J: asignatura pendiente
Las juventudes, complejas y diversas, son una asignatura pendiente de la sociedad, la economía, el Estado, la democracia
José Luis Exeni Rodríguez
La democracia es una asignatura pendiente de las juventudes (J): prefieren la democracia a otra forma de gobierno, pero están insatisfechas con su desempeño, piensan que puede funcionar sin partidos y creen que un líder fuerte resuelve mejor los problemas que las instituciones. Lo peor es que un 40 por ciento aceptaría un gobierno autoritario en ciertas circunstancias y hasta un gobierno militar como opción viable en caso de crisis. Es delicado.
Consulte: Datos que (no) gustan
En el marco del proyecto “Juventudes: asignatura pendiente”, la Fundación Friedrich Ebert (FES) realizó un estudio para explorar la relación de las y los jóvenes de 14 países de la región con la política, sus derechos políticos y la democracia. El resultado es claroscuro: hay buenas noticias, pero también cuestiones preocupantes. Un gran dato es la expectativa de futuro: ocho de cada diez se ven mejor dentro de cinco años. Pero su mayor sentimiento es de incertidumbre.
Ese horizonte contrasta con una baja satisfacción con su vida personal y colectiva. En Bolivia, una mayoría de jóvenes están satisfechos con su familia, la educación y la salud (con diferencias por clase social). Pero muchos están insatisfechos con la situación del país, el funcionamiento de la democracia y su situación económica propia. Esto último se asocia con falta de trabajo y empleo precario. Hay deseo dividido de migrar internamente.
Conocer las percepciones, los saberes y los sentires de las juventudes no es menor. En varios países las y los jóvenes son mayoría en el padrón electoral. Su voto será decisorio, con la creencia de que “votar sirve para transformar y solucionar problemas”. L@s jóvenes votan, pero participan poco. No se afilian a partidos ni sindicatos y su participación es baja en organizaciones sociales (destacan las iglesias y los clubs deportivos). En general, desconfían de las instituciones.
¿Cómo se sitúan ideológicamente las juventudes en la región? Según el estudio de la FES, tres de cada cinco jóvenes en promedio se ubican en el centro, uno está a la izquierda, otro a la derecha. La extrema izquierda y la extrema derecha son, todavía, marginales. ¿Qué significa asumirse hoy de izquierda, de centro o de derecha? No lo sabemos de cierto. Hay alguna correlación con políticas públicas, donde l@s jóvenes son más bien progresistas.
Las juventudes, complejas y diversas, son una asignatura pendiente de la sociedad, la economía, el Estado, la democracia. Persisten barreras. Así, entre el miedo y la esperanza, como dice Benedetti, “les queda recuperar el habla y la utopía / no convertirse en viejos prematuros”.
Datos disponibles en https://dev-qa.la-razon.com//juventudesasignaturapendiente.com/
FadoCracia precluida
1. A quemarropa: dos magistrados (auto)prorrogados del TCP han fracturado el principio de preclusión, que está en el corazón de nuestro sistema electoral. Es gravísimo. 2. Preclusión: las etapas y resultados de los procesos electorales no se revisan ni se repiten o anulan por ninguna causa y ante ninguna instancia. 3. Noviembre gris para la democracia. Con decisiones a la carta, una sala constitucional cercenó elecciones ya convocadas y avaló un congreso partidario realizado al margen de su estatuto, de la Ley y de resoluciones del TSE. 4. Con tal antecedente, en el próximo ciclo electoral dos tipos podrán inhabilitar candidatos, proscribir partidos y hasta declarar la nulidad de los comicios. Es nefasto. 5. Pobre Órgano Electoral, cuyas decisiones en materia electoral son “de cumplimiento obligatorio, inapelables e irrevisables” (sic). 6. El suprapoder TCP, que ya nos había llevado a un “estado de cosas inconstitucional”, hoy provoca un quiebre democrático. 7. Hemos retrocedido a los años ochenta del siglo pasado. Y estamos guardando, nuevamente, “un silencio bastante parecido a la estupidez”.
(*) José Luis Exeni Rodríguez es politólogo