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Internar mercadería de manera legal tarda hasta tres semanas

La importación legal de mercadería a través de las Aduanas interiores del eje central del país (La Paz, Cochabamba y Santa Cruz) demora hasta tres semanas. Despachantes y transportistas identifican al menos cinco causas para el retraso.

«Continúa el problema de la demora, se presentan en exceso canales rojos (indicadores de alto riesgo sobre el ingreso de una mercancía), controles diferidos. Un despacho aduanero, en promedio y con mucho esfuerzo, tarda hasta tres semanas», aseguró a La Razón el secretario ejecutivo de la Cámara Nacional de Despachantes de Aduanas (CNDA), Carlos Andia.

Explicó que ese espacio de tiempo transcurre desde que se emite el orden de recepción de la mercadería hasta que ésta concluye su nacionalización o desaduanización.

El presidente del Directorio ad hoc de la Cámara Boliviana de Transporte, Daymon Calisaya, dijo que «hacer el trámite de desaduanización demora alrededor de 10, 20 y hasta 30 días, en los que las unidades (de transporte) se ven perjudicadas».

El 13 de septiembre, la presidenta de la Aduana, Marlene Ardaya, indicó que «con el administrador regional (de la Aduana interior de La Paz) ya habíamos coordinado en disminuir los tiempos de despacho». En Santa Cruz, señaló, la implementación de un sistema de cámaras de circuito cerrado «ha agilizado» el proceso.

FACTORES. Según Andia, uno de los aspectos que incide en las «demoras procedimentales» es la falta de maquinaria en algunos recintos aduaneros como los que están a cargo de la estatal Depósitos Aduaneros Bolivianos (DAB). «Parece que les faltan grúas para mover la mercancía», señaló.

Agregó que tampoco existe la suficiente cantidad de personal. Mencionó como ejemplo que el punto del Aeropuerto de El Alto sólo cuenta con dos vistas de control aduanero.

Para Calisaya, un segundo factor es la insuficiente infraestructura. «El despacho debería hacerse en 24 ó 48 horas, pero lamentablemente hay una demora en cuanto al estacionamiento porque no hay espacio dónde descargar la mercadería, dónde almacenarla», complementó.

No existe, en los recintos, un espacio diferenciado para la mercadería homogénea, aquella que no implica movimiento de grúas, agregó Andia. No obstante, señaló que Almacenes Bolivianos (Albo) hizo recientes inversiones para ampliar sus depósitos en la ciudad de Santa Cruz.

El plan de inversiones de la Aduana para este año destina Bs 21 millones para, entre otras cosas, construir oficinas en la Aduana cruceña y galpones en la de Cochabamba. Así lo informó Ardaya el 31 de agosto.

Andia y Calisaya atribuyen a los cambios en el reglamento de funcionamiento de las zonas francas otra causa para el retraso. Con los Decretos 470 y 572, el Gobierno restringió el ingreso a esos recintos de productos que requieren certificación y autorización previa, como los vehículos antiguos y los insumos químicos. «Las zonas francas alivianaban en cierta forma el almacenamiento de la mercadería que llegaba vía importación», sostuvo el transportista.

A decir de Andia, la certificación previa es un cuarto obstáculo. Se refirió a la otorgada por el Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag) a productos alimenticios y por el Instituto Boliviano de Metrología (Ibmetro) a ítems como refrigeradores y tanques de oxígeno. Ambas entidades, acotó, emiten los documentos con retraso. Para el ejecutivo, el que la Aduana lleve adelante su reestructuración y deba, paralelamente, continuar con su labor es también un factor que retrasa la importación.

Está en juego la legalidad
Según el secretario ejecutivo de la Cámara Nacional de Despachantes de Aduana, Carlos Andia, «incluso los importadores que realizaban su actividad por la vía informal o ilegal pueden optar por hacerla de manera legal, siempre y cuando los tiempos (para la internación) mejoren». Señaló que ese factor «es clave» para apoyar la formalización del sector. El ejecutivo indicó que los trámites no deberían tardar más de tres días. El representante de los transportistas, Daymon Calisaya, indicó que los días de demora se traducen en mayores gastos para los choferes por concepto de viáticos, que oscilan entre 50 y 80 bolivianos por día.

Gary Rodríguez Álvarez
Tecnología, confianza y capacitación

Esperamos en que el Servicio de Enlace Aduanero (SEA) funcione. Participamos de la inauguración del circuito en dependencias de ALBO de lo que se llama el despacho inmediato, el anticipado y sobre camión, con lo cual se agiliza la entrada y salida de los camiones. El SEA es la utilización de las tecnologías de la información al servicio del importador para saber dónde está su carga y en qué estado está su trámite.  Confiamos asimismo en que la Central de Riesgo, que se está empezando a conformar con la información de los importadores que tienen la capacidad de demostrar que no tienen cuentas pendientes con el Estado por concepto de tributación, ayudará a que se cumpla la promesa de que el 95% de las internaciones para ellos va a tener canal verde y que van a ser sujetos de control posterior. Esas dos medidas pueden resultar importantes.

Además, la adecuada capacitación de los recursos humanos es muy importante. También está el concepto de que la valoración de las mercaderías nunca debe ser antes sino posterior.

Entiendo que la Aduana ha llegado a un acuerdo con los transportistas para operar con chips y que ellos sean también identificados. Finalmente de lo que se trata es de establecer una relación de confianza entre el administrador público y el agente económico que debe ser visto como un cliente. Creemos que la gestión aduanera tiene que ser ágil, eficiente y transparente; y eso nos lleva al terreno de la tecnología de la información y la comunicación que está disponible.

Gary Rodríguez
es gerente del IBCE