropsia a los perros por el personal de Zoonosis demuestra que la causa de la muerte fue por la ingesta de organofosforados”, señaló a los medios de comunicación la fiscal departamental, Sandra Gutiérrez.
El biocidio ocurrió el 19 de diciembre de 2023, cuando el sereno del mercado Abasto de la capital tarijeña encontró a varios canes con signos de envenenamiento.
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El hecho fue denunciado a la Policía Forestal y Preservación del Medio Ambiente (Pofoma). El personal de esta dependencia acudió al lugar y evidenció a los canes muertos.
CÁMARAS
Además de las cámaras de seguridad, las entrevistas a testigos develaron que las dos mujeres tenían una caja pequeña de donde sacaban alimentos y les daban a los perros.
“Después de agonizar, murieron cinco canes; luego encontraron a los otros en diferentes fechas y lugares”, informó la fiscal asignada al caso, Cristina Pacheco.
Activistas de la Fundación Corazón Animal denunciaron que las biocidas utilizaron un pesticida altamente tóxico para matar a los animales. “Las dosis que emplearon estas mujeres para cometer su crimen fueron muy altas. Pues ellas querían asegurarse de terminar su cometido”, escribieron en sus redes sociales.
Uno de los perros, de nombre Jeicob, sobrevivió, pero quedó parapléjico. Tenía los órganos dañados, por lo que, pese a los vanos intentos por salvarlo y darle calidad de vida, se optó por eutanasia.