El show debe terminar (1)
Siguiendo el tema de la vida cotidiana cada vez más virtual en nuestro lindo país, quiero comentar una personal percepción sobre las consecuencias de seguir mirando imágenes e ignorar la realidad circundante, con el convencimiento de que lo que estamos viendo merece ser la realidad. Hace mucho tiempo en esta columna venimos alertando sobre la poca atención que se da a la gerencia y administración de lo que podemos llamar los grandes proyectos de aprovechamiento de nuestros recursos naturales no renovables (minería, hidrocarburos, metalurgia, etc.) que son, pese a todo, la única opción de desarrollo económico que tiene el país ante la perspectiva poco alentadora de reemplazarla con desarrollo tecnológico e industrial en el corto y mediano plazo. La realidad se reduce a bombos y platillos cuando hay que armar un show sobre lo que se podría hacer, pero, pasado el entusiasmo, nadie dice cómo vamos a entrar en esa panacea con alguna posibilidad. El Mutún y el litio de los salares son ejemplos que en más de medio siglo muestran esa cruda realidad: mucho show a lo largo de los años y poca eficiencia; el show lo manejaron, obviamente, niveles políticos de los gobiernos de turno. La eficiencia se maneja con profesionalismo; en los dos ejemplos se necesitaba manejar la ingeniería de cada proyecto, la proyección económica y financiera y la relación espacio temporal de los mercados específicos para llegar a tener proyectos factibles. Ese nivel de proyectos mide parámetros técnicos y proyecta una realidad factible o no factible. Ese es el camino que debiéramos haber seguido en los dos ejemplos, pero pese a todo, nacieron y se desarrollaron vendiendo humo para justificar el show.
El litio en el Salar de Uyuni se descubrió en los años 60, (no voy a repetir la historia que pueden leerla en mi libro “De oro, plata y estaño”. Plural Editores 2014, pp. 80 y siguientes), una azarosa historia de intentos nos halla sesenta años después con una planta piloto con tecnología de los años 70, una planta industrial con problemas obvios de recuperación y de alimentación y tratando de cambiar a la tecnología de moda, Extracción Directa de Litio EDL. No se saben detalles de lo que hacen las empresas seleccionadas en los salares de Uyuni, Coipasa y Pastos Grandes, ¿se diseñarían plantas de pilotaje y se construirían las de mejor rendimiento?, ¿Cuándo y cómo? No se sabe. Mientras tanto en el vecindario: la planta de EDL en el salar Centenario Ratones en Salta ya se inauguró y en el corto plazo el potencial productivo de carbonato de Argentina podría llegar a 136.500 ton/año (Rumbo Minero 17.07.24). Este país aumenta la participación de grandes operadores como Ganfeng en el país (Salar Pastos Grandes) y tiene un memorándum de entendimiento con Estados Unidos para fomentar la exploración, extracción, procesamiento y refinación, reciclaje y recuperación de minerales críticos (Rumbo Minero 28.08.24), con lo que el país será un actor principal en toda la cadena productiva. Chile por su parte, siendo el segundo productor de litio del mundo después de Australia, mantiene un nivel de apertura a grandes empresas que le permite mantener su participación en la producción de carbonato (30% del total global). Tiene como socios a las operadoras Tianqui, Albemarle y Ganfeng, mantiene la histórica y exitosa operación en el Salar de Atacama y un proyecto con tecnología de punta en el Salar de Maricunga.
Estos dos países tienen en su frontera común el “clúster” de mayor potencial de nuevas minas de cobre como Filo del Sol, José María y otras que forman el Distrito Vicuña que operará la dupla Lundin-BHP, a las que se sumarán Los Azules (Mc Ewen), El Pachón (Xstrata), Veladero-Pascua Lama (Barrick) y las históricas Escondida, Chuquicamata y El Teniente con lo que estos dos países tendrán el control de la producción futura de cobre, metal estratégico para el desarrollo del cambio futuro de matriz energética. Así se hacen negocios y políticas de desarrollo, abriendo el potencial al mundo y haciendo sociedades con los mejores operadores. ¿Qué futuro tiene nuestro proyecto de litio en este panorama regional?
Dionisio J. Garzón M. es ingeniero geólogo, exministro de Minería y Metalurgia.