La Paz y Achocalla niegan responsabilidad por la mazamorra que afectó Bajo Llojeta
En un comunicado, Kantutani S.A. argumentó que el deslave fue causado por lluvias intensas y el taponamiento en el embovedado a causa del río Pasajahuira.

Así quedó parte de la zona Bajo Llojeta luego de la mazamorra. Foto: APG
Las alcaldías de La Paz y Achocalla negaron tener responsabilidad en la mazamorra del pasado sábado, que afectó la zona de Bajo Llojeta, que dejó una niña de cinco años fallecida, varias viviendas afectadas y familias damnificadas.
Ambas administraciones apuntaron a la empresa Kantutani S.A., responsable del cementerio Jardín Los Andes, como causante del desastre debido a movimientos de tierra y obras precarias.
En un comunicado, Kantutani S.A. argumentó que el deslave fue causado por lluvias intensas y problemas en el embovedado. La empresa atribuye el hecho al taponamiento del embovedado en el río Pasajahuira.
En entrevista con La Razón Radio, el alcalde de Achocalla, Manuel Condori, aseguró que su administración, en 2023, notificó en tres ocasiones a la empresa para que regularice sus licencias de funcionamiento y permisos para movimientos de tierras.
Además, afirmó que su oficina advirtió a la empresa que el embovedado en el que trabajaban era precario. “Se les pidió detener los trabajos y abrir los cauces que habían rellenado, pero hicieron caso omiso”.
El cementerio Jardín Los Andes está ubicado en la jurisdicción de Achocalla, según el alcalde. Sin embargo, denunció que los documentos obtenidos por Kantutani en 2020, habrían señalado que el predio pertenece a La Paz, lo que complicó la fiscalización.
En la misma emisión, Juan Pablo Palma, secretario de Resiliencia de la Alcaldía de La Paz, negó que esa administración haya otorgado permisos para las obras de Kantutani.
“La empresa presenta documentación que indica jurisdicción de La Paz, pero no tenemos registro de haber autorizado esas actividades. Este tipo de maniobras generan un caos administrativo al gestionar trámites en diferentes jurisdicciones”, explicó.
Palma señaló que las irregularidades de Kantutani no solo incluyen movimientos de tierra, sino también la construcción de un embovedado precario que no respetó normas técnicas ni ambientales.
“Kantutani sobrecargó el talud y no realizó los estudios técnicos necesarios para garantizar la seguridad del área”, detalló.
Según el alcalde Condori, el camposanto fue construido en la jurisdicción de Achocalla.
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