El Gobierno prevé que el país enfrentará este año un déficit de 200 mil toneladas de cemento y clinker. Advirtió que de no tomarse previsiones para paliar el problema, el sector de la construcción sufrirá efectos negativos en su crecimiento.
El ministro de Obras Públicas, Wálter Delgadillo, manifestó a Radio Fides que se trata de un desfase del 10% de la producción nacional de cemento que alcanza a dos millones de toneladas año, problema que debe ser resuelto momentáneamente con la importación del producto.
«Vamos a tener aproximadamente un 10% de déficit. (El problema) es estructural, (por lo que) la única posibilidad de solucionar esto es importando clinker y cemento», explicó Delgadillo. La importación de clinker y cemento se iniciará desde el mes de marzo. La materia prima será importada de Perú y Brasil para abastecer la demanda interna.
La autoridad de Gobierno reconoció que el paro del transporte, a raíz del gasolinazo y la especulación, provocaron una crisis del cemento en los últimos días. «Las propias empresas lo han dicho: se trata de un problema de especulación, y lo que se está sintiendo es en la zona de producción», dijo Delgadillo.
De su parte, el político y accionista mayoritario de la Sociedad Boliviana de Cemento (Soboce), Samuel Doria Medina, aseguró que esa empresa subió sus niveles de producción y logró mitigar la reciente escasez de cemento en el país, causada —a su juicio— por problemas que existen en las otras fábricas del país.