Un reporte del Instituto Nacional de Estadística (INE) da cuenta que Bolivia cerró agosto con una inflación de 0,38% y con un índice acumulado de 5,22%.
El 9 de febrero, el Banco Central de Bolivia (BCB) reformuló las expectativas inflacionarias para esta gestión subiendo las mismas de 4 a 6% por efecto de la inflación importada, variable que se vio agravada por el agio y problemas de producción y abastecimiento en el mercado interno.
Según los datos publicados por el INE, los precios del servicio de empleada doméstica, la carne de pollo, el tomate, el alquiler de vivienda y la carne de res con hueso registraron variación positiva. Por contra, la cebolla, la arveja, la lechuga, el servicio de transporte interdepartamental y el locoto registraron incidencia negativa.
De las nueve ciudades del país, Oruro fue la única que registró variación negativa de 0,01%. Las restantes ocho tuvieron incidencia positiva. La Paz fue la ciudad más inflacionaria con un 0,58%. Le sigue Trinidad (0,54%), Sucre (0,53%), Cobija (0,48%), Potosí (0,41%), Cochabamba (0,31%), Santa Cruz (0,28%) y Tarija (0,08%).
Para controlar la inflación importada, el Banco Central de Bolivia implementa instrumentos de política económica que eviten la expansión de este fenómeno internacional.