El bloqueo aísla a la zona Sur y deja destrozos en la ciudad
El caos reinó durante casi toda la jornada; la gente tuvo que caminar
A 15 minutos de las 8.30, Felipa Tórrez y su hija Mery estaban ayer al borde de la desesperación. Ambas habían caminado desde la calle 1 de Obrajes hasta San Jorge para tomar un vehículo y así llegar al colegio de la niña que debía rendir un examen, pero no había transporte.
En medio de explosiones de petardos, grupos de maestros rurales bloqueaban las avenidas Arce y 6 de Agosto, y a sólo metros de ellos, medio centenar de policías militares formaban una columna para resguardar la Residencia Presidencial.
Felipa no sabía qué hacer. «Pese a estas protestas, el colegio donde ella estudia no suspendió clases. Ojalá alcancemos para que mi hijita dé su examen», deseaba. Ayer miles de habitantes de la zona Sur de La Paz intentaban infructuosamente trasladarse al centro de la ciudad y, viceversa, casi nadie podía descender a ese sector de la ciudad.
En el séptimo día de protestas de la Central Obrera Boliviana (COB) por un incremento salarial mayor al 10 por ciento, la sede de gobierno quedó colapsada casi en su integridad. Si el jueves y viernes pasado, las marchas se concentraban en el centro de la urbe y, a principios de semana, en la autopista a El Alto y la carretera Naciones Unidades, ayer las movilizaciones sindicales desconectaron a la zona Sur del centro.
«Tomé un taxi desde la calle 10 de Obrajes, pero nos bajamos en la calle 5 y desde ahí tomé otro hasta la Curva de Holguín. Gasté seis bolivianos y aun así tuve que caminar desde allí hasta aquí», dijo molesto Martín Castro, empleado independiente, en inmediaciones de la plaza Venezuela.
Producto del perjuicio, tampoco fue casualidad ver al campeón bolivariano de marcha atlética Esteban Quelale caminar apuradamente por El Prado. «No hay transporte, pero ya estoy acostumbrado a estos afanes; voy al estadio Bolívar», indicó el ex atleta y hoy chapista que se dirigía a pie de Achachicala a Tembladerani.
Otra vez y sin querer, los paceños no involucrados en la protesta se vieron obligados a caminar las que parecían interminables cuadras. «Creo que en Cochabamba celebran el ‘Día del Peatón’, esto que vivimos parece nuestro ‘Día del Peatón’, pero en La Paz», se lamentó un banquero.
Los vallunos celebraron el domingo 3 de abril el ‘Día del Peatón’ y, en efecto, no circuló ni un motorizado; esa fue una protesta contra la emisión de gases.
Ahora, quienes «vivieron un verdadero infierno» fueron aquellos que estaban al frente de su vehículo privado. «Intenté subir por Obrajes, luego por Kantutani, después por San Jorge, pero nada. Ahora iré por la avenida Mario Mercado, veré si tengo suerte», señaló un empleado público cuando el reloj ya marcaba las 8.30.
De hecho, casi todos los ingresos y salidas desde la zona residencial de La Paz, por Obrajes, Sopocachi, Miraflores y otros sectores, estaban bloqueados, y aunque el Ministerio de Trabajo dispuso horario continuo, pocos estaban enterados del comunicado.
Para bloquear, los manifestantes provocaron destrozos en el ornato público. La subalcaldesa del Sur, Jannet Ferrufino, informó de daños a las jardineras de la avenida Costanera y la avenida Kantutani, además de la presencia de escombros en diversas calles. Asimismo, usaron material de construcción de una obra pública para cerrar el paso a los motorizados.
Movilizados. Si bien los maestros urbanos y rurales, además de los trabajadores de la Caja Nacional de Salud (CNS), fueron quienes formaron la columna vertebral del movimiento sindical en los primeros días de protesta, ayer otros sectores reforzaron la movilización en la sede de gobierno.
«Somos rentistas mineros y desde hoy día (ayer) nos hemos sumado a las protestas, porque el incremento del 10 por ciento es un insulto a los ex trabajadores», dijo cerca de la plaza del Obelisco el dirigente Justo Calle, secretario general de la Asociación de Rentistas Mineros de La Paz, que agrupa a 5.500 ex mineros.
Unas dos cuadras abajo, César Lugo, de la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia, ratificaba su apoyo a las demandas de la COB y cuestionaba la decisión que tomó la Federación de Cooperativas Mineras (Fencomin) de no sumarse a las marchas.
«Es decisión de ellos (los cooperativistas), pero es raro que se desmarquen de la COB, porque cuando discutimos la Ley de Pensiones estaban ellos».
Además, también se movilizaron trabajadores municipales, fabriles, constructores, rentistas de La Paz y Cochabamba, las cajas de salud Petrolera y Bancaria y Cordes y funcionarios de AASANA, grupo este último que antes de protestar en La Paz incluso bloqueó el ingreso al Aeropuerto Internacional de El Alto.
Hoy salen otra vez
Unos 20 mil maestros urbanos y rurales de todo el país volverán a marchar hoy en La Paz por un mayor incremento al 10% que anunció el Gobierno, dijo el ejecutivo del sector urbano, José Luis Álvarez.
Preparan Olla común
Ante la llegada de maestros del interior se organizó una olla para 360 profesores orureños y potosinos, mientras que un cocinero prepara 150 almuerzos para cochabambinos, cruceños y chuquisaqueños. El menú de ayer fue sopa angelical y el segundo pollo dorado.