La época de navidad convertida en la expresión más capitalista y del espectáculo perverso

Esteban Ticona Alejo
La navidad cristiana occidental ha sido sustituida por el espíritu capitalista del comercio irracional. En estos días salir a las calles, sobre todo a los mercados es toparse con varias situaciones socioeconómicas. Por ejemplo, cerca de los supermercados, ver entrar y salir a gente que adquiere muchos regalos, es digna de hacer una etnografía del derroche. En la avenida Arce de la ciudad de La Paz, vimos a gente de las comunidades andinas con productos naturales, como qañawa, tarwi, etc. pero fueron totalmente ignorados o despreciados.
En el famoso mercado Uyustus y sus alrededores, en esta época tomadas por los vendedores, los compradores hacen gala de estacionar sus autos lujosos. Esta relación de carros caros y compradores empedernidos, es la que nos permite ver la diferenciación socioeconómica, unos que tienen más dinero y compran por montones y, gente que expone y no encuentra clientelas, como los comunarios citados. Casi todos los medios de comunicación hacen gala de que la navidad occidental es la única expresión cultural que existe en el mundo, lo cual es una total mentira.
Hablando de autos, sobre todo alrededores de los establecimientos educativos fiscales y en barrios muy populares, es muy llamativo. Pareciera que casi todos los padres de familia cuentan con un auto para llevar a sus hijos a la escuela. Posiblemente una respuesta muy fácil sería que son autos “chutos” o comprados a precios bajos; pero tener un carro y su mantenimiento no es para el pobre, entonces ¿será que realmente hay crisis económica, como se dice y se publicita?
En medio de esta sociedad del espectáculo y a través del embudo de las redes sociales, vemos escenas o teatralizaciones como el partido de fútbol de San Antonio de Bulo Bulo y Bolívar del multimillonario Marcelo Claure, quien sueña ser presidente de Bolivia.
San Antonio aún hace gala del antifútbol, es decir del “fútbol q’alluta” o de los maleantes, como se dice desde los barrios más futboleros andinos. En el partido final se vio al entrenador Thiago Leitao, que fue abucheado en las tribunas por ser el abanderado de esta forma de entretenimiento cuasi delincuencial.
Hay otros dos hechos realmente cuestionables. La negación del saludo del gerente de marketing de la Federación Boliviana de Fútbol – FBF, José Claure, al jugador “Pato” Rodríguez, en la premiación al campeón Bolívar. Este señor no sabe del comportamiento básico y de la cordialidad humana, como es saludar. Vaya el estilo de marketing que lleva adelante. ¿Esta actitud merecerá alguna sanción o al menos las palabras de disculpa de altos dirigentes de la FBF?
En el partido final de fútbol por el ascenso indirecto, entre Roya Pari y Real Oruro, se tuvo otro vergonzoso desenlace. El director técnico mexicano, David De la Torre, insultó con palabras soeces al árbitro e incitó a sus jugadores a abandonar la cancha, por no estar de acuerdo en el cobro de un penal. Este tipo de partidos están a su suerte. ¿La FBF porque no utilizó el VAR para evitar mayores conjeturas? ¿Será que se aplicará el reglamento de la FBF, que indica que un equipo que abandona el campo de juego pierde los puntos frente a su oponente?
Finalmente, el matrimonio del cantante de música folclórica, los Kjarkas, Elmer Hermosa y Jennifer Zambrano, generó muchas reacciones, unos a favor y otros en contra. Se elaboró muchos memes de burla y sarcasmo por la diferencia de edad de la pareja. En una sociedad con prácticas de colonialismo interno, donde se fijan fronteras de clase y hasta raciales, aún la edad es un problema en una relación de pareja.
Aunque el acto del enlace merecería un análisis cultural, por toda la coreografía presentada y los actores de ese espectáculo. Pero hay que dejar a la flamante pareja que disfruten de su amor, irreverente a las marcas sociales. Jichhurunakanxa wali amuykipañatakiwa. Qulqi, qulqi, uka amuyukixya khasantataxstanwa, janicha? Uka yanqha amuyunakxa apaqañasaw sarnaqasitanakxa.