El ‘rescate’ de oro para elaborar joyas dejó de ser negocio rentable
Su brillo atraviesa la vitrina de exposición y se refleja en cada pupila que lo observa. Su color confunde. Aunque su apariencia externa proviene del oro, los aretes a la venta son de plata. Y es que las joyas hechas netamente de oro son menos requeridas que antes, debido a su alto costo.
«Para los matrimonios ya no quieren anillos de oro, sino de plata», señaló Tatiana Zárate, quien tiene una joyería sobre la calle Max Paredes. El año pasado, precisó, un anillo de oro para varón (de cuatro gramos) costaba Bs 840, precio que ahora es de Bs 1.120. Los aros para mujer, más delgados, se encarecieron de Bs 660 a Bs 880.
Ella adquiere la materia prima, a partir de cinco gramos, de los mayoristas, quienes a su vez la compran de los productores auríferos. «El oro de 24 quilates (que generalmente viene en pepa) estaba en 150 bolivianos el gramo, ahora está entre 270 y 280», dijo.
El incremento responde a la elevada cotización internacional del mineral, superior a los 1.300 dólares la onza troy en lo que va de este mes.
Cerca de la plaza Garita de Lima, en la zona Max Paredes, se encuentra la calle Tarapacá. A lo largo de la vía y casi a cada paso, el transeúnte observa negocios que en la puerta tienen colgados letreros de «Compro Oro», una forma de «rescatar» el mineral para transformarlo en piezas de orfebrería.
Una de ellas es la Joyería Álvarez, cuyos aparadores están llenos principalmente de piezas de plata bañadas en oro. El comercio está a cargo de Justina Calisaya, quien aseguró que «ya no hay venta de joyas de oro».
Según la mujer, en el pasado los productores le vendían el gramo de oro de 18 quilates a Bs 190, mientras que el precio actual llega hasta Bs 222.
Es así que mencionó que los clientes prefieren fletar las joyas, en lugar de comprarlas. «Un juego de aretes y topo (prendedor para manta) se fleta en Bs 70, pero cuando lo devuelven hay que volver a bañarlo (en oro) y eso me cuesta Bs 50. Al final solamente gano Bs 20», complementó la orfebre.
También sobre la Tarapacá, en una galería de reciente construcción, está la tienda de José Luis Molina, quien relató que solía elaborar entre 15 y 20 anillos de promoción para bachilleres en esta época del año. «A la fecha, aún no he hecho ninguno (…). La venta de joyas de oro ha bajado, ahora prefieren la plata», sostuvo el comerciante.
En la mencionada calle, casi todas las joyerías tienen balanzas electrónicas para pesar el oro que compran de los productores, mayormente del sector minero cooperativista. Wilde Vadillo, orfebre, indicó que el oro de mejor calidad (el de 24 quilates) proviene de Mapiri y Puente Villa, al norte del departamento. El gramo, detalló, vale entre Bs 260 y Bs 265, cuando su precio anterior era de 200 bolivianos.
El cuanto al oro de 18 quilates, acotó, el mismo se explota en Palca y su precio por gramo oscila al momento entre 220 y 235 bolivianos. «La pepita se reconoce a simple vista», relató.
«La mejor pepa es de Mapiri, Capacirca y del río Suches», señaló Justina Calisaya, quien usa ácido nítrico para identificar la baja calidad del mineral, que se ennegrece con el químico.
La oferta es reducida
Joyeros que trabajan en la calle Tarapacá de la urbe paceña señalaron que los vendedores de oro en bruto los visitan con menos frecuencia que antes. «Antes venían una vez a la semana, ahora cada dos semanas», contó Justina Calisaya.