Debido a fallas estructurales, que representan un riesgo para la seguridad de los estudiantes, la unidad educativa Villa Urkupiña, ubicada en el barrio del mismo nombre en Quillacollo, deberá ser demolida.
Un informe redactado con base en un peritaje a cargo de un representante de la Sociedad de Ingenieros determinó que las columnas de la estructura no resistirían el peso, previendo el desplome de la obra que costó Bs 1,8 millones con recursos del programa ‘Evo Cumple’.
El proyecto fue aprobado el 2007 y para su ejecución de inicio se presupuestó Bs 1 millón 740 mil, pero en 2008 el valor se incrementó en Bs 40.000 (o sea Bs 1,78 millones). La Constructora Jaldín, empresa que se adjudicó el trabajo, ya recibió más del 95 por ciento de estos recursos.
«El 2010 la obra presentó falencias en la cubierta, las cerchas de madera se estaban apolillando y por ello el municipio aprobó el cambio de las vigas, se debía colocar una cubierta con estructura metálica y cielo raso con plafón, se presupuestó Bs 209.000 y a medio ejecutar nos dimos cuenta que habían problemas estructurales y paralizamos la obra», explicó Juan Carlos Escalera, supervisor de obras del Distrito 6.
El municipio fue alertado y ordenó una auditoria cuyos resultados se conocieron la pasada semana. «La estructura no sirve, se recomienda la demolición inmediata, el informe del perito debe ser presentado a la Fiscalía y la autoridad asignada debe emitir un auto que autorice la destrucción de la edificación», explicó el oficial mayor técnico de la Alcaldía quillacolleña, Ricardo Soliz.
Soliz explicó que tanto el supervisor de la obra, Natalio Bernal, como el responsable de la misma, José Luis Jaldín, deberán resarcir los daños pues afrontan un proceso que se inició el año pasado. Al momento, Bernal se encuentra prófugo y cuenta con orden de captura.
La responsabilidad llega a Hugo Miguel Candia, ex burgomaestre de Quillacollo, y a sus predecesores que dejaron pasar la obra sin la debida fiscalización. Además de ampliar plazos para la entrega, dejaron que las boletas de garantía vencieran.
Son 16 aulas construidas en dos plantas que debían albergar a 500 niños. La planta baja ya servía a un grupo de estudiantes que fue evacuado en meses pasados para evitar accidentes; para ellos se armaron dos carpas y el lunes, tras conocerse el peritaje, se decidió no reanudar clases y sacar el mobiliario al patio
Según Soliz, en coordinación con las autoridades educativas, se dispuso ampliar el receso escolar una semana más, mientras organizan dónde pasarán clases y en qué condiciones. Escalera informó que las aulas antiguas de la unidad educativa, al igual que las carpas, podrían servir mientras diseñan otro proyecto.
Según el relato de los lugareños, en la mañana los alumnos que usan las carpas deben soportar el frío y al mediodía un intenso calor.
Otras siete obras con problemas
Líquidos
Al menos siete obras aprobadas por el programa ‘Evo Cumple’ para Quillacollo mostraron deficiencias, informó el Oficial Mayor Técnico, entre ellas una cancha deportiva, tinglados y una infraestructura hospitalaria. «Se dispuso auditorías y los responsables están con procesos», dijo Soliz. Además, había dinero para edificar un matadero pero nunca se hizo.