Icono del sitio La Razón

Es un mito que la Caja sea ‘sólo de los trabajadores’

El financiamiento de la Caja Nacional de Salud, en rigor, no proviene del salario de los trabajadores. La cotización de este seguro de salud a corto plazo, en realidad, es un aporte patronal calculado sobre el salario del trabajador. Así, ciertamente es un mito que la Caja es sostenida por los trabajadores, insiste en aclarar el ex ministro de Salud, Guillermo Cuentas.

Esto tiene su consecuencia. Una vez que poco más de la mitad de los asegurados de la Caja son empleados públicos, el gran patrón que aporta a la institución es el propio Estado; en este sentido, la «propietaria» de la Caja es la totalidad de los bolivianos, destaca el ex ministro Guillermo Cuentas:

«¿De dónde sale la plata, en última instancia? El aporte del Estado a la Caja sale del Tesoro General de la Nación, y éste sale de los impuestos que pagamos todos los bolivianos. Entonces, todos los bolivianos, con o sin seguro, aportamos al TGN y, por consiguiente, a la Caja de Salud».

El aporte del sector privado a la Caja Nacional de Salud, que también es patronal, de la misma manera —insiste Cuentas— puede ser considerado «de los bolivianos»: este dinero no sale de la utilidad del empresario, sino del precio final del producto; en este sentido, el aporte efectivo a la Caja proviene del consumidor, de la gente que compra tal o cual bien.

Decisión. Para la actual ministra de Salud, Nila Heredia, la «propiedad» de la Caja por parte del Estado implica una efectiva potestad de éste de decidir sobre el futuro de sus empleados en relación a la Caja, si los conserva en la misma o los retira.

«La mayoría son empleados públicos o de las empresas públicas, de las alcaldías. De hecho, el patrón mayor es el Estado; y es lógico: si el Estado es el patrón mayor y esa institución (la Caja) funciona mal, lo lógico es que el Estado diga que si no funciona, no-   sotros formamos otra (Caja), que al menos responda a los intereses del Estado para que su personal tenga pues atención sanitaria aceptable».

La idea, aclara la ministra, no es destruir la Caja, pero la potestad que tiene el Estado sobre la misma, incluso da pie a la libre afiliación; una medida que puede decidir el ministerio.

«El interés nuestro no es destruir a la Caja, es un bien público, del Estado, no pertenece a nadie; por tanto, no nos interesa destruirlo. Sin embargo, si el tema interno es tan grave que no le permite funcionar, pues deberemos llegar a la libre afiliación, que está a la mano de una decisión que tomemos nosotros, en realidad, el ministerio».

Población atendida por la caja
Según el Anuario Bioestadístico 2009 elaborado por el Inases, la población con seguro a corto plazo es de 3.131.733. De esta cifra, la Caja Nacional de Salud administra el 81%, esto es, 2.536.031 asegurados. La Caja cuenta con 158 establecimientos de salud: 29 hospitales, 43 policlínicos, 86 puestos médicos, además de 263 equipos de transporte. El personal de la Caja en el país llega a 11.833 funcionarios.