Pese a un contexto adverso en la economía, la producción y las ventas de cemento alcanzaron el 2,7% a agosto de 2024 respecto al mismo periodo de la gestión 2023. Santa Cruz y La Paz se mantienen como los mayores productores de este insumo.
Según los últimos datos publicados en el sitio web del Instituto Nacional de Estadística (INE), la producción de cemento hasta agosto de este año llegó a 2,6 millones de toneladas métricas (TM) frente a 2,53 millones de 2023, en el mismo periodo. Es decir, 69.002 TM más que en 2023.
Las ventas de insumo para la construcción tuvieron un similar comportamiento a agosto. Se registró el comercio de 2,6 millones de TM frente a 2,5 millones de 2023.
La producción y las ventas alcanzadas de enero a agosto de 2023 y las proyecciones previstas para el resto de esta gestión son de un marcado optimismo.
El gerente general del Instituto Boliviano del Cemento y el Hormigón (IBCH), Marcelo Alfaro, destacó que la industria cementera es una de las más grandes en Bolivia y es, sin duda, uno de los pilares del desarrollo; puesto que “el cemento participa prácticamente en todas las obras de infraestructura, desde una vivienda hasta carreteras, represas, edificios, obras hidráulicas”.
“El consumo de cemento es uno de los indicadores más importantes para medir el desarrollo de un país. Bolivia cuenta con las empresas Soboce, Itabamba, Coboce, Fancesa y Ecebol con plantas productoras en diferentes departamentos”, indicó a La Razón.
Crecimiento
En cuanto al crecimiento de este sector, Alfaro lo calificó de positivo “considerando la coyuntura económica actual”. “Es de conocimiento público que muchos créditos para proyectos importantes no han sido aprobados en la Asamblea Legislativa; pero el crecimiento de la industria se explica porque los bienes inmuebles son una inversión privada segura. Ante la escasez de dólares, mucha gente invierte sus ahorros en bienes inmuebles, de manera que hay una importante inversión en la construcción privada”, destacó.
Similar apreciación brindó a La Razón Marcelo Morales, gerente general de Itacamba Cemento, quien destacó que el consumo acumulado a agosto de 2024 fue de 2,6 millones de toneladas; “que es ligeramente más elevado que el año pasado, cuando se demandaron 2,53 millones de toneladas en el mercado nacional”.
Resaltó también ese crecimiento a la presencia de su producto Itacamba en los nueve departamentos. “Si bien empezamos en el mercado con Santa Cruz, Beni, Cochabamba y Tarija, en los últimos años nos hemos expandido y ganado una participación de mercado importante en todos los departamentos”.
La Razón intentó obtener una posición de las demás empresas cementeras del país (Soboce, Fancesa) sobre la situación de esta industria. Sin embargo, estas firmas no atendieron el requerimiento de esta casa periodística.
Cemento
De acuerdo con Alfaro, pese a una reducida inversión del Estado en los últimos años, es notorio un creciente uso del cemento en obras de pavimento rígido. “Estos se construyen con cemento nacional en lugar de asfalto importado, ese es un avance importante”.
Subrayó la importancia de las inversiones en las vías, ya que, en su criterio, son importantes para el desarrollo, debido a que permiten incorporar “nuevas áreas productivas, bajar costos de transporte e incorporar zonas de desarrollo. En ese ámbito, los pavimentos de asfalto tienen baja durabilidad, requieren mucho mantenimiento y es un producto importado, mientras que las vías de pavimento rígido duran mucho más y utilizan un producto nacional”.
Añadió que este tipo de pavimento se usa no sólo en grandes carreteras como la autopista La Paz – El Alto, sino en vías más pequeñas. También dijo que puede usarse adoquines de hormigón o incluso suelo-cemento, “que es una alternativa de bajo costo para tráfico ligero”.
Datos del INE también reflejan que de las 2,63 millones de TM producidas en los 8 meses de 2024, el departamento de Santa Cruz produjo 699.062 TM de cemento. Luego le siguen La Paz con 679.317 TM, Chuquisaca con 510.841, Cochabamba con 384.329, Oruro 214.660 y Tarija con 150.068.
Respecto a las ventas de este insumo, Santa Cruz alcanzó las 693.931 toneladas métricas. Luego están Chuquisaca con 510.711, La Paz con 466.273, Oruro con 422.973, Cochabamba con 355.145 y Tarija con 150.849.
Alfaro indicó también que Santa Cruz desde hace “muchos” años es el principal mercado de Bolivia y el segundo lugar es disputado por La Paz y Cochabamba. “Estos tres departamentos concentran alrededor de un 70% de las ventas de cemento y obviamente son los que mayor población tienen”, resaltó.
Respecto de la capacidad instalada para la producción de este insumo en la construcción, indicó que la incorporación de la fábrica de cemento de Ecebol en Potosí, la industria cementera tiene una capacidad instalada de 10 millones de toneladas. Sin embargo, aclaró que el mercado del cemento no llega a pasar las 4 millones de toneladas.
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Demanda
“Actualmente las fábricas cubren todas las necesidades del país y sólo hay importación de cementos especiales, como cemento blanco por ejemplo”.
Por su parte, Morales indicó que la planta integral de cemento Yacuses, de Itacamba, tiene una capacidad de producción de 950 toneladas de cemento anual, y que actualmente están más concentrados en el mercado interno.
De acuerdo con Alfaro, la exportación no es una tarea fácil, esto debido que todos los países vecinos cuentan con cemento. “El producto tiene un alto peso con relación a su costo, de manera que, para ser eficiente; una exportación requiere de medios de transporte económicos. En este sentido, la empresa Itacamba ha realizado exportaciones al mercado del Paraguay, utilizando la hidrovía; a pesar de las dificultades que existen en períodos de sequía, sin embargo, al tener una capacidad instalada tan grande, seguramente algunas empresas verán la manera de exportar el producto”.
Calidad
Así también, Morales indicó que se cuenta con experiencia exportadora con destino a los países de Paraguay y Argentina. “Gracias a la calidad de nuestros productos que son avalados por normas nacionales e internacionales”.
Entre las debilidades, Alfaro indicó que un tema que afecta a todos los sectores es la escasez de dólares, el cual impacta en la adquisición de repuestos e insumos, maquinaria, ladrillos refractarios y bolsas de cemento, entre otros, lo que complica a la industria.
También indicó que hay “muchas cosas por hacer”, debido a que en 2023 se aprobó la Norma Boliviana 121001 de cementos por desempeño que está basada en las últimas normas a nivel internacional; que permiten a los productores de cemento ser más eficientes en cuanto al uso de adiciones ―puzolana y filler calizo―, lo que reduce el consumo de gas y las emisiones, de manera que se puede tener cementos más ecológicos.