El contrato firmado entre Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) y la asociación accidental Catler-Uniservice para la construcción de una planta separadora de líquidos en Río Grande (Santa Cruz), por un monto de $us 86,3 millones, sólo financiaba un tercio del proyecto.
Así lo reveló ayer el presidente de la petrolera estatal, Carlos Villegas, en entrevista con radio Patria Nueva. «Los $us 86 millones que se señalaban en el contrato con Catler-Uniservice consideraba prácticamente casi un tercio de lo que debemos entender integralmente como una planta de separación de líquidos», afirmó.
Las irregularidades en torno al contrato se destaparon el 27 de enero del 2009, cuando el ejecutivo de Uniservice, Jorge O’Connor D’Arlach fue asesinado y le arrebataron $us 450 mil, una presunta comisión ilegal para el ex presidente de YPFB, Santos Ramírez, por adjudicar la obra.
Según Villegas, el monto del contrato es una cifra «que aparece como por arte de magia, no tiene respaldo de estudios de ingeniería básica y conceptual». La inversión avalada por Ramírez, mencionó, únicamente proponía los sistemas de procesamiento y almacenaje del GLP (Gas Licuado de Petróleo) y la gasolina que iban a ser separados del gas.
Sin embargo, complementó, no contemplaba los siguientes componentes: el centro de control de motores, el sistema contra incendios, la sala de generadores, el sistema de tratamiento de agua, los sistemas de carguío de GLP y gasolina, los sistemas de medición de ambos combustibles, los talleres y laboratorios, el sistema de estabilización de gasolina natural y los sistemas de evacuación por ducto de los carburantes.
En el hipotético caso de que el proyecto se hubiera ejecutado bajo el cuestionado contrato, «jamas hubiésemos terminado de construirlo (…). El valor se hubiese duplicado o hubiese sido mayor porque se hubiese tenido que realizar contrataciones por parte», afirmó Villegas.
YPFB anuló el contrato con Catler-Uniservice. Ramírez está detenido preventivamente y enfrenta un juicio penal junto a otros once imputados.
La estatal contrató los estudios de ingeniería conceptual y básica extendida para la edificación de la planta gasífera. Una vez concluidos, licitó la obra el año pasado y tras un largo proceso de calificación la adjudicó a la firma argentina Astra Evangelistas S.A. (AESA) por $us 159 millones. El nuevo contrato fue firmado el pasado viernes.
Abastecerá de GLP y gasolina
Industria
La planta de separación de licuables que se instalará en Río Grande tendrá capacidad para procesar 200 millones de pies cúbicos por día del flujo de gas natural que Bolivia exporta a Brasil.
Producción
La planta generará 361 toneladas métricas de GLP por día, 350 barriles de gasolina natural estabilizada y 195 barriles de gasolina natural rica en hipsopentano. En la licitación, los otros proponentes cotizaron el proyecto en más de $us 180 millones.