Existen 7.000 ‘tienditas’ en La Paz
Proyecto. La comuna paceña tiene un plan de dinamización de estos comercios
La señora Martha Pampa heredó de su mamá Benancia una paciencia de santa, la piel morena y… una tienda de barrio. El negocio familiar ya lleva abierto más de tres décadas y ahora le ayuda a generar ingresos para mantener a sus dos hijas.
Su almacén está en la calle Yacuiba, de la zona de Vino Tinto. Pese a algún negocio que se abrió en los últimos años, «doña Martha», como le conocen en el barrio, no ha perdido su clientela que acude a diario para comprarle pan, azúcar, gaseosas y otros productos.
No es la única que tiene su quiosco barrial, según la Oficialía Mayor de Promoción Económica (OMPE) de la Alcaldía de La Paz; en la sede de gobierno hay unos 7.000 negocios similares.
Pero, el número de empleos es superior. Según la comuna, se estima que estos comercios generan unos 10.000 trabajos «con baja inversión», entre los propietarios y dependientes de los locales. Sin embargo, para la Fundación para el Desarrollo Sostenible (Fundes) esta cantidad es mayor. Mauricio Estívariz, gerente de Proyectos de La Paz, comenta: «Hay unas cinco personas beneficiadas por cada tienda». La ecuación reflejaría que en la sede de gobierno se beneficiarían unas 35 mil personas.
De esta manera, las «tienditas» se convierten en una respuesta al desempleo. «Para quienes no tienen un empleo fijo, la tienda de barrio se ha convertido en una alternativa para obtener ingresos», dice el oficial mayor de Promoción Económica, Ronald Pereira.
Esa oficina municipal identificó algunas ventajas; por ejemplo, estos negocios tienen gran capacidad de distribución de productos de grandes y pequeñas empresas. Además, prestan servicio a los segmentos poblacionales que tienen bajos ingresos económicos.
Para Estívariz, los comercios zonales son una bendición en general. «Ganan los dueños, los compradores, los proveedores… en fin, todos, porque nos beneficiamos mutuamente».
La variedad es otra característica de estos comercios. Según los estudios de Fundes, cada comercio ofrece entre 200 y 500 productos. Los dependientes o dueños compran su mercadería a los proveedores y, comenta Estívariz, en la mayor parte de los casos acuden a mayoristas, «van a La Tablada y a sitios así».
El oficial mayor, Ronald Pereira, agrega: «Hay una generación importante de empleo orientada a temas de comercio y temas productivos. Lo más importante es que se trata de una inversión personal donde existe un esfuerzo privado».
La OMPE y Fundes coinciden en que las tiendas de barrio se han convertido en alternativas de sobrevivencia; pero en la actualidad su nicho de mercado está invadido por los supermercados y micromercados. Por eso se ha creado un proyecto, para que se transformen en pequeñas empresas capaces de obtener mayores réditos económicos (ver segundo recuadro de la derecha).
Martha Pampa afirma que en comparación con décadas atrás, hubo un aumento de locales «competidores». «Mi tienda es para ayudarme un poco, porque la verdad es que lo que se gana es para volver a comprar la mercadería. Yo tengo otra fuente de ingresos con la que también sostengo a mi familia».
Mientras la propuesta del municipio aún germina, los comercios son un empleo seguro para decenas de miles de personas. Una de ellas es Pampa, quien ya sabe que va a heredar a sus hijas… una tienda barrial.
Las patentes municipales
Las tiendas de barrio deben pagar una patente de funcionamiento a la Alcaldía de la ciudad de La Paz. La Guardia Municipal se encarga de hacer recorridos por estos negocios para evitar la venta de bebidas alcohólicas adulteradas.
Un modelo competitivo en 800 negocios
La Alcaldía de la ciudad de La Paz volcó la mirada hacia los almacenes barriales. La Fundación para el Desarrollo Sostenible (Fundes) y la Oficialía Mayor de Promoción Económica (OMPE) elaboraron el proyecto «Dinamización de las tiendas de barrio». El plan fue entregado en primicia a La Razón.
El plan busca implementar en tres años y medio un modelo de negocio competitivo en 800 comercios de los macrodistritos Cotahuma, Centro y Sur de la ciudad sede de gobierno. Con el programa se beneficia a unas 800 familias de bajos ingresos económicos.
También se va a estudiar y analizar las posibilidades de emitir normas municipales que posibiliten liberar a los almacenes incluidos en el proyecto, del pago de la patente de funcionamiento, durante el primer año de su formalización.
El proyecto piloto ya habría arrancado en algunos comercios. Cuando esta iniciativa termine, la comuna deberá buscar y analizar alternativas para su sostenibilidad, a fin de cubrir la mayor cantidad de locales de abasto zonales.