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Droga procedente del país sale por el puerto de Arica

De acuerdo con el informe del diario chileno, la fuerte presión que sufre en Colombia y el Caribe impulsa al narcotráfico a buscar nuevas rutas para sus envíos a los grandes mercados del hemisferio norte. Por ello, ya han comenzado a mirar a los puertos del Cono Sur sudamericano, entre ellos Arica.

Así lo señaló el coordinador para Uruguay, Argentina, Paraguay y Chile del centro interministerial de formación antidrogas del gobierno francés, Christian Devy, quien estuvo hace una semana en Arica para aportar a aduaneros y policías de esos países la experiencia internacional en represión y prevención del narcotráfico de esa oficina francesa integrada por las carteras de Interior, Defensa, Hacienda, Justicia y Salud.

Sólo en el último bienio han sido descubiertas 4,5 toneladas de droga en contenedores bolivianos embarcados por Arica. El régimen de libre tránsito del que Bolivia goza en ese puerto y el gran volumen de comercio exterior que mueve por el terminal chileno (este año ya han pasado 46 mil contenedores) están haciendo que traficantes de Santa Cruz de la Sierra opten por esa vía para enviar droga a Europa y Norteamérica.

META. «Nuestra idea es trabajar con antelación para evitar que esa nueva ruta se consolide», dijo Devy, quien dictó un curso en Arica sobre focalización y control de contenedores para el narcotráfico marítimo, invitado por la Policía de Investigaciones (PDI) y el Centro Internacional de Capacitación de Antidrogas de la OEA.

Al curso no asistieron representantes de Aduana y de la gobernación marítima de Arica. Ello coincide con la iniciativa de la PDI de instalar en el puerto una oficina antinarcóticos, que es resistida por las otras dos instituciones, que ven en ella una superposición con sus propias funciones.

Los hallazgos de cocaína en contenedores bolivianos llevaron a las instituciones antidrogas chilenas a reaccionar. Un plan de inteligencia policial permitió a la PDI incautar 835 kilos de cocaína ocultos en maquinarias que se exportarían a España. Tras un acuerdo con su homóloga boliviana, en agosto, Aduanas puso en marcha un plan de revisión que alcanza al 25% de los contenedores (frente al 5% que es la media nacional), incautando a poco andar 305 kilos de cocaína que fueron ocultados con habilidad dentro de maderas.

Detectar a las mafias que están detrás de los envíos es una tarea compleja porque ellas arman empresas de fachada que se esfuman con facilidad. Éste es el argumento de la PDI, que logró encarcelar a un empresario brasileño que operaba una de estas empresas.