De confirmarse que las actuales reservas de gas natural del país cayeron a 8,35 TCF, como señala el informe preliminar de Ryder Scott, la industrialización del energético y su exportación a Argentina estarían en peligro. Así lo afirmaron expertos en el área, consultados por La Razón.
El 7 de octubre, el analista del sector Hugo del Granado reveló en su columna de opinión en Los Tiempos un reporte preliminar de Ryder Scott —entregado el 9 de junio a YPFB— en el que se indica que las reservas cayeron de 24,6 trillones de pies cúbicos (TCF, por sus siglas en inglés) a 15 TCF el 2006 y a 8,35 TCF en junio de este año.
«Esta cifra (8,3 TCF) no debería tener grandes variaciones, porque ha seguido un procedimiento de ajuste y de consulta con los diferentes actores (operadores de campos y sus socios)», dijo ayer Del Granado a este medio.
El lunes, el presidente de la petrolera estatal, Carlos Villegas, no negó ni confirmó los datos preliminares, según el diario tarijeño El Nacional. Explicó que al momento se conocen dos certificaciones, ambas realizadas por la empresa De Goyler & Mac Naugthon. La primera dio cuenta de 26,7 TCF al 31 de diciembre del 2004 y la segunda, de 12,8 TCF, un año después.
Recordó que ambos reportes no fueron tomados en cuenta porque se aplicó un nuevo modelo petrofísico. «Los problemas los visualizaremos en el siguiente quinquenio. Tendrán que ver con una relación reserva/producción que irá cayendo. Vamos a tener que restringir la ola de proyectos que usan gas», aseguró Del Granado.
La primera obligación, la exportación de gas a Brasil, «no tendrá mayores problemas», sostuvo. Sin embargo, el analista mencionó dos válvulas de ajuste: reducir los proyectos de industrialización a dos como máximo para liberar energético hacia el mercado interno y bajar las ventas a Argentina.
«Con Argentina no se podría cumplir con los 27,7 millones de metros cúbicos diarios (MMmcd) hasta 2026; se prevé que podría cumplirse con el volumen mínimo para evitar el pago de penalidades el 2020 (21,8 MMmcd) ó 2021 (23,8 MMmcd)», aseveró.
De su lado, el también experto en hidrocarburos Álvaro Ríos —que también conoció el reporte preliminar de Ryder Scott— afirmó que los megacampos tienen 8,4 TCF y que las reservas probadas llegan a 9,7 TCF en total, con los campos pequeños.
«La situación a largo plazo debería ser preocupante en el país, porque dentro de cinco años hay que renegociar el contrato con Brasil y sin reservas no lo podemos hacer. No existe gas para la industrialización, todo está comprometido en el mercado interno y en contratos preestablecidos que tienen penalidades», afirmó Ríos.
Exploración se muestra como meta
Alarma
Las reservas son una «luz roja» para replantear las políticas de exploración, señaló Del Granado.
Intensidad
«Lo que hay que hacer es perforar 15 ó 25 pozos exploratorios al año, buscando gas y petróleo», manifestó Ríos.
Carlos Miranda Pacheco
Estamos frente a una catástrofe
Es un daño enorme el que se le ha hecho al país por no realizar periódicamente la certificación. En cinco años pueden pasar varias cosas, pero si de alrededor de 20 TCF (las reservas de gas) se redujeron a menos de 10, se está poniendo en duda un volumen igual al que le estamos vendiendo a Brasil. Son miles de millones de dólares los que están en juego.
El Gobierno no ha hecho nada por desvirtuar el informe (preliminar), que se está volviendo en el oficial (…). Si hemos sufrido un descenso en reservas de más de una decena de TCF, estamos frente a una catástrofe que no se va a sentir inmediatamente, pero que golpeará durísimo en el mediano plazo. Si fuera de ese orden (la caída), el Gobierno va a cumplir el contrato con Brasil y va a tratar de cumplir el contrato con Argentina hasta el 2020, pero difícilmente lo haría hasta el 2027 (…). Argentina está entre dos fuegos: abastecerse fundamentalmente de Bolivia y marginalmente con gas natural licuado o viceversa. Con estas noticias, la opción de más (gas) por barco y menos por Bolivia va a ganar. El territorio tiene grandes posibilidades, pero hay que explorar y producir. El consumo interno lo vamos a cubrir (…). No se podrá industrializar nada, porque no se hacen plantas para 10 ó 15 años, sino para 30.
Carlos Miranda,
ex superintendente de Hidrocarburos.